(extraido de
http://www.dramavirtual.com/2014/12/manual-de-juegos-y-ejercicios-teatrales.html)
A todas aquellas personas que
trabajan para construir a partir del teatro.
PRÓLOGO
Como siempre me ocurre, la palabra “Manual” que encabeza el título de este
libro provocó mi desconfianza tan sólo moderada por el conocimiento que tengo
de los autores. Los “manuales” son libros que, por lo general, apuntan a un
pragmatismo miope, inmediato, tendiente a ocupar las brechas que deja el
verdadero saber en no importa qué materia. Y los pedagogos teatrales conocemos
de sobra a aquellos que nos solicitan “ejercicios” destinados a ocupar el
tiempo de clases que se dictan desde el lugar de la simple empiria. ¡No importa
de dónde provengan estos ejercicios, no importa el marco conceptual que los
generó, no importa tampoco el estilo o la tendencia estética a la que apuntan!
Tan sólo cuenta, para estos pseudo–pedagogos, el hecho de poder aplicarlos sin
demasiada coherencia ni continuidad entre ellos, pero capaces, esto sí, de
llenar el tiempo de clases y clases.
Por alguna razón vinculada con estos pensamientos es seguro que el propio
Stanislavski eludió la forma de “manual”, aunque justo es apuntarlo, también
eludió, paralelamente, la coherencia conceptual del desarrollo sistemático o
metódico. Y por una de esas ironías del destino, al maestro ruso se lo conoce
justamente por ser el autor de un “sistema” o de un “método” que, sin embargo,
nadie o muy pocos son capaces de exponer más o menos de modo coherente.
A estas alturas de nuestro discurso alguien podría preguntarnos: ¿pero es
que acaso es posible un método o un sistema destinado a crear? Y la confusión,
la misma que habita muchas escuelas de teatro, se repetiría y sería total,
porque:
1º) es necesario antes que nada distinguir entre
la pedagogía teatral, por un lado, y la práctica creativa, por el otro. Esta
última no es enseñable: tan sólo queda la estrategia educacional de crear
ámbitos propicios al “desarrollo” de la personalidad creadora del alumno, con
todas las dificultades que esto implica;
2º) el pragmatismo de un manual sólo es admisible
cuando proviene del resultado de un corpus de doctrina pedagógica extenso,
coherente y sistemático, cuando es el producto de una actitud científica y
racional. Y éste es el caso de los autores del presente libro.
Es decir, en la pedagogía del arte, por un lado hay que evitar la
pretensión de enseñar a crear, por imposible y porque, en el mejor de los
casos, sólo produciría epígonos. Y por el otro, hay que evitar la chatura de la
“repetición ciega de lo que me enseñaron a mí”. Evitar, digo, el eclecticismo
resultante de cualquier lista de tareas, juegos y prácticas resultante de la
mera acumulación acrítica de ejercicios que alguna vez “funcionaron” pero
carente de organicidad interna y de apoyo multidisciplinario.
Es imprescindible pues, para todo buen docente teatral, el enunciado y la
práctica prolongada de un enfoque pedagógico coherente, sistemático y no
contradictorio en sus postulados que, por un lado enseñe al alumno el manejo de
las herramientas y los procedimientos tendientes a crear un personaje en escena
(“la técnica”) y que por el otro no ahogue su personalidad creadora e
irrepetible en el estrecho corset de una estética cualquiera, sea la que fuere
(lo que nosotros llamamos “la poética”).
Creo que en nuestra época de tan vigoroso desarrollo de las ciencias
humanas podríamos aspirar a una pedagogía teatral que no resultara
contradictoria, por lo menos, con esos conocimientos conexos. Al cabo de estos
requisitos surgirá, desde la práctica docente real, una serie de ejercicios y
sus fundamentaciones. Y éste es el caso de Astrosky y Holovatuck. Ambos han
sido alumnos míos y he seguido por años sus inquietudes tanto artísticas como
pedagógicas. Han sido luego a su vez profesores. Y es por eso, porque este
manual viene como culminación de una postura teórica y de una práctica
prolongadas, y no como punto de partida de una actitud ciega y ecléctica, es
por eso digo, que este manual se justifica y se diferencia.
En suma, los manuales sólo son buenos cuando detrás de ellos existe toda
una teoría y una experiencia extensas A todo esto hay que agregar que ambos
autores son egresados de Pedagogía Teatral y durante años han trabajado en este
casi inexplorado territorio, por lo que el manual se acompaña de puntos de
vista y de observación, modalidades pertinentes de evaluación y de
programación, que entran de lleno en la Didáctica. Y también desde estos territorios,
Astrosky y Holovatuck nos abren caminos.
Tan sólo aspiro a que el presente Manual despierte la necesidad de estudio
y de profundización en un tema que me ha ocupado los últimos cuarenta años de
mi vida y que, cada vez, se muestra más lleno de incógnitas a resolver que de
temas resueltos. Pero, en realidad, esto se llama vivir. Y uno de los más
espléndidos modos de vivir la docencia es verse superado por tus propios
alumnos.
Raúl Serrano, Buenos Aires, febrero
de 2001.
INTRODUCCIÓN
Somos actores y pedagogos teatrales. Somos argentinos y contemporáneos.
Trabajamos como docentes de teatro en diferentes instituciones. Leímos y
discutimos a diferentes teóricos. Tomamos cursos con profesores nacionales y
extranjeros. Amamos y disfrutamos nuestra tarea y sin embargo muchas veces
sentimos una gran soledad cuando de enseñar teatro se trata. Aparecen las
dudas, nuevas ideas, ejercicios que resultan operativísimos y que nos
solucionan el desarrollo de un contenido, es entonces cuando sentimos la
dificultad de ¿con quién compartirlo? El medio suele ser cerrado y desconfiado,
asumámoslo, también nosotros solemos serlo (¿quién es acaso el que construye al
medio?). Si éste que nos viene a hablar responde a otra metodología, nuestro
prejuicio suele ensordecemos y no compartir su experiencia. En los congresos
intentamos lucimos sin abrir el juego y es así como la avaricia intelectual nos
deja cada vez más solos.
Habrá sido la necesidad o que nos conocemos hace ya muchos años o que
confiamos y nos admiramos mutuamente o que conversábamos estos temas entre
ensayo y ensayo, y hasta infinidad de veces antes de comenzar una función, que
decidimos darle a estas conversaciones un espacio específico.
“Dadme un punto de apoyo y moveré el
mundo”: así reunidos, compartiendo el mate (la infusión y el intelecto),
aparecieron la didáctica, la pedagogía, la estilística y la ética en el proceso
de enseñanza‑aprendizaje. Fue revivir el proceso de nuestra formación
compartida y nuestra experiencia docente. Fue planteándonos dudas, confrontando
concepciones y valorando criterios, que nació la idea de jerarquizar y ordenar
este material. Negociando entre lo ideal y lo posible, tratando de ser
coherentes, comenzamos a trabajar. Entonces, nos planteamos que si bien
podíamos conceptualizar y valorar juntos, nunca habíamos compartido la
experiencia de la clase in situ. Fue así como decidimos poner el cuerpo en
acción. El espacio ideal fueron tanto los congresos como los eventos
específicos en los que encontramos un nuevo marco donde ajustar y confrontar
concepto y tránsito. Ahí nos dimos cuenta de lo diferentes que somos en acto.
Dos modalidades completamente distintas y singulares en el abordaje de la
tarea. Sin embargo, pudimos reencontramos y elaborar una estrategia conjunta.
“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”: de este modo surgieron los
primeros borradores. La idea inicial fue escribir y describir juegos y
ejercicios, al hacerlo comprobamos que entre el tipeo de juegos abríamos un
espacio de reflexión y discusión entre nosotros, así que decidimos incorporarlo
con el nombre de Reflexiones Para el Docente. Pero como la reflexión llama a la reflexión nos
descubrimos hablando de temas que superaban la instancia de los contenidos y
recursos a trabajar, fue así como surgió la necesidad de abrir otro espacio. A
éste lo denominamos Apuntes, dado que no pretende ser un tratado teórico
pedagógico‑didáctico de teatro, sino un puñado de ideas organizadas para tener
en cuenta.
“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo “: con este humilde aporte lo
que deseamos es intercambiar con el lector puntos de apoyo. Dado que entendemos
que sólo la reflexión y principalmente el compartir con nuestros pares nos
permitirán movemos en el mundo, para mover el mundo, crecer personalmente y
desarrollamos profesionalmente. Si el teatro es el arte de representar la
experiencia del mundo y la educación es el arte de posibilitar la
transformación del mismo, sólo recorriéndolos juntos como protagonistas,
descubriremos todo lo que se puede hacer, decir y pensar.
AGRADECIMIENTOS
A mi inefable compañera Carolina y a
mi adorable hija Alma, quienes me hicieron el aguante y me supieron esperar.
A mi amigo Mario Jérmoli, por su
afectivo acecho editorial.
A las profesoras María Ester Trozzo
de Servera y María Elsa Chapato, porque cada eventual encuentro es una fiesta
para mis afectos y, al descubrirme espiándolas, comparten generosamente sus
fuentes del saber
Jorge Holovatuck
Queremos agradecerles a todos
aquellos que con sus palabras, sus obras y sus actos nos han orientado, ayudado
e incentivado para realizar este libro.
Y especialmente: al maestro Raúl
Serrano a quien quiero y admiro. Que confió en mí y que con toda la generosidad
que lo caracteriza comparte su saber, sus reflexiones, sus inquietudes y su
espacio, al mismo tiempo que me motiva y provoca a la reflexión y a la búsqueda
permanente en este maravilloso mundo que es la pedagogía teatral.
Débora Astrosky
JUEGOS Y EJERCICIOS TEATRALES
Caldeamiento
Se entiende por caldeamiento las entradas en calor, los juegos rompehielos,
los entrenamientos, los trabajos de disponibilidad, todo trabajo específico que
desde el inicio de la clase predispone para la tarea.
El tipo de caldeamiento se irá adecuando a las diferentes etapas de trabajo
en el transcurso del proceso de aprendizaje. En un primer momento éstos serán
generales y apuntarán a la disponibilidad y al registro. Éste incluye al
entorno, a los otros y el registro propio. El orden no interfiere, quizá lo
único importante sea que se cumplan las tres instancias. Luego, con el
caldeamiento podemos trabajar contenidos tales como la integración, la
confianza y la desinhibición. Estos contenidos son de estrecha relación entre
sí; sólo a fines didácticos, los plantearemos por separado. Por lo tanto
apuntar a la confianza grupal nos ayudará a encontrar el grado de desinhibición
necesario para el trabajo. Se nos hace importante destacar “grado de
desinhibición necesario” para que no se le exija al alumno más de lo que va a
utilizar en este proceso de aprendizaje. En diferentes ejercicios leerán que
proponemos involucrar zonas íntimas de la persona; en estos casos nos estaremos
refiriendo a la mirada, la voz, la emoción, que por los diferentes grados de
sociabilidad se encontrarán reprimidas y/o inhibidas. Éstas son quizás las
únicas instancias en función de la desinhibición que debemos trabajar para
facilitar la comunicación y la interacción con el otro. Puede que surja,
entonces, la pregunta respecto de la operatividad del desnudo para el trabajo
de la desinhibición. Al respecto queremos aclarar que el mismo no cumple
ninguna función operativa respecto del aprendizaje, ya que éste invita a los
exhibicionistas a realizar su número y olvidar todo otro contenido a trabajar,
o bloqueará a aquellos que no lo son y anulará su proceso de aprendizaje. Es
por eso que entendemos que no cumple ninguna función en el marco de nuestra
tarea. Si una escena en clase lo solicita, éste se puede falsear, tomando como
convención previa, por ejemplo una malla. Claro que alguien puede opinar que
algunos espectáculos o algunos directores pueden proponerlo, en ese caso
estamos hablando de un profesional y no de un alumno; de un espectáculo y no de
una clase; de un proceso creativo y no de un proceso de aprendizaje.
Volviendo al caldeamiento, lo importante en este sentido es que el mismo es
parte de la clase, no es igual hacerlo o no. Nosotros recomendamos, por estos
motivos, iniciar siempre la clase con algún ejercicio de caldeamiento, ya que
consideramos que optimiza los resultados del plan de clase. El caldeamiento es,
entre otras cosas, conseguir la temperatura ideal para un clima agradable de
trabajo. ¿Por dónde comenzar un caldeamiento?
Los desplazamientos
¿Qué es un desplazamiento? Es simplemente trasladarse de un punto a otro
por el espacio. Dentro de las variantes posibles de desplazamientos podemos
empezar por caminar que es una actividad psicomotriz básica, que toda persona
sana puede hacer. Acontece en el aquí y ahora. Es una actividad cotidiana,
concreta, simple y conocida, que se realiza en tiempo real. Existen infinitas
variantes posibles.
1 ‑ Recorriendo: se le pide al grupo que explore el espacio de trabajo
a partir de diferentes formas de desplazamiento (caminar, correr, gatear,
salticar, reptar, etc.) Es conveniente que este trabajo se realice, siempre que
el tipo de piso lo permita, descalzos. Que previamente se hayan quitado todo
elemento peligroso, como anillos, aros, colgantes con punta, llaveros, etc.
2 ‑ Paso a paso: esta vez ponemos el acento en las calidades de los
desplazamientos, como por ejemplo: caminar con pasos cortos, largos, ocupar el
máximo espacio, el mínimo, etc.
Variantes: cambios de sentido y de dirección; cambios de velocidades;
cambios de energías; cambios de niveles; cambios de cantidad y tipos de apoyos.
3 ‑ Control de calidad: los desplazamientos en sí cumplen
varias funciones, como ya lo expresamos anteriormente. Una tiene que ver con la
predisposición psicofísica. Para facilitar la misma el coordinador, mientras el
grupo camina les solicitará: que caminen por todo el espacio; que transiten las
zonas vacías, buscando equilibrar entre todos el espacio; que varíen las
direcciones, evitando la circularidad constante; que la mirada esté abierta,
despejada y que sea panorámica; que aflojen el gesto; que se desplacen en
silencio; que registren los apoyos; que registren la respiración; que registren
en qué condiciones está el cuerpo y de ser necesario realizar algún otro
movimiento, que lo hagan; etc.
En una segunda instancia, luego de la repetición de esta actividad durante
varias clases, se les pedirá, al ser nombrados, que indiquen una de las
consignas antes mencionadas. Esto lo deberán transitar diferentes alumnos por
clase. El objetivo de este trabajo es apropiarse del caldeamiento y poder
autogestarlo.
4 ‑ La banda: se le pide al grupo que inicie la recorrida por el
espacio, que se conecte con él y con los compañeros (que los registre). Luego
deberá encontrar su propio ritmo, cadencia. Debe focalizar su atención durante
el desplazamiento en alguna zona del cuerpo. Después comenzará a jugar con
sonidos, probando lo que espontáneamente salga; luego elegirá un sonido
apropiado para esta cadencia y lo fijará. Cuando el coordinador ve que todo el
grupo supera esta instancia, a través de un stop provoca el congelamiento. Uno
a uno los irá nombrando para que comiencen su forma (desplazamiento y sonido),
el resto observará. Una vez que todos se han observado, el que quiera iniciará
su desplazamiento; el resto del grupo se irá sumando al recorrido del primero,
acompañándolo con su movimiento y sonido. Este proceso se realiza hasta que
todo el grupo se desplace en conjunto, habiendo creado una banda.
5 ‑ Los autos locos: en colectivo y simultáneo se
desplazan por todo el salón, a la orden del coordinador deben inventar y
abordar un determinado medio de trasporte en forma individual, desde la más simple
patineta hasta el más complejo de los camiones con acoplado. La velocidad y
forma de desplazamiento la van a determinar el móvil que hayan elegido. Si se
chocan o se rozan, deben ambos descomponer en cámara lenta su móvil hasta
llegar a la posición de acostados. Luego se levantan y componen un móvil
diferente. En el caso en que no se choquen solos el coordinador debe dar como
consigna que aumenten la velocidad o reducirles el espacio de tránsito, etc.
6 ‑ La oposición permanente: este ejercicio debe realizarse
avanzado el proceso de clases, ya que es importante que el grupo haya
transitado diferentes tipos de desplazamientos, para que tenga mayor soltura y
experiencia, para las propuestas. Luego de una caminata, o cualquier otro
desplazamiento simple, se les da como consigna que deben realizar con el cuerpo
lo opuesto a lo que está realizando el compañero con el que se cruzan. Las
oposiciones pueden estar referidas a diferentes niveles, energías, posiciones,
ritmos, etc. Dado que las posibilidades y variedades son infinitas deben
seleccionar a quién se oponen, cómo se oponen y hasta cuándo. Este ejercicio
resulta interesante para el docente, ya que como el grupo lo desarrolla sin
consignas, le permite a aquél realizar una observación del grupo en actividad.
Reflexiones Para el docente (RPD). Acerca
de los desplazamientos: como vemos, los desplazamientos cumplen varias
funciones. Es el primer momento en el que el grupo decide ingresar a la tarea
todos juntos. Debemos valorar esta instancia y hacerla valorar, por lo que es
importante que se registren. Si el grupo está iniciando una actividad de estas
características, lo más probable es que el primer registro provoque risas; una
forma de superar este momento es pedir que trabajen sobre la mirada periférica,
es decir que abran la mirada, que reconozcan el alcance de la misma, no sólo en
proyección hacia adelante, sino en la apertura hacia los costados. Este trabajo
también provocará en los más tímidos que a partir de una tarea concreta
levanten la mirada del piso. Mirar y mostrarse. Otro elemento a tener en cuenta
en este trabajo es el uso del espacio. Recorrerlo es una primera instancia de
apropiación.
RPD. Acerca
del espacio de trabajo: comenzamos a crear historia con el espacio,
pero para que esta historia sea positiva debemos favorecerla con algunos
detalles. Como por ejemplo: quitar el mobiliario inútil, cubrir los espejos si
es que los hay, mantener el piso lo más limpio posible, lograr que el espacio
esté cerrado, imposibilitando la mirada de extraños desde fuera y alejar en la
medida de lo posible toda interferencia de sonido exterior. La idea es que el
espacio sea propicio para construir cierta intimidad. En el caso de que los
espacios sean reducidos los desplazamientos se pueden realizar en rondas. Con respecto
al tamaño del espacio, tampoco son óptimos aquellos excesivamente grandes.
No siempre la elección del espacio de
trabajo estará a disposición del docente, lo cual implica que éste no sea
siempre el ideal. Ahora bien, ¿cuál sería el espacio ideal? Éste debe tener un
tamaño tal que debe ser cómodo para todos, pero que al mismo tiempo permita la
visualización de cada uno con los otros y que la voz del docente pueda
escucharse desde cualquier punto. Para favorecer la acústica es preferible que
los techos no sean excesivamente altos. El piso debe estar limpio, puede estar
plastificado o revestido en goma lisa (para evitar las astillas de la madera y
la baja temperatura de otros suelos). Las paredes deben ser lisas, limpias y
sin ornamentación. El espacio debe estar dividido de manera tal de crear una
zona privilegiada de iluminación para la presentación de trabajos, pudiendo
oscurecer el resto del espacio.
En el caso de trabajar en un espacio. no
ideal, es decir un espacio alternativo para desarrollar nuestra tarea, debemos
adecuarlo para nuestros fines y adecuar la tarea para el espacio dado. Sí no
podemos modificarlo y el mismo se encuentra con materiales o elementos que de
alguna manera pueden distraer la atención de los participantes, es primordial
programar alguna actividad que implique un recorrido y contacto con todo el
espacio, para saciar dudas, inquietudes y curiosidades.
Si bien nos puede tocar un espacio para trabajar que no responda al ideal,
no existe excusa alguna para que no reúna las condiciones mínimas de higiene.
Otra posibilidad para iniciar los caldeamientos es con un juego, en lugar
de una actividad. ¿A qué podemos jugar? Una opción sería jugar a la Mancha. ¿Por qué jugar a
la mancha? Es conocida por todos. Es fácil. Todos la jugamos alguna vez.
Permite el contacto, el registro, la integración, la desinhibición. Predispone
naturalmente a que en cualquier grupo se juegue.
Existe una tendencia de los docentes a acumular recetas de juegos. Claro
que si conocemos la estructura de un juego nos daremos cuenta de que podemos
inventar variantes propias, que tiendan a desarrollar los contenidos que
precisamos.
Estructura de la mancha
Si nos ponemos a pensar didácticamente en una mancha vemos que hay roles
predeterminados: el manchador y los potenciales manchados.
¿Qué es específicamente una mancha?
Es un juego de persecución, por el cual el primero persigue a los demás
para cumplir su objetivo, es decir cambiar de rol. Si de esto último se trata
podemos aplicar infinitas variantes, que dependerán del encuadre del curso,
momento del proceso, características del grupo (edad, cantidad, grado de
desinhibición, etc.), condiciones espaciales, y así tendremos infinitas
manchas.
“Mancha venenosa”: a partir de las variantes en las zonas de contacto.
Al ser manchado en una determinada parte del cuerpo, ésta se inhibe y el nuevo
manchador debe desempeñar su función tocándose esa zona.
“Mancha cadena”: si ponemos el acento en la colaboración podemos hacer
que no haya cambio de rol sino sumatoria de roles. Donde el manchador va
juntando manchadores, que deben estar unidos formando una red que sale a
manchar. De acuerdo con el espacio disponible los nuevos manchadores se pueden
unir: por las manos derecha de uno – izquierda del otro; ídem anterior en
subgrupos; por las manos invertidas derecha con derecha, izquierda con
izquierda; por los codos, por los hombros, por las cabezas, etc. (variante para
espacio reducido).
“Mancha escarabajo”: si observamos las formas, vemos que
existen infinitas variantes y combinaciones para incentivar rupturas en las
formas cotidianas, desarrollando la adaptación inmediata. En este ejemplo: el
manchado deberá acostarse de espaldas en el piso agitando las extremidades, con
las que manchará. De esta forma se convertirá en aliado del manchador, también
manchando.
“Mancha inodoro”: ésta es otra variante para el trabajo de las formas.
Aquí el manchado debe poner cara de hacer fuerza y mantenerse como si estuviera
sentado en un inodoro, con su brazo derecho extendido hacia arriba. Se libera
cuando un compañero baja ese brazo simulando la cadena del depósito de agua.
“Mancha estatuas”: también trabajando las formas, al ser manchado, el
alumno se debe congelar en una pose simulando una estatua. La propuesta puede
ser libre u orientada por ejemplo: de animales; de próceres; de héroes de
guerra; griegas.
Con respecto a la dinámica, puede proponérseles que las compongan en forma
individual, por dúos, tríos, etc.
Otra posibilidad es exigir características de composición: que uno, como
mínimo, esté acostado y dos parados; en equilibrio; enroscados.
Otra sería mantenerlos congelados con lo cual preparamos el terreno para
iniciar improvisaciones (tema que desarrollaremos más adelante).
7 ‑ “Mancha canción”: si ponemos el acento en la
desinhibición, que consiste en poner en juego una zona íntima nuestra, podemos
jugar a esta mancha. El manchado deberá cantar una canción hasta ser rescatado
por un compañero.
Variantes: se les pide distintos géneros musicales por ejemplo: ópera,
cantos gregorianos, rap, tango, etc.; que cambien el idioma (conocido o
inventado); que proponga el género el manchador; para evitar ser manchado se
deben aliar con otro y cantar juntos, etc.
8 ‑ “Mancha personaje”: esta mancha es un poco más compleja
que las anteriores. Al ser manchados deben construir un personaje; éste debe
variar en cada ocasión. En esta variante se incentiva la imitación propiamente
dicha, pudiendo imitar personajes del ámbito artístico, político o vinculados
al lugar de pertenencia.
Algunas reglas a tener en cuenta.
Perrito guardián: término utilizado por los chicos.
Como toda regla se debe enunciar desde el inicio del juego para habilitarlo
como variante o no. El mismo consiste en la presión o el asecho que ejerce el
manchador sobre un determinado manchado. Estrategia del manchador para evitar
que liberen a sus manchados.
La casa a o refugio: es un lugar predeterminado donde el
manchador no tiene acceso. Que se puede habilitar o no. Variante: puede haber
más de un refugio. Otra posibilidad es dar una tarea a los que se instalen en
el refugio (construir algo, trasladar objetos de un refugio a otro, limitar la
cantidad de personas dentro del refugio, etc.). Otra es dar un tiempo máximo
dentro del refugio.
Salvando al compañero: en cada
mancha, de antemano debe explicitarse cómo se salva al compañero en caso de que
la mancha lo requiera.
“Mancha caballito”: en este caso, se recomienda trabajarla en función de
la confianza corporal. Ésta consiste en que los manchados construyen su refugio
al subirse por la espalda a un compañero, como un jinete a su caballo.
“Mancha puente”: una vez manchados deben inmovilizarse en el lugar y
separar las piernas. Los compañeros que pretendan salvarlos deberán pasar por
la apertura de las piernas. Las manchas tienen fundamentalmente un gran
desarrollo psicomotriz. Ésta es un clásico en este tema ya que provoca
arrastre, apertura de piernas, equilibrio. Como hemos visto en los anteriores
ejemplos, cuando pensamos en una mancha y los elementos que la componen,
podemos diseñar una mancha adecuada a los contenidos que deseamos trabajar y
así independizamos de la necesidad de recetas.
Otras actividades posibles de caldeamiento.
9 ‑ Sombras: se dispone a todo el grupo en el salón de trabajo
mirando hacia el frente, de manera tal que al moverse no se choquen con otro
compañero. Al frente, al medio y separado del resto del grupo se coloca un
compañero de espaldas el que realizará los movimientos que quiera pudiendo
utilizar laterales o hacia atrás y adelante de manera que todos puedan
imitarlo.
10 ‑ El arquetipo: es una variante de sombras, sólo que en este caso el
arquetipo debe desplazarse por el espacio y debe incluir en su trabajo,
gesticulaciones, acciones, sonidos, imitaciones de personajes, etc. El resto
debe seguirlo e imitarlo como a un verdadero arquetipo.
11 ‑ Articulaciones: parados en ronda comienzan a
movilizar las articulaciones de abajo hacia arriba. Siempre respetando la
circularidad y sin forzar la zona muscular. Recordemos que este trabajo debe
ser agradable y placentero. La zona se calienta y ablanda. Este ejercicio se
realiza por sumatoria de articulaciones en movimiento, es decir, comienzo por
los movimientos de los tobillos, pero cuando estoy movilizando hombros aún
estoy trabajando con tobillos, rodillas, cadera, vértebras, etc., sólo que
focalizo la atención en esa zona determinada. Debemos prestar especial cuidado
al cuello, donde el movimiento debe ser lento y suave. Al girar para atrás es
preferible abrir la boca sin tensión, lo que nos permitirá mayor relajación y
extensión. Otro punto importante son los músculos de la cara, los cuales suelen
despertar a los “graciosos” y comenzar con el desfile de morisquetas, en este
caso es preferible tomar su actividad y conducirla, a reprimir su versión.
12 ‑ Desarticulados: este ejercicio aparece como una
progresión del ejercicio anterior. Consiste en enroscar y desenroscar el cuerpo
en fragmentos articulatorios. Comenzamos parados, con una apertura de piernas
equilibrada (buena base) y a partir de ahí aflojamos la articulación del cuello
(cervicales) y dejamos caer hacia delante la cabeza. Luego aflojamos hombros y
dejamos caer los brazos, relajando esa zona. Seguimos con el pecho, son las
vértebras dorsales y el esternón los que se aflojan y se hunden. Seguimos con
la cintura y la cadera (los brazos están colgando al igual que la cabeza). Lo
último que se aflojan son las rodillas. Es a partir del propio peso de la
cabeza que el cuerpo se va enrollando. Para volver a la posición de erguidos el
mecanismo consiste en ir reacomodando el cuerpo desde la cintura. Es
conveniente armar lentamente para evitar mareos.
13 ‑ El autógrafo: este ejercicio es también una progresión posible de
“articulaciones”, una vez reconocidas y ablandadas las diferentes zonas
articulatorias, lo que se les pide es que con una determinada articulación (por
ejemplo: codo) escriban su firma en aire. Se los debe estimular para que
experimenten escrituras de diferentes tamaños, velocidades y espacios. Luego
deben jugar con el otro codo y así sucesivamente con diferentes zonas. En una
segunda etapa, realizar el mismo trabajo pero con diferentes estímulos
musicales provistos por el coordinador. De esta forma irán trabajando ritmo y
velocidad.
14 ‑ La ola: todos en ronda. El coordinador propone un movimiento
de un segmento de su cuerpo y a éste le agrega una determinada característica,
como por ejemplo velocidad, energía, calidad (fluido o quebrado). Este
movimiento se lanza hacia un lateral y debe recorrer toda la ronda hasta llegar
nuevamente al coordinador. Luego pasará otro movimiento hacia el otro lado.
Ahora todos los integrantes de la ronda deben estar bien atentos porque el
coordinador indistintamente pasará uno o varios movimientos distintos tanto
para su derecha como para su izquierda. Siempre habrá alguien que reciba de
ambos lados, el cual deberá pasarlos sin distorsionar los mismos.
15 ‑ Masajes: se le pide a la ronda que haga un cuarto de giro
hacia la derecha, quedando todos mirando la espalda del compañero. Con las dos
manos suavemente apoyadas a los costados de la columna del compañero, se
procede a hacer fricciones en la misma, con ambas manos, hacia arriba y hacia
abajo, alternándolas por toda la espalda. Transcurrido un tiempo, giran todos
media vuelta y se le devuelve la gentileza al compañero que me masajeó. Lo
mismo con los hombros. Luego pierna derecha hacia atrás y masajeamos la derecha
del compañero de adelante, giramos media vuelta y masajeamos la pierna
izquierda.
16 ‑ Exagerada sobreactuación: todos en ronda, el coordinador
propone las diferentes consignas, que todos realizarán a la vez. Por ejemplo:
llanto de la novia abandonada; desmayo de la primera figura; disparo al
protagonista en película de vaqueros; devorado por dinosaurio; carcajada del
malo; derretido por lava hirviente; gol que define el campeonato; persecución
visual de un mosquito; arcadas; asombro intergaláctico.
Luego, cualquier participante de la ronda realiza una acción exagerada que
el resto copiará y seguirá incrementando la exageración.
Otra variante, que depende de las características del grupo, es que el
coordinador, no sólo consigne sino que también determine el porcentaje de
exageración. Por ejemplo: al 100%; al 1.000%; al 191%.
17 ‑ Con canciones: se debe realizar una ronda interna y una ronda
externa, ambas mirando hacia el centro y de igual cantidad de integrantes. Cada
integrante de la ronda externa debe hacer interpretar al compañero, que le tocó
de la ronda interna, una canción. Es decir lo manipulará acorde con el texto de
la canción. A modo de ejemplo vamos a cantar juntos: “Muñeco de Trapo”.
Yo soy un
muñeco de trapo,
ni alto,
ni bajo,
ni gordo,
ni flaco.
La gente
me agarra,
me hace
cosquillas,
me
agranda, me achica
y me tira
al suelo.
18 ‑ De impulso:
el coordinador realizará un impulso con alguna zona del cuerpo y le agregará
sonido y se lo pasará al compañero de al lado. Éste tomará el impulso como un
estímulo y lo volverá a pasar, deberá recibirlo en la zona corporal a la que le
fue dirigido. Así sucesivamente en forma rápida y espontánea, hasta completar
el círculo, como un efecto dominó.
19 ‑ Ahora vas a ver: el compañero de la ronda lanza un
impulso (golpe, patada, soplido, caricia, mirada, etc.) hacia la derecha,
siempre sin tocarse. El receptor acusa recibo de lo que le han hecho, con todo
su cuerpo y sonidos, luego lo transforma en un nuevo impulso hacia su derecha.
Como variante de éste, el coordinador puede acordar que la recepción sea
inmediata o demorada.
Una vez que aplicamos las variantes antedichas, fácilmente nos podemos
introducir en un espacio lúdico, creativo, imaginativo, dramático, de la
evocación. Al que vamos a llamar “como si”. Toda vez que solicitamos caminar y
anteponemos un “como si” dispararnos las zonas antes mencionadas.
RPD. Acerca de
los caldeamientos: considerarnos a los caldeamientos parte constitutiva de una
clase, por ende, no es necesariamente oportuno agotar un caldeamiento de una
clase a otra, sino que el conocer la rutina nos permitirá profundizar en la
misma. Pero también debemos tener en cuenta que este conocimiento agilizará el
trabajo, dado que bajarán los umbrales de resistencia y ansiedad hacia lo
nuevo, lo desconocido. Cuando desarrollamos la tarea de enseñar se supone que
estamos brindando herramientas al individuo para la independencia en su futuro
desarrollo, por este motivo deberíamos provocar la confección de su propia
rutina de caldeamiento, que ésta responda a sus propias necesidades en ese
momento determinado. Si el sujeto aprende a escuchar a su cuerpo, aprenderá,
sin lugar a duda, a caldearlo para el trabajo.
El “como si”
Ya el maestro Stanislavski lo enuncia en sus textos denominándolo “sí
mágico”. Es un permiso de juego, es una regla tácita, es una adaptación
instantánea a la propuesta del otro y viceversa. Es todo aquello que en la
situación dramática no responde a lo concreto (entiéndase como concreto, al
sujeto y la acción, temas que desarrollaremos más adelante). Ejemplos:
20 ‑ Pisa‑pisuela: aparece como una variante de desplazamientos, donde
ponemos la atención en la creación de calidad de pisos (resbaladizo, nieve, barro,
agua, brasas, etc.); camino normal, camino “como si” el piso fuera de arena;
camino con pasos largos, camino “como si” cruzara un arroyo por las rocas; me
desplazo con saltos, salto 64COMO si” el suelo quemara.
21 ‑ En medio de: desplazamiento en “como si”, con variantes del medio
que me rodea (sin luz, entre nubes, entre mucha gente, etc.); camino normal,
camino “como si” estuviese lloviendo fuerte; corro, corro “como si”
bombardearan donde estoy; me arrastro, me arrastro “como si” el terreno estuviese
lleno de alambrados.
22 ‑ Anímico: se le pide al grupo que camine normalmente. Luego que
caminen “como si” estuvieran borrachos, asustados, doloridos, dormidos,
apurados, etc.
Es conveniente volver a la caminata normal entre cada cambio de estado para
poder registrar las variantes y empezar la búsqueda desde un lugar neutro. En
esta variante debemos prestar especial atención a las consignas previas, ya que
si pedimos en primera instancia estas calidades podemos estar habilitando la
racionalidad y por ende reprimiendo el juego que es al fin de cuentas nuestro
propósito. La forma ideal de trabajar este tipo de variantes es graduando las
consignas. Partir de la caminata normal, proponer que los impulsos de
movimientos se registren en una u otra zona corporal, abrir y cerrar zonas, es
decir vamos jugando para que la propuesta sea creativa y original del sujeto en
ese momento y no responda a su idea preestablecida.
No olvidar nunca que debemos explorar y agotar todas las variables posibles
y combinaciones que generemos antes de llegar a la zona del “como si”. En la
mayoría de los casos, exceptuando a los niños, la actitud del alumno frente a
la tarea nueva, va a ser siempre racional, por tal motivo debemos considerar
que nuestra tarea es luchar contra. Trabajo que va a demandamos tiempo y
serenidad, ya que la confianza y la creatividad no van a ser espontáneas. La
simpleza de esta actividad, tanto en la consigna del docente, como en la
posibilidad de tránsito del alumno, nos permite desarrollar los siguientes contenidos:
la integración grupal y la desinhibición social‑relacional. Es fundamental que
el docente tome el tiempo necesario de cada grupo en particular para favorecer
estos procesos.
Puntos de apoyo
Este trabajo, si bien es una variante de los desplazamientos, es
fundamental que le brindemos un espacio determinado, dado que vamos a focalizar
la atención en los apoyos. Esto implica ya no solo el transito por el espacio,
sino que el sujeto va a trabajar hacia un mayor registro propio.
Diferentes de puntos de apoyo
Piso: con la punta de los pies, en cuatro patas, de espaldas,
sentados, etc.; paredes: máximo de cuerpo apoyado, mínimo, rebotes,
etc.; combinados piso y pared; con los compañeros: espalda con
espalda, unidos sutilmente, asimétricamente (codo con oreja), etc.
23 ‑ Atraídos: este trabajo se presenta como una combinación de
desplazamientos en “como si” y variantes de los puntos de apoyo. Partiendo de
esta propuesta se les puede pedir que: caminen normalmente, luego caminen “como
si” el piso fuese de arena caliente, después vuelvan a caminar normalmente,
posteriormente camino con la condición de que el piso arde y esta vez debo
desplazarme junto a un compañero espalda con espalda. De esta forma, el
coordinador va cambiando las consignas para proponer el uso de diferentes
puntos de apoyo, tanto con el piso, pared, como con otro compañero.
24 ‑ Rodillo: se colocan en el piso acostados boca arriba, teniendo
contacto costado con costado y con los brazos extendidos hacia arriba, por lo
menos cinco compañeros. El sexto debe acostarse boca abajo sobre los
abdominales de los que están acostados, apoyando desde su cabeza a la pelvis.
Los acostados comienzan a girar, todos al mismo tiempo y para el mismo lado. El
efecto de esta rodada trasladará al acostado encima como si estuviese sobre
rodillos. Es importante que el de arriba también tenga sus brazos estirados.
25 ‑ Una de vaqueras: por parejas uno se acuesta en el
piso y el otro se acuesta encima. Se dan un abrazo de manera de prepararse para
poder girar, deben entrelazar las piernas. Entonces se les pide que giren hacia
un costado y el otro, simulando una pelea de cowboys. Es importante flexionar y
relajar los codos para evitar que se golpeen con el piso, como también mantener
las piernas estiradas y enganchadas con las del otro. Recomendamos para este
ejercicio que las parejas que se formen sean de igual peso y tamaño.
26 ‑ Las ranas: este ejercicio aparece como ejemplo de trabajo con
apoyo mínimo. Se trabaja por parejas enfrentadas y en posición de cuclillas. Ambos
deben dar pequeños saltos en el lugar y con las palmas de las manos hacia
delante y a la altura del pecho, deberán chocarlas tratando de derribar al
compañero sin perder el equilibrio.
27 ‑ La gran pulseada: por parejas, de pie se colocan en
la misma línea uno mirando hacia delante y otro hacia atrás. El lateral del pie
derecho de uno debe estar en contacto con el lateral del pie derecho del otro.
Una vez en esa posición se toman mano derecha con mano derecha y de a uno por
vez intentarán mover al compañero de la línea sin salirse.
28 ‑ El elevador: por parejas se sientan en el piso apoyando espalda
con espalda, al máximo posible. Sin utilizar las manos deberán pararse al mismo
tiempo para luego sentarse. Es importante en este ejercicio que los integrantes
de la pareja tengan la misma contextura física.
29 ‑ Esculturas: previamente el coordinador debe traer preparadas
tarjetas que indiquen diferentes estructuras proponiendo calidad y cantidad de
puntos de apoyo. Por ejemplo.
Tarjeta Nº 1
|
Tarjeta Nº 2
|
Un apoyo
en el piso.
|
Un apoyo
en un objeto.
|
Dos
apoyos en la pared
|
Tres
apoyos en el compañero.
|
Dos
apoyos en el compañero
|
Dos
apoyos en el piso.
|
Luego, el grupo se divide en parejas, a cada una se le entrega una tarjeta,
con la cual deben componer una escultura, sin agregar ni sacar ningún punto de
apoyo. Es decir, entre ambos deben apoyar sólo lo indicado en la tarjeta. Luego
se puede volver a barajar y entregar otra tarjeta a la misma pareja, dado que
con los mismos datos se pueden componer infinidad de esculturas.
30 ‑ Esculturas en silencio: este ejercicio es una variante del
anterior Se trabaja con música, el grupo se desplaza al compás de la misma,
desarticula, se despereza, respira, emite sonido si es necesario. Cuando la
música se interrumpe cada uno debe buscar un compañero y escuchar atentamente
la lectura que realiza el coordinador de una tarjeta. Luego deben armar la
escultura. Cuando vuelve la música retoman la caminata y así en cada silencio
se dará lectura a otra tarjeta. Una variante posible es que mientras está la
música el coordinador anuncie el número de personas que se deben agrupar.
RPD. Acerca de la integración: entendemos
por integración como uno de los contenidos iniciales a trabajar, sin el cual es
imposible construir una red de confianza que permita soltamos para poder jugar
y aprender. La integración consiste en alejar prejuicios y temores con respecto
al otro. Dado que éste, hasta transcurridos varios encuentros, se mantiene para
nosotros como un desconocido o un extraño. La integración facilita por
intermedio del juego, el acercamiento al otro protegido por la consigna, el
bajar la barrera de las inhibiciones, de los miedos, vergüenza, las
resistencias a lo nuevo, lo desconocido. Todo trabajo de integración es de
alguna manera un “rompe hielos” que nos permite navegar en aguas más fluidas.
Recién cuando la persona sienta la pertenencia a este grupo va a poder
mostrarse sin tantos tapujos y se permitirá equivocarse. Ya que si la
integración es buena, el error será tomado como una instancia más del proceso
de aprendizaje compartido. Aclaremos que cuando hablamos de error, hacemos
referencia a que consideramos que el proceso de aprendizaje específico, se
realizará en una primera instancia por ensayo y error. Luego, podrá ser conceptual.
La integración es un contenido que se
irá desarrollando en el ciclo de trabajo con este grupo. ¿Cómo se trabaja la
integración? El primer objetivo es conocer los nombres de los integrantes,
asociar nombre–cara, agregar datos personales, lo que en el proceso de trabajo
nos permitirá conocer, para confiar y producir. Esta secuencia es muy
importante, ya que se suele caer en el error de que integramos es ser todos
amigos, lo cual nos distrae del objetivo. Nadie se acercó, por lo menos en
primera instancia, a este grupo para sentirse menos sólo, y si lo hizo hay que
aclarar que éste es un grupo de trabajo con el fin de un aprendizaje
determinado. Nuestro propósito es aprender, para esto debemos confiar en
quienes nos acompañan.
Comúnmente se pueden utilizar los ejercicios de confianza, los de
desplazamientos, los de puntos de apoyo (que aumentan el compromiso físico) y
los de integración propiamente dicho. Todo aprendizaje es doloroso y solemos
imponemos resistencias inconscientes, por esto, si el clima no es propicio, el
cambio de actitud que implica todo aprendizaje se dificultará o se retardará
demasiado.
No debemos olvidarnos que el teatro es el arte por excelencia grupal, no
existe el teatro en forma individual, por lo que el trabajo sobre la
construcción del grupo será una tarea inevitable. Si bien en una primera
instancia dependerá de la mirada atenta del coordinador, en el proceso de
trabajo deberá ser tomada como una obligación de cada uno de los integrantes,
es decir, nadie “me va a hacer” parte de un grupo, “yo lo construyo y me
constituyo en él”.
Es común que quienes se acerquen a la actividad provengan de otros grupos,
pero al ponerse en contacto con otros, nuevos y desconocidos, pongan en juego
su “yo” de una manera estereotipada y abigarrada. Lo cual es pura resistencia
y/o miedo a perderse en la multitud. En el caso específico del teatro, una
tendencia por lo más común, es la presentación histriónica y egocéntrica, todos
tratarán de demostrar lo buenos actores que son. Recomendamos no darle mayor importancia
a esto, ya que imponer el desenmascaramiento prematuro puede inhibir demasiado
o provocar el alejamiento del alumno de la actividad, por lo general es
preferible “dejarlo pasar” e ir bajando ansiedades a partir de la tarea. Poner
la atención sobre algún trabajo específico siempre nos relaja. Por este motivo
notarán que los ejercicios de integración son simples, de fácil comprensión y
realización.
Si bien estamos diciendo que los trabajos de integración son primordiales
para el buen desarrollo de la tarea, éste no se abandona nunca, sino que
debemos ir profundizándolo en todo el proceso.
Por último, podríamos decir que todo trabajo realizado en forma colectiva y
simultánea donde se desarrollen los contenidos de disponibilidad y
desinhibición colaboran profundamente para el desarrollo de la integración.
Desde el punto de vista didáctico creemos que todo tránsito por medio del
cuerpo y del juego, genera una aprehensión y apropiación de los diferentes
conceptos y contenidos más profunda que si sólo trabajamos con la racionalidad
y provocamos de este modo la reflexión. En otras palabras, primero el tránsito
(me sumerjo, me comprometo, modifico) luego reflexiono (saco la cabeza y
pienso).
Stop
Otro
aspecto fundamental de la dinámica de un curso es acordar previamente los
códigos y convenciones, dentro de éstas se encuentra la terminología expresada
en clase, recordemos que en este espacio, vamos a utilizar palabras que en otro
contexto seguramente pueden ser interpretadas de diferente manera. Stop es una palabra
que se utiliza para la detención, si bien el término stop es de origen inglés
su correlación al castellano sería parar, detenerse, congelar, las cuales son
mucho más largas en su pronunciación que stop. Por este motivo ésta es de uso
frecuente.
El stop
sirve para desarrollar el registro y la observación sobre sí mismo, como
también los cambios producidos entre una actividad y otra.
Una
característica particular del stop es que si bien detiene el movimiento
externo, los movimientos internos, emocionales y/o creativos generalmente
siguen funcionando, o sea, posibilita el desarrollo de la creación de imágenes,
sensaciones, etc.
El stop es
también un recurso docente, ya que nos permite: conducir la energía grupal;
pasar de una consigna a otra; profundizar la mirada; valorar los silencios,
etc.
Ejemplos
de trabajo con stop
Camino
normal, camino como si..., stop, registro la respiración, estado del cuerpo,
apoyos; continúo la caminata; camino normal, stop, golpe de karate al aire,
camino normal, stop, golpe de karate y grito, continúo la caminata.
RPD. Acerca de la inhibición: la inhibición, en este tipo de trabajos se da comúnmente por el
miedo a ser observado y hacer el ridículo. Si bien los integrantes suelen
acercarse voluntariamente a esta actividad, el miedo a la exposición siempre
aparecerá en mayor o en menor medida. Éste puede observarse tanto en los que
temen pasar y mostrar, como en los que siempre quieran pasar y mostrar lo
mismo, lo que por ellos ya es conocido. Si bien la inhibición en una primera
instancia es sana y natural, ésta se debe ir venciendo a lo largo de la tarea.
El sujeto bajará su nivel de inhibición a medida que vaya adquiriendo seguridad
personal, confianza en el grupo y en el coordinador Por ende, consideramos
importante que el docente observe que en esta primera etapa es conveniente que
todas las actividades se desarrollen en forma colectiva y simultánea.
Tomemos en
cuenta que estas resistencias aparecen en un primer momento como resistencia al
desplazamiento, al movimiento, al juego, pero avanzado el proceso, puede
ocurrir que el movimiento pueda viciarse y convertirse en espacio reparador, es
decir la resistencia se traslada a la imposibilidad de silencio o quietud. En
este período es recomendable comenzar a profundizar sobre los ejercicios de
stop y registro.
31 ‑ Uno
para a todos: el coordinador pedirá que se desplacen por el salón
aplicando cualquiera de las variantes de ejercicios de desplazamiento. En un
determinado momento pedirá un stop, al que todos responden congelando inmediatamente.
Un compañero cualquiera reiniciará la marcha y todos la reiniciarán con él. Al
detenerse otro cualquiera todos deben hacer stop. Así sucesivamente el grupo
irá deteniéndose y reiniciando el desplazamiento. Como variante de este
ejercicio se les pedirá, que quien reinicie la marcha proponga diferentes
dinámicas de desplazamiento (niveles, velocidades, ritmos, con sonido, mínimo o
máximo espacios, etc.).
Como
progresión del mismo, en el caso de tener paridad entre varones y mujeres se
les pedirá que en simultáneo y colectivo realicen el uno para todos por sexo.
Lo cual permitirá un mayor y más profundo desarrollo del registro y de la
adaptación. La forma de dividir en dos grupos Puede ser cualquier otra.
32 ‑ El
duende: este ejercicio es una variante del ejercicio anterior. Todos
juntos se desplazan por el salón y a la señal de stop deben detenerse y cerrar
los ojos. Un compañero, designado por el coordinador abrirá los ojos y hará de
duende. Su tarea consiste en deambular por los espacios vacíos que dejan los
compañeros ya sea entre sí o a partir de la postura. Si alguno de los que están
con los ojos cerrados lo detecta 0 percibe, ya sea por el sonido, la
respiración, la temperatura, el olor, etc‑ deberá levantar la mano. Si es
verdad se reinicia la caminata. Nuevamente stop con ojos cerrados y el
descubridor hará de duende. En caso de que el grupo sea muy numeroso les
recomendamos incorporar más de un duende.
Stop en como si
Sigamos combinando, ya que la creatividad es siempre una combinación sincrética
de elementos conocidos. Ejemplos: camino normal, stop, camino normal (en el
desarrollo de esta caminata enuncio las condiciones o modalidades del próximo
stop. Al stop me detengo como si fuese una estatua), stop...
Variantes: estatuas temáticas (clásicas, de próceres, de músicos de
rock nacional, de oficios, de animales, de distintas animosidades); diferentes
dinámicas: en dúos, en tríos, todo el grupo; combinando niveles: alto, bajo y
toda la gama de medios.
Es recomendable tener en cuenta la posibilidad de repetir la misma consigna
varias veces con el propósito de agotar la idea y desarrollar nuevas imágenes.
Esta actividad finaliza con la realización de una plaza, una feria, una
colección, un museo, un estante de una juguetería, etc. En este punto el stop
se puede cancelar momentáneamente y dar comienzo al juego dramático.
Juego dramático
Considerarnos juego dramático. a esta primera actividad de improvisación
colectiva y simultánea en la que las consignas del docente se van espaciando y
el juego comienza a regirse por las propuestas de los participantes. Es
conveniente aclarar que las propuestas deben ser de acción y no verbales, que
no hay observadores exceptuando al docente y que todo participante debe
encontrar un rol en la misma. Dentro del juego dramático observaremos que se
generarán diferentes focos de situación desarrollados por dúos, tríos, etc. En
este caso, el docente debe permitir este proceso e ir consignando
paulatinamente el registro de la totalidad.
El juego se hace jugando, es decir en la medida en que los jugadores
comienzan a apropiarse del juego, el docente debe ocuparse de acompañarlos como
observador, para permitirles la libre construcción del mismo.
“Es posible distinguir el juego mismo del comportamiento del jugador, el
cual forma parte como tal de toda una serie de otros comportamientos de la
subjetividad. Puede decirse, por ejemplo, que para el jugador el juego no es un
caso serio y que ésta es precisamente la razón por la que juega. Podríamos pues
intentar determinar desde aquí el concepto del juego. Lo que no es más que
juego no es cosa seria. El jugar está en una referencia esencial muy peculiar a
la seriedad. No es sólo que tenga en esta relación su objetivo. Como dice
Aristóteles, el juego es para distraerse. Mucho más importante es el hecho de
que en el jugar se da una especie de seriedad propia, de una seriedad incluso
sagrada. Y sin embargo, en el comportamiento lúdico no se produce una simple
desaparición de todas las referencias finales, que determinan a la existencia
activa y preocupada, sino que ellas quedan de algún modo muy particular en
suspenso. El jugador sabe bien que el juego no es más que juego, y que el mismo
está en un mundo determinado por la seriedad de los objetivos. Sin embargo, no
sabe esto de manera tal que como jugador mantuviera presente esta referencia a
la seriedad. De hecho el juego sólo cumple el objetivo que le es propio cuando
el jugador se abandona del todo al juego. Lo que hace que el juego sea
enteramente juego no es una referencia a la seriedad que remita al protagonista
más allá de él, sino únicamente la seriedad del juego mismo. El que no se toma
en serio el juego es un aguafiestas. El modo de ser del juego no permite que el
jugador se comporte respecto de él como respecto de un objeto. El jugador sabe
muy bien lo que es el juego, y lo que hace no es más que juego; lo que no sabe
es lo que sabe.”[1]
Fotos
La foto es un congelamiento de una situación. La misma puede ser tomada
como objeto o medio, es decir, puede funcionar como lugar de llegada o como
punto de partida. Vamos al ejemplo, si partimos del ejercicio de la plaza o el
museo, congelar la situación en uno u otro momento determinado y señalar que el
mismo es una foto de situación, nos permitirá trabajar sobre: registro propio
(corporal, estado anímico, situación espacial); registro del conjunto,
valorización del todo; pequeños cambios que no me modifican por completo, pero
suman a la totalidad.
RPD. Acerca del
diagnóstico: este ejercicio es muy importante Para poder realizar
rápidamente un diagnóstico del momento grupal.
Recordar siempre que estamos observando hoy en el aquí y ahora, es decir,
no Podemos tomar esta observación como definitiva, pero sí debemos tener en
cuenta los actos reiterados y poder señalarlos en el espacio de reflexión. Dado
que nos encontramos en un proceso de formación, toda señal de reiteración, ya
sea formal o de contenido, nos está hablando de clisés, estereotipos,
anquilosamientos y por sobre todo de temor a romper con lo conocido. No
olvidemos que la palabra experimentar significa salirse del propio perímetro.
Todo proceso de aprendizaje es doloroso porque debemos abandonar lo conocido
para incorporar lo nuevo que a su vez va a ser abandonado en poco tiempo, pero
para que esto no nos suene desesperante recordemos que comenzar a abandonar lo
conocido es una buena señal de que estamos en el proceso. Sin proceso no hay
aprendizaje.
33 ‑ El fotógrafo: una vez realizada una foto cualquiera, uno de los
participantes puede salir y observarla desde afuera, como si fuese a sacar la
foto. Este paso se puede realizar tantas veces como se quiera, lo importante es
que cuando uno sale, la foto se modifique lo menos posible. De esta forma el
fotógrafo podrá observar al grupo y su relación con el mismo, registrando el
espacio que dejó vacío. Otra variante es que el espacio que él dejó sea copiado
y ocupado por el coordinador.
¿Se puede construir una historia partiendo de una foto? Sí y es muy fácil.
Si pensamos a una foto como la detención de una situación del aquí y ahora.
34 ‑ Tres actos: el grupo se divide en subgrupos de entre 5 y 6
personas cada uno. Cada subgrupo recibirá una foto (ésta puede ser alguna de
las creadas por el grupo en otro ejercicio o una foto traída por el
coordinador, ya sea tanto una real, de revistas, de diarios, cuadros, etc.),
luego, cada subgrupo intentará reproducirla. Después se mostrarán y por último
se les pedirá que compongan dos fotos más para construir una historia.
A ‑ Ésta estará relacionada con el antes, con los
antecedentes, con las causas, con las circunstancias que desencadenaron los
acontecimientos o son el origen de la foto que tenemos.
B ‑ Es la foto que tenemos.
C ‑ Es la foto de las consecuencias posibles o el
resultado del acontecimiento de la foto B.
Pidámosle al grupo que: 1) realice estas tres fotos y que las muestre o que
relate la primera, muestre la segunda y relate la tercera. Esto puede
organizarse en todas las variantes posibles; 2) luego del relato de las tres,
pueden tomar al resto del grupo y dirigirlo en el armado de las dos fotos
restantes; 3) después del punto 2, cada grupo, a su vez, debe armar
antecedentes y otras posibles consecuencias de esa foto que les tocó; 4) este
ejercicio puede concluir acá o se puede desarrollar a partir de la acción. (Ver
ejercicio “improvisación a partir de una foto”).
Como vemos A, B, y C responden respectivamente a introducción, nudo y desenlace,
y a su vez forman una estructura, de modo que al alterar uno de estos elementos
se alteran los otros dos. Desde aquí tenemos un punto de partida para trabajar,
por medio del juego teatral, todo lo referente a otros contenidos, como ser: la
prevención de accidentes, catástrofes, epidemias, determinadas conductas,
problemáticas grupales y/o institucionales, vinculares, etc.
A partir de aquí, el docente puede implementar su creatividad para
continuar acorde con su propósito.
35 ‑ La fotonovela: se divide al grupo en tres subgrupos, formando un
triángulo en el salón, de modo que todos puedan visualizarse. Se determina de
antemano cuál va a ser el orden cronológico por el que cada subgrupo deberá
responder. Es decir: el grupo 1 será origen de la situación, grupo 2 qué pasó
después, grupo 3 el final. La dinámica del trabajo consiste en que el
coordinador señala a un grupo y éste rápidamente debe armar una foto de una
situación, luego el coordinador señalará a otro grupo, que según su ubicación
armará la foto que corresponda, luego armará la suya el grupo restante. De esta
manera con las tres fotos armadas deberemos ver la secuencia de la situación.
Una progresión de este ejercicio es dividir al grupo en siete u ocho
subgrupos de no más de tres integrantes. Se ubican todos en ronda y se les
asigna el orden cronológico, luego el coordinador señalará a un subgrupo
cualquiera para que arme una foto y así irá designando, sin seguir ningún orden
específico, a los demás, hasta que se concluya toda la secuencia.
36 ‑ El álbum familiar: una vez divididos en subgrupos, el
coordinador hará de fotógrafo y les pedirá que en pocos segundos armen una de
las siguientes fotos: un nacimiento; la primera visita al zoo; visita a los
parientes lejanos; la llegada de mi hermanito; el casamiento de mi hermano; las
mejores vacaciones; cuando terminé la primaria, etc.
Luego el grupo elegirá una foto y la jugará dramáticamente.
RPD. Acerca del
juego teatral: nos encontramos en una nueva instancia del proceso.
Esta simple actividad nos permite ingresar en el juego teatral, es decir, si
dividimos al grupo en subgrupos, al mostrar el trabajo tenemos ejecutantes y
espectadores. Comenzamos con el juego dramático, que es siempre simultáneo y
colectivo, y pasamos al trabajo en subgrupos donde se desdoblan los roles. A
medida que se sale del juego dramático se profundiza en la exposición, debido a
que hay un par que nos observa. Una de las grandes diferencias entre el juego
dramático y el juego teatral es que en el primero sólo hacemos, en cambio en el
segundo hacemos y mostramos.
La adaptación
37 ‑ El semejante: le pedimos al grupo que se separe en subgrupos a
partir de las diferentes consignas y que se registren una vez conformados.
Posibles consignas: número de calzado. El grupo se mueve y se conforman varios
subgrupos; éstos pueden ser de varios, uno o ninguno. Cuando están
seleccionados, el coordinador los recorre y los presenta al resto. Luego,
simulando que la cantidad de grupos formados no le sirve para iniciar el juego
vuelve a consignar distraídamente que se dividan por: color de ojos. Se les
señala la importancia de la exactitud en la selección. Luego del recorrido y la
presentación, siempre en forma distraída, vuelve a señalar que tampoco esta
selección le sirve. Entonces vuelve a pedirles que se dividan por: cuadro de
fútbol; comida preferida; estatura; color predominante de la ropa; barrio en el
que viven; música preferida, etc.
Reflexión final del juego: se le explica al grupo que este juego llamado
del semejante, lo realizamos porque de alguna manera es la base filosófica de
nuestro trabajo. Dado que algunas veces estuvimos junto a otros, otras veces
con los mismos o siempre con distintos y quizá en alguna ocasión estuvimos
solos, así como también en la vida. Este juego nos sirve para demostrar lo que
nos va a pasar haciendo y aprendiendo juntos Teatro. Uno va a aprender del
otro, porque todos tenemos algo en común con todos. Si jugáramos con la
humanidad toda a infinitos grupos es muy probable que estemos unidos en
diferentes situaciones. Uno es semejante al otro y el otro es semejante a mí.
Todos tenemos cosas para aprender tanto de uno mismo y de los otros, como los
otros tienen para aprender de mí. Esta reflexión nos sirve para que ante el
desdoblamiento de roles (los que hacen y los que miran) no queden los
observadores en un rol pasivo y crítico.
RPD. Acerca de la
adaptación: es una conducta compleja en la que intervienen la
asimilación y la acomodación, pero este tipo particular de adaptación que
buscamos debe realizarse en forma inmediata, instantánea y espontánea, es decir
me adapto a un estímulo externo en aquí y ahora. El docente debe promover la
desracionalización de la adaptación. Este contenido se debe desarrollar y
profundizar permanentemente. A cada invitación de juego que me propone un
compañero yo me adapto para poder jugar. Adaptarse, por ende, es también
desarrollar la escucha, la entrega, la complicidad, la interacción.
El proceso de adaptación, si bien lo utilizamos en nuestra vida cotidiana,
sin valorarlo demasiado, es un proceso, como decíamos antes, por demás
complejo. Ya que cuando me encuentro jugando en el aquí y ahora estoy
recibiendo innumerable cantidad de estímulos. Éstos pueden provenir del otro,
del entorno o de mí mismo. Lo importante en este caso es no desmerecer ningún
orden de estímulos sino permitir que en el fragor de la batalla se desarrolle
esa selección particular y original. Por lo tanto no puedo prever la reacción,
ni como docente la debo sugerir. Ya que las posibilidades de reacción
propuestas por un observador externo a la situación siempre partirán de un
punto de vista absolutamente diferente del que está trabajando una situación
determinada. En todo proceso de adaptación quizá lo único que debamos priorizar
es la adaptación física, ya que el cuerpo responderá al estímulo con mayor
rapidez y verdad que nuestro pensamiento, construcción mental o proyecto. Si
hilamos fino este proceso, veremos que la ruta es: recibo, me modifico,
reacciono, propongo. Es decir no entendamos la adaptación como algo pasivo,
sino por el contrario es pura actividad. Es una reacción que dispone para y
propone que. El objetivo último de la adaptación es entrenarla para que esta
funcione en la improvisación. Es decir, de la adaptación espontánea a la
adaptación creativa.
38 ‑ Artesanos: le pedimos al grupo que se separe (según la cantidad
de participantes) en 3 6 4 subgrupos, por ejemplo de acuerdo con el último
número de su documento, es decir del 0 al 3, del 4 al 6 y del 7 al 9. En este
ejercicio participarán todos simultáneamente. Una vez conformados los subgrupos
proponemos que realicen en el menor tiempo posible, lo siguiente: (para
optimizar este trabajo debemos Priorizar el factor tiempo, es decir el docente
debe responder a toda pregunta con el tiempo que les resta para la
presentación. Deben crear formas en conjunto sin demasiada racionalización. El
factor tiempo limitado, predispone al contacto, la relación y la interacción
con sus Pares sin que interfieran demasiado el cuestionamiento y la
autocrítica) Por ejemplo: tienen 10 segundos para construir: el número 8 (los
integrantes nos miran con asombro, otros pueden preguntar cómo hacerlo y
algunas otras preguntas a las que contestaremos mirando el reloj, respondiendo
que lo hagan como quieran y que el tiempo corre). Finalizan el armado cuando
logran la quietud. Sin modificar demasiado la estructura armada, los grupos
deben observar la construcción de sus compañeros. Luego se les pide que armen:
un número de dos dígitos; una letra; un triángulo; un cuchillo y un tenedor; un
tubo de pasta dental con la tapita afuera; la cara interior de la puerta de una
heladera. (Como sugerencia se puede agregar un reportaje a cada uno de los
integrantes preguntándole qué objeto representa).
Otra variante de este ejercicio es la representación de objetos
abstractos o imágenes, por ejemplo: un paisaje lunar; el fondo del mar; una
nave extraterrestre; una prisionera atada al mástil de un buque corsario; el
resultado de una búsqueda agotadora; la soledad en una selva tropical de
altura; el primer amor en un día de eclipse solar; un almanaque de gomería, mes
de octubre.
El desarrollo de esta actividad puede finalizar en la presentación de las fotos
recién armadas o bien podemos continuarla pidiéndoles que esta foto se
transforme en una situación, con lo cual comenzamos a trabajar la
improvisación, o sea la foto como punto de partida para construir una historia.
(Ver ejercicios: Tres actos o Improvisación a partir de una foto).
39 ‑ Uno y uno: se le pide al grupo que recorra el espacio de
trabajo, pudiendo agregar como consigna todas las variantes posibles para los
diferentes tipos de desplazamiento. En un momento determinado, el coordinador
pedirá que se agrupen por parejas y que realicen los siguientes roles. Luego de
cada realización se hace un cambio de roles y luego un cambio de pareja para
realizar la nueva propuesta, las parejas no se pueden repetir. Por ejemplo: uno
es carretilla el otro jardinero; uno es el perro y el otro es el paseador; uno
es el barrilete y el otro es el niño; uno es el ramo de flores y el otro va a
ver a su novia; uno es bicicleta y el otro da un paseo; uno es pescado y el
otro es pescador.
40 ‑ La
Cárcova : se disponen en
parejas. Uno hará de escultor y el otro de material. Este último empezará de la
posición lo más compactada posible en el piso. El escultor deberá ir trabajando
el material con el mayor de los cuidados y con u una dedicación especial para
llegar finalmente a realizar su obra de arte más sutil.
41 ‑ La máquina: se divide al grupo en subgrupos de igual cantidad de
integrantes, entre 4 y 8 es la cantidad ideal. Luego se le pide a cada subgrupo
que investigue primero, en forma individual, una secuencia de movimientos.
Luego, grupalmente deben enlazarlos manteniendo la secuencia propia y creando
así una del conjunto.
Si es necesario pueden agregar movimientos de empalme. También se les
permitirá incorporar sonidos a estos movimientos construyendo una sinfonía
industrial. Se les pide por último que elaboren un producto, por ejemplo:
máquina de soñar; fabricadora de besos; envasadora de afecto. Luego presentarán
la máquina al resto del grupo.
Como variante, a partir del cambio de dinámica se pueden juntar dos subgrupos
y que construyan una hibridación de las máquinas anteriores. otros estímulos
posibles son: cambiar su velocidad, envejecerla lubricarla, etc.
42 ‑ El orador: se disponen en parejas, uno parado detrás del otro. El
de adelante cruza sus manos en la espalda, el último pasa su manos por el hueco
que deja el de adelante con los brazos. Luego el primero comienza a hablar y el
segundo gesticulará con sus mano acorde o no con el discurso del primero.
Ejemplo posibles de discursos: venta de un producto en el colectivo; pedido de
empleo; disculpas a una novia o novio engañado; chiste; salmo de la misa del
domingo; relato de una pesadilla.
Como variante de este ejercicio se le puede pedir al orador que coloque en
ambas manos un calzado simulando los pies de un enano.
Es aconsejable que se arrodille o trabaje apoyado sobre una mes como
también que utilice una tela o un saco grande para esconder ambos. Este
ejercicio es conocido como el enano.
43 ‑ La lucha: por parejas y bajo la consigna de que no deben
tocarse se comienza un enfrentamiento de karate, donde cada contrincante debe
reaccionar al estímulo del golpe o patada de su compañero desde la zona a la
que supuestamente fue dirigido. La dinámica es golpe, recepción, reacción. Por
lo que debe realizarse de a uno por vez. Por lo general tanto a la recepción
como a la reacción se les agrega sonido.
44 ‑ La lucha y la velocidad: el desarrollo es similar al del
ejercicio anterior, pero en algún momento uno de los integrantes de la pareja
cambia la velocidad (cámara lenta, cámara rápida, normal) y el otro debe
adaptarse para luego, cuando él lo decida cambiar. Otra variante es provocar
mayor distancia entre los luchadores e ir jugando entre la máxima y mínima
distancias posibles.
45 ‑ La lucha de película: con la misma dinámica, pero se les
propone que exageren al máximo todos los movimientos, dándoles un carácter de
falsa teatralidad. Luego pueden incorporarle sonidos.
46 ‑ Hoy presentamos: dispuesto el grupo en ronda, uno
entra al centro de la misma y presenta a un personaje (que debe ser un sujeto o
un objeto al que le agregará una cualidad, por ejemplo: el gusano resfriado, la
viuda desesperada, el ladrillo partido, etc.). En su presentación señala a un
compañero de la ronda, éste a su vez deberá adaptar gesto, cuerpo y voz del
personaje sugerido e ingresar al centro de la ronda, para reemplazar a su
presentador. Una vez en el centro, deberá presentarse brevemente y anunciar al
próximo personaje. Así sucesivamente.
RPD. Acerca de la
disponibilidad: la disponibilidad es una instancia fundamental en
este tipo de trabajos. Consiste en despojarse de la calle (con todo lo que eso
implica: problemas, mal humor, pensamientos extraclase, ropa de trabajo,
cansancio, etc.). Como vemos es una ruptura entre el afuera y el adentro de la
clase, que es lo que nos permitirá entrar en la tarea propiamente dicha. Con
esto no queremos decir que para realizar este trabajo debamos entrar en un
estado zen o alpha o como se quiera llamar. Recordemos siempre que somos la
materia prima de nuestra investigación. Con defectos y virtudes. Pero es
preciso conectarse placenteramente con lo nuevo, es por eso que planteamos
ejercicios, que se pueden considerar como pre‑tarea para “predisponernos”. Esta
predisposición es física, mental y emocional, por esto, al planificarla debemos
tener en cuenta que involucre al sujeto por entero. Planificar la
disponibilidad puede partir de pedirles que se cambien de ropa para trabajar
más cómodos (ropa suelta, que se pueda ensuciar, pies descalzos, sin
ornamentos, etc.), o esperar al grupo con música (que puede ser la misma
siempre para que funcione como signo de comienzo) o que encuentren un lugar en
el espacio y comiencen a estirarse, desperezarse, que aflojen articulaciones,
se conecten con la respiración, etc. Si bien en un inicio esta pre‑tarea debe
estar conducida por el coordinador, la idea es que cada uno vaya buscando su
forma y que en el transcurso del ciclo de trabajo se independice y se
predisponga solo. Por estas razones es que la disponibilidad se debe comenzar a
trabajar desde el inicio del caldeamiento.
47 ‑ ¿Está tu estatua?: le pedimos al grupo que se desplace
por el salón al ritmo de un pandero (ejecutado por el coordinador). Cuando éste
se detiene, todos deben realizar un stop, generando una estatua. Cada
integrante al congelar debe titular su estatua; sin modificar demasiado su
estatua debe observar a los compañeros que estén ubicados en el recorrido de su
mirada y sólo para sí, titularlas. Esta secuencia también se repite varias
veces. En un tercer momento vuelven a congelar y titulan la estatua del otro,
pero ahora, de a uno por vez, se desplazan hasta un compañero y en voz baja le
cuentan el título de esa estatua.
Luego de realizar estas operaciones durante tres o cuatro veces, les
pedimos que se agrupen en subgrupos. Cada subgrupo, al reunirse, debe contarse
los diferentes títulos que recibió durante el trabajo anterior. Con esos datos
deben armar una historia que debe ser contada por todos los integrantes.
En el momento de contar, se le pide a cada grupo que lo haga con
determinada característica. Por ejemplo: conductores de programa de
entretenimiento infantil a un grupo de chicos muy chiquitos; coordinadores de
clase de meditación; periodistas de programa de noticias sensacionalista;
generales del ejército en operación de combate, relatores de fútbol mexicanos,
etc.
Como variante de este ejercicio podemos ver “variantes de stop” en stop en
“como si”
¿Qué diferencia hay entre una estatua y una foto?
La foto implica un recorte de una situación, sugiere un antes y un después,
mientras que la estatua no necesariamente contiene estas características.
48 ‑ Abiertos y cerrados: se divide al grupo en dos, un grupo
permanece en detención, el otro realizará una serie de movimientos abiertos
(con las extremidades alejándose de la columna). A un stop del coordinador,
congelan y el otro grupo debe recorrer los espacios que quedaron entre
compañeros y de los compañeros. Nuevamente stop. El Primer grupo queda
congelado en la postura anterior (abiertos), el segundo grupo realiza
movimientos abiertos tratando de ganar espacio. Al stop congelan y el otro
grupo repite la dinámica. Luego lo mismo Pero con movimientos cerrados
(aquellos movimientos en donde las extremidades se acercan a la columna). En un
tercer momento se les Pide que creen posturas mixtas (parte del cuerpo abierta
y otra cerrada). Por último se le pide al grupo que interactúe simultáneamente
tratando de complementarse espacialmente.
49 ‑ La radio: se realiza en grupos de a cuatro, donde tres se
colocan en línea de frente al resto del grupo que observa y el cuarto se coloca
a sus espaldas. El grupo de tres hará de estaciones y el cuarto hará de dial.
Cada uno de los tres debe elegir una emisora respetando las características de
la misma. A medida que se desplaza el dial, las emisoras funcionarán de acuerdo
con su programación. Si el dial se desplaza hacia una cuarta emisora ésta debe
ser ocupada por la primera y debe tener otras características.
50 ‑ El hospital: dispuestos todos en ronda, el coordinador reparte a
cada uno de los integrantes, roles, funciones o elementos característicos de un
hospital. Luego comenzará a relatar una historia donde intervengan todos estos
personajes; a medida que se los nombra, pasarán al centro de la ronda y con
sólo un gesto o un movimiento lo representarán. Luego vuelven a su lugar. Cada
vez que pasan deberán renovar el gesto. Así como el hospital, se puede buscar
cualquier otro lugar que aglutine roles, funciones y elementos. A modo de
ejemplo los personajes de la historia del hospital pueden ser los siguientes:
doctores; enfermeros; camillas; sangre; medicamentos; ambulancia; estetoscopio;
hepatitis; virus.
51 ‑ El megaevento: a partir del stop temático podemos pedirle al grupo
que construya un museo de.... una feria, una exposición, en el que un
integrante hará de presentador, rematador o experto. Este rol debe ser
rotativo.
52 ‑ El subastador. por parejas, uno es el subastador, que a medida que
define al objeto de arte que está ofreciendo, el otro debe ir componiéndolo.
53 ‑ Sinfín de estatuas: en ronda de a uno pasan al centro.
Éste hace una estatua, los demás lo imitan.
54 ‑ La lupa que exagera: como variante del ejercicio
anterior, luego de que uno mostró su estatua, la congela, pasa otro y exagera
una característica de, la estatua anterior, es decir, como poniendo una lupa
sobre una característica que le llamó la atención, la exagera; así
sucesivamente se realiza una cadena de exageraciones. La longitud de esta
cadena la evaluará el docente según el nivel de trabajo del grupo esa clase.
Creación de objetos
Una de las formas más antiguas del teatro es la imitación. En la antigüedad
los hombres utilizaban la mimesis para sobrevivir, ya sea para camuflarse o
para confundirse en la naturaleza, como para cazar un animal, dado que imitando
sus movimientos podían construir la estrategia de la caza del mismo. Una manera
de apropiarse de las cosas es imitándolas. Recordemos que Piaget en el
desarrollo de su teoría propone que el aprendizaje del niño se realiza desde la
génesis de la imitación.
Un caso particular y representativo es el de Grecia donde el teatro surge
de la representación humana del dios Pan. Es aquí en las fiestas dionisíacas
donde el culto da origen al teatro. El teatro ha sobrevivido gracias a la
composición de nuevos arquetipos. Es decir, el proceso de imitación nace en el
intento de copiar un elemento concreto y real o uno abstracto o imaginario como
forma de apropiarse del mundo.
RPD. Acerca de la creación de objetos: por estas razones, cuando
comenzamos a trabajar con la imitación, podemos recurrir a dos caminos
diferentes. Uno tiene que ver con la imitación de objetos concretos, de los
cuales podemos optar por objetos reales presentes u objetos reales ausentes.
Un ejemplo: podemos pedirle al alumno que se pare frente a una silla, la
observe, la toque, la huela, la mueva, reconozca todas las características
posibles, “la explore” y luego involucrando todo su cuerpo la imite. Otra
posibilidad es pedirle al alumno que imite un caballo. En este caso, obviamente
no traemos el caballo a la clase, pero tomamos en cuenta que todos alguna vez
tuvimos contacto con un caballo, ya sea directamente o a través de una imagen.
Vale aclarar que cuando el trabajo se desarrolla con el objeto presente, el
alumno va a recorrer la siguiente ruta: concentra su atención en el objeto, se
relaciona con el mismo, lo cual va a modificarlo. Estas impresiones se guardan
en su memoria y con éstas compone. En el caso del objeto ausente el alumno
recurre a su memoria esta va a brindarle imágenes sensoriales, es decir él
recuerda sensaciones pasadas, lo que comúnmente se denomina memoria sensorial y
con esto compone.
55 ‑ Juego de los 7 errores: dos grupos enfrentados en dos
hileras. Cada uno observa detenidamente, tratando de obtener la mayor información
posible, al compañero de enfrente. Luego la hilera que observó (pasado un
tiempo acordado) se da vuelta (sin espiar al compañero antes observado). El
observado debe modificar 7 cosas, que pueden ser: el lugar, objetos
ornamentales, ropas, postura, etc. y congelar. El otro voltea a la señal del
coordinador y en un tiempo especificado debe enunciar los 7 cambios de su
compañero. Luego viceversa, pudiendo computar por grupo aciertos y errores.
56 ‑ Cadena de acciones: para desarrollar la atención y la
memoria. A la vista de todos los integrantes, frente a ellos, se colocan una
serie de elementos sin necesaria relación entre sí, por ejemplo: un teléfono,
anteojos, una peluca, un zapato, una olla, un revólver, una taza, una revista,
etc.
La secuencia se realiza de la siguiente manera: pasa un integrante toma un
elemento y acciona con él, luego el segundo repito la acción del primero, toma
otro elemento y realiza una acción con éste y así sucesivamente. Si alguien se
equivoca, se comienza una nueva serie. En el caso de que el grupo tenga un alto
grado de concentración y se agoten todos los elementos, deberán continuar la
serie otorgándole otra acción a un mismo elemento.
57 ‑ Los arquitectos: la mitad del grupo sale de la sala,
mientras el resto compone una instalación (creación de un espacio determinado).
El grupo de afuera entra y la observa, luego vuelve a salir y los compañeros
modifican uno o más elementos de esta estructura, los otros vuelven a ingresar
y deben reconocer los cambios. Esta experiencia se puede realizar gran cantidad
de veces sutilizando las propuestas.
58 ‑ Braille: observación interna o registro. El trabajo se
desarrolla en parejas, de a uno por vez o en una serie de tres o cuatro
ejercicios cada uno. Consiste en que uno ofrece la palma de su mano al otro,
éste escribe con su dedo una letra en la palma del compañero (obviamente el que
dio la mano debe mirar para otro lado) para que este adivine cuál es. El
ejercicio se puede continuar con números, palabras cortas en otras zonas del cuerpo
(espalda, antebrazo, frente, pierna, etc.) Se recomienda con cuidado, cariño y
respeto, borrar lo antes escrito. Se puede pautar de antemano la posibilidad de
uno o más intentos.
59 ‑ Tomando medidas: dos grupos enfrentados a la mayor
distancia que permita el salón de trabajo. Uno frente a otro. Uno debe extender
el dedo índice y apuntar a la nariz del compañero de enfrente. Este último debe
guiar al otro respecto de la altura exacta de su nariz. Recién cuando esté
seguro de que la punta de su nariz y el dedo del compañero coinciden, le pide
que lo fije y comienza a avanzar sin modificar su altura o la posición de su
cabeza hasta hacer coincidir dedo y nariz (podemos intentarlo varias veces).
otra medición que podemos hacer es la altura, también el ancho de hombros, el
de cadera.
60 ‑ Las marcas: una variante del anterior es la posibilidad de hacer
las mediciones, pero esta vez con elementos, es decir observo a mi compañero de
pie y luego tomo dos elementos y los dispongo en el piso de manera tal que
limiten el espacio que ocuparía a lo largo, mi compañero acostado. Luego
verifican.
61 ‑ Rondas de imitación
Sonora: de a uno por vez, reproducen un ritmo que luego todo
el grupo en conjunto deberá imitar. s importante que los sonidos no sean sólo
vocales, sino también percusivos involucrando diferentes partes del cuerpo, la
pared, el piso, etc.
De movimiento: se realiza la misma dinámica que en el ejemplo
anterior, pero esta vez poniendo el acento en el movimiento. Este trabajo se
puede complejizar combinando sonido y movimiento.
De animales: misma dinámica que los anteriores, a las que se
pueden agregar distintas tipologías. Por ejemplo mamíferos, insectos voladores,
prehistóricos, de granja, acuáticos, etc.
De actividades: igual dinámica que los anteriores, sólo que esta vez,
al pasar, realizarán una acción. Por ejemplo: pescar un pez gigante, sembrar
espantando pájaros, acunar a una hormiga, hacer una tortilla de huevos de
ñandú, etc.
62 ‑ Te regalo: todos en ronda. Pasa un compañero y realiza una
acción con un elemento imaginario, luego se lo regala a otro de la ronda. Éste
pasa al centro y acciona con el elemento, esta vez no imita la acción del
compañero anterior, sino que propone una diferente con el mismo objeto. Para
terminar su secuencia guarda su regalo y crea otro elemento a partir de la
acción para luego regalárselo a otro compañero. Así sucesivamente.
La acción
Antes de comenzar a hablar de la acción,
debemos tomar en cuenta que dentro del terreno teatral la palabra acción
identifica diferentes conceptos. Para aclaramos vamos a definir qué es acción
para nosotros en esta instancia. Acción es manifestar, poner afuera, acción es
siempre reacción a... es hacer psicomotrizmente. La acción es siempre
transformadora, de no serlo es un simple movimiento. Según Zajava:
La acción escénica es todo acto
consciente y voluntario, tendiente a un fin.
Antiguamente cuando se planteaba el trabajo de improvisación o sobre una
escena determinada, lo primero que se buscaba era cuál era el objetivo del
personaje. Se entendía que este objetivo se llevaba adelante a partir de las
acciones. Para este fin se utilizaban diferentes recursos didácticos. Uno de
ellos y quizá el más común era “la lista de acciones”. Ahora bien, ¿por qué
este recurso quedó en el pasado? Planteamos el objetivo no hacía más que
anquilosamos en una idea, por lo tanto el concepto de improvisación como
búsqueda, quedaba tapado por esta necesidad necia de lograr cumplir el
objetivo. Algo parecido sucedía con “la lista de acciones”, dado que planificar
de antemano que es lo que voy a hacer, me limitaba cuando me encontraba en la
mitad de un suceso y a su vez negaba la definición de acción, que requiere
claramente de un “aquí y ahora”. Según el Prof. Raúl Serrano:
“Se trata de una acción física de
neto carácter transformador de la situación presente. No se trata de un plan
que pueda realizarse en el futuro lejano. La acción física es la herramienta
inmediata para el aquí y ahora. Todas las acciones se conjugan en presente del
indicativo”.[2]
Cuando se hablaba de conflicto, se discriminaban tres categorías: el
conflicto con uno mismo o conflicto interno, el conflicto con el otro y el
conflicto con el entorno. En la actualidad y gracias al aporte reflexivo del
Prof. Raúl Serrano, acordamos que sólo existe un tipo de conflicto posible. Que
es el juego de oposición entre “lo que quiero” (pulsión animal) y “lo que debo”
(mandato social o deber ser).
“Así mismo el conflicto, desde el punto
de vista técnico, aparece como el choque o coalición entre dos o más fuerzas y
no simplemente como una situación afligente o dolorosa, o aun un estado de duda
o indecisión mental. No se trata para el actor de comprender o pensar en dos
caminos o enfrentamientos. Se trata de la disposición corporal que prepara y
aún introduce al actor en una disputa real”.[3]
No se debe priorizar la resolución del conflicto, sino su tránsito. Debemos
siempre respetar el hecho de que en el camino teatral siempre debemos hacer
para conocer y no esperar conocer para hacer.
Un contra ejemplo: “solicitamos a dos alumnos que pasen a trabajar. A
éstos les planteamos una situación conflictiva. Por ejemplo: son dos hermanos,
cada uno necesita imperiosamente el total de la cantidad ahorrada por ambos,
que guardan bajo el colchón. Ninguno de los dos puede irse sin ese dinero.
Luego de este planteo les pedimos a otros cuatro alumnos que jueguen el rol de
las conciencias de uno y otro. Es decir, respectivamente cada hermano tendrá un
debo y un quiero como conciencia personal. Las conciencias sólo pueden
hablarles sin llegar al contacto físico. A partir de esto permitimos que se
desarrolle la
Improvisación. En una segunda instancia podemos pedirles a
las conciencias que se retiren y volvemos a improvisar la situación. Tratando
de que ambos hermanos tengan intemalizadas las voces de los quieros y los
debos.”.
Este ejemplo tan común en los libros de ejercitación, tiene como
inconveniente que quizá sin quererlo el docente está transmitiendo un concepto
equivocado. A saber, el conflicto en su desarrollo de oposición entre el quiero
y el debo es siempre físico, es decir no es racional, nunca podemos organizarlo
a priori, no existe plan posible, no puedo plantear de antemano las acciones
que voy a desarrollar para transitar mi objetivo. Por el contrario, la
improvisación es un suceso inscripto en el aquí y ahora, todo lo que sucede
debe sorprenderme. Por este motivo cuando comenzamos a hablar de acción la
valoramos como reacción. Es decir es la respuesta posible y, como veremos más
adelante creativa, frente a una acción inesperada en el contexto de una
estructura preestablecida.
Vayamos a otro ejemplo: “convocamos a dos alumnos para trabajar. Los
enfrentamos a una distancia de un metro y les plantearnos que sólo uno de ellos
debe quedar de pie, cuentan para este desarrollo con dos minutos.”.
Sin lugar a dudas, al escuchar el planteo los alumnos organizarán un plan
de acción, pero la ventaja de este tipo de ejercicios es que al comenzar el
mismo, la acción del compañero va a destruir de plano el plan del otro, éste lo
olvidará frente a la indiscutible necesidad de accionar en el aquí y ahora.
Aclaremos que el hecho de trabajar en el aquí y ahora no es una actividad
irracional, ya que el alumno nunca olvidará que está en clase, que se trata de
un ejercicio y no de una riña callejera, que sus valores morales, éticos y de
costumbres, le impedirán matar a su compañero o lastimarlo. Es decir es el
encuadre el que nos protege y el que nos permite jugar el “como sí”
La atención
Podríamos pensar en una progresión para desarrollar la atención, partiendo
de la mirada. Ver es la posibilidad que nos brinda, nuestro sentido ocular.
Mirar es direccionar hacia algún sector de nuestro campo visual. Observar es
focalizar la mirada con un fin determinado Atender es estar a la expectativa
para reaccionar ante un estímulo determinado. Concentrar es centrar la atención
en algo.
Podríamos agregar para estos dos últimos casos atender y concentrar, que no
necesariamente involucran sólo la mirada.
63 ‑ El aplausómetro: el coordinador le pide al grupo que
realice un aplauso fuerte. El grupo lo hace y el coordinador corrige de la
siguiente manera; “Un aplauso fuerte, en principio es un solo aplauso y se debe
hacer mucha fuerza con la cara y con los brazos” (se realiza la imitación de
cuando se va al baño o cuando se sostiene en alto una pesa en un campeonato de
levantamiento de pesas). Luego repetimos todos juntos un aplauso fuerte. El
coordinador establece así un código de juego y vuelve a pedir otro aplauso,
como por ejemplo: un aplauso cerrado. El grupo experimenta y prueba en un
aplauso, formas diversas de cerrarlo. Transcurrida la experimentación, pasamos
a mostrarlos.
Otras variantes de aplausos: pescado; mariposa; bailarina;
pizza; banana.
RPD. Acerca de la estimulación: ¿cuáles
son los límites? Cuando encaramos esta tarea debemos considerar que nuestra
prioridad es la persona. Que lo único trasmisible es la técnica y que ésta,
como tal, nos sirve como margen para ensanchar nuestros propios límites. Así
escrito parece difícil de entender o contradictorio, pero en realidad éste es
el único sentido de aprender una técnica. La misma debe siempre servir para
reconocernos, desarrollamos y descubrimos, es decir sorprendemos con nuestra
propia creatividad. El teatro no nos brinda modelos preestablecidos, no hay una
forma correcta a priori, sino que por el contrario es siempre un descubrir la
forma nueva, “ésa que construí hoy en este contexto”. Por este motivo el rol
del docente frente a la estimulación es de relevante importancia. Dado que
desde nuestro rol podemos desarrollar o inhibir la creatividad de la persona.
Es recomendable, entonces, que el docente respete los tiempos de los procesos
de cada integrante y valorice los hallazgos de cada uno.
En cuanto a consignas y criterios es importante que la ejemplificación sólo
cumpla el rol de establecer el código, permitiendo de esta forma el desarrollo
de la creatividad individual y desplazándonos del rol del maestro como modelo
(hacedor perfecto). La creatividad individual se va a ver estimulada en el
contexto grupal al compartir y mostrar la experiencia particular.
Puede suceder que ante una consigna determinada, con sólo enunciar su
“formato o estructura” el grupo demande en un: “No se me ocurre nada”, “No sé
que hacer”, “El otro hizo lo que Yo pensé”, “Necesito mayores sugerencias”,
etc. Pero si lo que pretendemos es que nuestros alumnos adquieran independencia
creativa debemos omitir toda colaboración al respecto, para que se enfrenten a
la necesidad creativa.
“La tradición en el sentido que
nosotros la conocemos, significa rígido. Es una forma rígida, más o menos
obsoleta, reproducida por automatismo. Toda forma es mortal. No hay formas,
empezando por nosotros mismos, que no esté sujeta a la ley natural del
universo: la desaparición. Toda religión, toda comprensión, toda tradición y
toda sabiduría aceptan el nacimiento y la muerte.
El nacimiento es adquirir forma,
cuando montamos una obra de teatro, es inevitable que al comienzo no tenga
forma, son sólo palabras escritas en un papel o ideas. El acontecimiento es dar
forma a la forma, Lo que uno llama trabajo es la búsqueda de la forma adecuada.
La forma no es algo inventado por el director. La
letra escrita por el autor no es una forma sagrada. La forma la da el trabajo
conjunto, en un espacio determinado, en un momento específico en cuanto a lo
político y socio‑cultural, todos estos factores son los padres de la forma.”[4]
Elegimos esta reflexión de Peter Brook dado que consideramos que este libro
no intenta de ningún modo ser un recetario, sino todo lo contrario. Creemos que
cuando ustedes tomen contacto con el material éste les provocará nuevas ideas y
formulaciones para seguir desarrollando. Este Manual intenta ser punto de
partida y no de llegada, simplemente un estímulo organizado para nuevas
creaciones.
64 ‑ El saludador: como variante del anterior, pero cambiando la
dinámica, podemos establecer un nuevo código, con una simple pregunta: ¿conocen
el saludo cardiólogo?
Luego de la experimentación con el antiguo código individual, se procede a
habilitar el nuevo código con el ejemplo siguiente.
Se le da la mano al compañero del al lado y luego al otro, mientras se
presentan diciendo Dr., el nombre propio y agregándole cardiólogo. En la acción
de dar la mano al compañero se aprieta dos veces seguidas “suavemente” simulando
los latidos del corazón. Así sucesivamente con distintas profesiones.
65 ‑ Saludo atentamente: en simultáneo y colectivo se
desplazan todos por el espacio; a la orden de stop del coordinador, le dan la
mano al compañero más cercano diciendo cada uno su nombre. Al segundo stop lo
mi sino, pero agregando también el saludo con la mano izquierda. Al tercer
stop: mano derecha, mano izquierda, hacemos contacto hombro‑hombro (derecho con
derecho, izquierdo con izquierdo), así sucesivamente hasta llegar a una secuencia
que involucre: rodillas, cadera, cabeza‑cola. A cada nuevo encuentro es
conveniente sugerir que agreguen otro dato personal.
66 ‑ Ronda de aplausos: se arma una rueda en la cual
practicamos: aplauso al medio (centrado en el pecho) otro a la derecha y otro a
la izquierda. Una vez que todos los integrantes del grupo reconocen el código,
comenzamos con el juego. El coordinador comienza con un aplauso a la derecha
pasándolo de esta forma al compañero que se encuentra en ese lado, éste a su
vez lo pasará al de su derecha y así sucesivamente. Luego se realiza una ronda
para la izquierda. En la tercera ronda fijamos a dos compañeros que estén
enfrentados, estos tendrán la opción de cambiar el sentido del aplauso. Una
condición importante a partir de esta fase es que nadie puede aplaudir más de
una vez por turno y no se debe repetir el mismo sentido. De esta forma
evitaremos que el juego se concentre en unos pocos.
En la ronda siguiente incorporamos otros dos compañeros con la opción de
modificar el sentido y así en adelante hasta que sea libre para todos la
decisión de cambiar el sentido. Lo cual irá incrementando el nivel de atención.
Es fundamental destacar que quien regirá previamente la elección del
compañero es la mirada. Si ésta no se fija en el compañero elegido es muy
probable que respondan dos o más.
Una vez adquirida práctica en este juego, podemos incorporar el aplauso
hacia delante con lo cuál lo estaría mandando a un compañero que esté enfrente.
Si el grupo es muy numeroso otra opción es que al mandarlo deba decir el
nombre del compañero elegido,
67 ‑ Aplausos dirigidos: como variante del ejercicio
anterior, el primero, antes de mandar el aplauso indica un rubro como por
ejemplo colores, con lo cual todos deberán adaptarse a la propuesta y enunciar un
color previo al aplauso. Otros ejemplos pueden ser países, equipos de fútbol,
profesiones, etc.
En una primera instancia, como en el ejemplo anterior solo habrá dos
elegidos que puedan proponer rubro, luego esto se irá ampliando hasta que todos
puedan cambiar.
68 ‑ A la pelotita: todos en ronda, de pie. Uno arroja una pelotita (lo
ideal es trabajar con pelotas de tenis, que son de fácil manipulación) a otro
compañero, a quien previamente seleccionó con la mirada. El juego consiste en
pasarse la pelota. De esta forma al avanzar el juego se pueden incorporar más
pelotas, dependiendo de la cantidad de integrantes del grupo. Es recomendable
para el éxito del trabajo no incorporar la palabra.
La forma de medir la atención del grupo se registra por la cantidad de
pelotas que se mantienen el aire, es decir que no caen al piso. Si la cantidad
de integrantes es numerosa se recomienda comenzar por cuartetos, luego unir dos
cuartetos y así hasta trabajar con el grupo completo.
69 ‑ El pelotero: se colocan un número igual de participantes en dos
hileras enfrentadas. A una distancia de un metro como mínimo. El coordinador se
instala en una de las puntas de estas dos hileras y señala el recorrido de la
pelota, que es el siguiente: del 1 de la hilera A al 1 de la hilera B, éste al
2 de la hilera A y así sucesivamente. Cuando llega al último de la hilera B se
la pasa al anteúltimo de la hilera A y este al anteúltimo de la hilera B y así
sucesivamente recorrerá el circuito. Una vez lograda la circulación de la
pelota, el coordinador agregará de a una por vez, más pelotas desde los
laterales. Éste es un juego clásico de atención y disociación
70 ‑ Cazador, león y escopeta: todos en ronda. Cuando el
coordinador dice león, hace un gesto de garras con los dos brazos extendidos y con
cara de león. Todos repiten el gesto. Luego, dice escopeta y hace el gesto de
sostener una escopeta. Todos repiten. Cuando dice cazador, se pone la mano en
la frente simulando una visera mirando para todos lados y todos repiten el
gesto.
Ahora el coordinador hace los gestos de cazador, león y escopeta. Todos
deben imitarlo. Luego irá alternando los gestos de los nombres y el grupo
deberá estar atento para no confundirse. Siempre se debe seguir lo que dice y
no lo que hace.
Este juego lo podemos complejizar agregando otros nuevos tres gestos:
Clinton, haciendo el gesto de “yo no fui” cuando le preguntaron por Lewinsky;
Papa, el Papa haciendo un gesto de rezo; Tyson, haciendo en gesto de “en
guardia” de boxeo; la dinámica es la misma que la anterior.
Se complejiza porque ahora hay seis opciones.
71 ‑ El tablón: se realiza por parejas. A cada una se le pide que se
paren enfrentados a una distancia de aproximadamente metro y medio. Se les
sugiere que entre ellos, apoyado en el piso, hay un tablón que deben levantar a
una altura de dos metros. Es importante que este ejercicio se realice en
silencio y que sin ponerse previamente de acuerdo coincidan en el ancho, el
peso y espesor del tablón. Cuando concretan esta etapa podemos agregar que
sobre el tablón hay cuatro copas llenas al ras con líquido y que éstas no se
deben volear. Otra variante del mismo, es trabajar por tríos, entonces mientras
dos lo levantan el tercero debe pasar por debajo o por arriba sin tocarlo. La
pareja decidirá a que altura lo coloca.
72 ‑ Saltando la cuerda: se colocan en dos puntos opuestos y
distantes del salón dos compañeros, éstos tendrán los extremos imaginarios. De
a uno por vez nos de una cuerda, que comenzarán a hacer do hasta que todo el
ingresarán a saltar esta cuerda. Se irán incorporan grupo este saltando con un
ritmo común.
73 ‑ La mudanza: todo el grupo en simultáneo debe descargar, de un
camión imaginario, todos los objetos (también éstos imaginarios) de una mudanza
y en un ambiente. Sin superponer objetos, ni repetirlos, ni chocarse con los
compañeros. Si el grupo es muy numeroso se puede hacer en dos o más subgrupos.
Este ejercicio se puede desarrollar en absoluto silencio o todos juntos
cantando una misma canción.
74 ‑ El equilibrista: todos pegados contra la pared deben
registrar cuál es el punto más lejano y cómo es el recorrido a realizar. Luego
deben cerrar los ojos y comenzar a desplazarse hacia ese punto pegando talón de
un pie con la punta del otro pie (tipo juego del pan y queso). En el caso de
encontrarse con un compañero en el camino no deben desconcentrarlos del
objetivo prefijado. Recién cuando llegan al objetivo deben abrir los ojos.
75 ‑ Ojos bien cerrados: por parejas Uno tendrá el rol de ciego y el otro de lazarillo.
Como su nombre lo indica el ciego deberá mantener sus ojos bien cerrados. El
lazarillo lo llevará hasta otro ciego, cuando se 'encuentran deben tocarse
hasta determinar quien es ese compañero. Cuando lo sabe debe decírselo
susurrando al lazarillo, éste al final del ejercicio confirmará la cantidad de
aciertos. Luego cambian de rol.
RPD. Acerca del registro:
comúnmente denominamos atención a la concentración que implica como sentido a
la vista. Por esta razón, cuando la concentración está dominada por otro
sentido, o el conjunto de dos o más sentidos, la llamamos registro. Vale
aclarar que cuando hablamos de registro podemos categorizarlo en dos instancias
diferentes.
Una está relacionada con el registro interno, recorrida personal o
individual de “cómo estamos” aquí y ahora. Este trabajo es importante tanto
para iniciar la tarea, es decir trabajar la disponibilidad, como al finalizar
la misma, para verificar los cambios producidos por el trabajo. Suele ser
óptimo este trabajo para bajar el nivel de ansiedad delos alumnos frente a las
nuevas propuestas.
Otra está relacionada con el registro externo, que es la manera de abarcar,
conocer o descubrir lo que nos rodea más allá de nuestra mirada. Esta instancia
es la herramienta esencial del actor, por lo tanto debemos prestar especial
atención a su entrenamiento. Es fundamental que entendamos que hay personas que
llegan a nosotros con un mayor desarrollo del registro externo, pero esto no
implica que quienes no lo usen, no lo posean, ya que ésta, como otras tantas
habilidades, es entrenable.
Hablemos un poco más del registro. Registro
es estar presente. Tratemos de
pensar en cualquier animal; este no reafirma su presencia, sólo se encuentra
presente. Su cuerpo es el único intermediario con lo otro. No existe
interpretación, comprensión, ni especulación en cuanto a su relación con el
mundo. Es decir, es y se manifiesta en pura reacción. Se mueve a partir de un
alerta instintivo, dado que todos sus sentidos están únicamente relacionados
con el aquí y ahora.
Registrar es estar presente, es estar al
acecho de la información que llega por un canal que no conozco. Es ser receptor
y emisor con todo mi ser. Ser un cazador de toda nueva información que me llega
aún por canales no racionales. Para aclarar el tema, quizá nos ayude detenemos
en algún ejemplo. Tratemos de centramos en alguna actividad cotidiana que tenga
más que ver con la pulsión animal, que con la racionalidad. Por ejemplo: hacer
el amor (en los tiempos que corren, ésta es una de las únicas actividades
humanas, que mantiene un alto grado de desracionalización, por este motivo
preferimos tomar esta actividad y no otra, pero bien vale el ejemplo, para que
usted se ponga a pensar en otras posibles).
El registro es la acción, su manifestación es la reacción, motor de toda
interacción.
Con la posibilidad del registro no queremos decir que hay que dejar de
pensar, sino que no debemos abandonar el animal que somos.
Registro sonoro
76 ‑ Presas del silencio: todos al mismo tiempo deben caminar
por todo el salón en diferentes direcciones y sentidos, al ritmo de una música
externa; a la interrupción provocada por el coordinador deben detenerse. Luego,
cuando se reinicia la música, también se reinicia el desplazamiento, pero esta
vez, al detenerse la música, deben continuar reproduciendo el ritmo
corporalmente. Así el coordinador irá estimulando con diferentes ritmos
musicales en los sucesivos stops.
77 ‑ Comandos acústicos: por parejas uno se para, con los
brazos sueltos, piernas separadas con la distancia del ancho de los hombros,
ojos abiertos y mirada distendida al frente. El otro debe observar a su
compañero y comenzar a moverlo direccionando sonidos hacia diferentes partes
del cuerpo. Estos sonidos lo modificarán o no. En la medida en que ambos se
entreguen a la tarea comenzará el movimiento y/o desplazamiento.
Otra variante es: a la señal de stop, cambia el emisor. Debemos lograr
una unidad sin rupturas en el cambio de emisor para que esto se convierta en un
juego donde ninguno de los dos esté programando su acción. Uno y otro vana ser
estímulo alternativamente del otro. Se provocará una primera entrada a la
interacción.
78 ‑ Historias de cieguitos: todo el grupo se acuesta en el piso con
los ojos cerrados. Un compañero se para y realiza una secuencia de acciones
sonoras. luego todos se sientan y uno se incorpora y reproduce a su criterio
las acciones planteadas por el primer compañero. Otra opción sería que todos se
incorporen y por parejas uno le muestre al otro la secuencia que él interpretó,
así ambos.
Recordemos que les sonidos pueden realizarse al ser fonados, producidos con
o sobre el cuerpo y/o sobre objetos.
79 ‑ Historias para ser escuchadas: se divide al grupo en 4, a cada subgrupo se le
presenta una situación, como por ejemplo: accidente de tránsito en Corrientes y
9 de Julio a las 12 del mediodía; guardia de un hospital cercano a una
catástrofe; despertar de un día de trabajo; amanecer en el bosque; etc.
A partir de conocer la situación, el grupo deberá recrearla sonoramente,
tomando todos los elementos que encuentra en el salón para crear o producir los
sonidos. Una vez terminado este trabajo se dispondrá el aula en dos sectores
tratando de dividirlos con una cortina o cualquier objeto que no facilite la
mirada de quienes se encuentran detrás. El grupo oculto presentará su situación
sonora, los oyentes luego de realizada la escucha deberán intentar contar la
historia con la mayor cantidad de detalles. Luego el grupo emisor contará a los
demás cuál fue su historia. Así pasarán todos los grupos.
Otra posibilidad de ir complejizando la tarea, es que cada grupo sea autor
sonoro de su propia historia, la mecánica posterior es igual a la anteriormente
planteada.
80 ‑ El demo: el grupo se encuentra dividido en subgrupos. A cada
uno se le solicita que idee una historia sonora y en sus casas la graben en un
casette, pudiendo utilizar para la composición todos los elementos que
encuentren o creen en sus casas. A la clase siguiente, se repartirán los
casettes intercambiándolos por grupos. Éstos deberán llevarse el material y
traer para la clase siguiente la puesta en escena de la situación sonora. Es
importante destacar que el material del casette funcionará como banda sonora de
la situación planteada, es decir no se podrá agregar ni quitar en vivo ningún
sonido o texto. Lo que sí podrán agregar es vestuario, escenografía y elementos
que crean necesarios para la presentación de su trabajo. Luego de la
presentación el grupo creador del casette contará al resto cual fue la
situación original que se plantearon.
81 ‑ El clip: el coordinador traerá de antemano una serie de casettes
con temas musicales (lo importante de este ejercicio es programar el grado de
complejidad musical, partiendo posiblemente de temas con letras en castellano,
fácilmente comprensibles, y ritmos sencillos, luego se puede trabajar con
letras en otro idioma y ritmos o musicalidades más elaborados), dividirá al
grupo en sub‑grupos y entregará a cada uno de ellos un casette y un reproductor
para el mismo, también les otorgará un espacio determinado para trabajar la
siguiente consigna.
Construir un “video clip” para ese tema musical, en el que deberán
participar todos los integrantes del grupo.
El “video clip” durará el mismo tiempo que dura el tema musical.
Transcurrido un tiempo de elaboración, pasamos a mostrar por grupo las
producciones.
82 ‑ Solo en la selva: un compañero con los ojos vendados
se para en el centro del salón. El resto del grupo se dispone por todo el
salón; respetando el de a uno por vez, deberán emitir sonidos de animales. El
del centro, deberá señalar de dónde vino el sonido, nombrar quién lo emitió y
determinar qué animal reprodujo. Si el compañero es descubierto reemplaza al
del centro.
83 ‑ El radar: se dispersa todo el grupo por el salón, mirando todos
para el mismo lado. Frente al grupo, contra la pared se dispondrán tres o
cuatro compañeros. Los mismos tendrán los ojos vendados. Su objetivo será
llegar a la pared opuesta. Los compañeros dispersos funcionarán como boyas o
señales sonoras en el camino. Los más próximos a la salida deben emitir señales
sonoras agudas y continuas, los más lejanos emitirán señales sonoras continuas,
pero graves. Los radares deben atravesar el salón sin chocarse con los
compañeros boyas. De hacerlo reemplazan a la boya y éste pasa a ser radar.
Luego de la primera tanda de radares, se debe cambiar la orientación de las
boyas y el lugar de salida del radar, para que todos tengan oportunidad de
participar.
84 ‑ Misión imposible: todos dispersos en el salón con
ojos vendados y en cualquier posición. El coordinador esconderá en algún lugar
del salón un reloj despertador a cuerda. Guiados por el tic‑tac deben buscarlo.
El primero que lo encuentra se descubre los ojos y lo cambia de lugar. Así
continua el juego.
Integración
85 ‑ Tren de los nudos: se le pide al grupo que forme una
ronda, tomados de las manos, luego, el coordinador abrirá la misma en una
parte, designando a uno de los compañeros cabeza y a otro cola. La cola será el
último vagón o el vagón de cola y el primero la locomotora. Por supuesto que
los vagones no se podrán mover si no son tirados por la locomotora. Esta tiene
como objetivo realizar nudos en el mismo tren, esto implica que en su
desplazamiento se irá enredando, “haciendo nudos” con los demás compañeros. Los
vagones no se pueden soltar y deben seguir fielmente el recorrido de la
locomotora. Esta formación férrea pasará por túneles, puentes, viaductos, rulos
y todo recorrido diseñado por el conductor que atraviese los espacios libres
entre los compañeros. Una vez que por tal madeja la locomotora ya no puede
avanzar se le pide que rehaga el camino a la inversa con el objetivo de desatar
los nudos.
Conformada la ronda inicial, la locomotora pasa a ser vagón de cola y el
primer vagón pasa a ser locomotora.
Si el grupo es muy numeroso, se lo divide en subgrupos. El primer paso
entonces será igual, pero luego se les sugiere que pueden entrelazarse también
con los otros trenes. En otra instancia, como variante de la misma le podemos
pedir al grupo que en ronda tomado de las manos Y sin soltarse, saluden con un
beso a todos los compañeros en el menor tiempo que les sea posible y con el
mayor de los cuidados.
86 ‑ El caracol: se hace una ronda tomados de las manos, se abre la
misma en algún lugar. Luego se le pide al primero que se enrosque alrededor del
compañero contiguo y así sucesivamente. Una vez que el grupo todo quedó en un
abrazo espiralado se le pide al primero, intentando modificar el espiral lo
menos posible, que salga y observe. De esta forma deben ir saliendo todos. Como
variante de este ejercicio se les pide a los que salen, que se integren al espiral
por la periferia, abrazándolo lo más posible.
87 ‑ Ronda de nombres: se distribuyen en ronda y de a uno
por vez deben decir su nombre. En la segunda vuelta, el primero dice su nombre,
el segundo repite el nombre del primero y agrega el suyo, así sucesivamente
hasta que el último debe decir los nombres de todos. En caso de que alguno se
equivoque, se recomienza la ronda en ese punto.
88 ‑ Paseo del nombre: este juego aparece como una
variante de “ronda de nombres” o como progresión del mismo en una sesión
contigua. Todos en ronda, uno debe pasarle su nombre al de al lado de las
siguientes formas: como elementos naturales (agua, tierra, fuego, aire); como
sustancias (oleoso, gaseoso, gomoso, espumoso, etc.); como un animal; con
gestualidad sonora (a carcajadas, llorando, en un suspiro, etc.).
RPD. Acerca de las rondas: es
importante considerar que todo ejercicio debe tender a una buena disponibilidad
hacia la tarea. Por eso los docentes debemos estar atentos a los pequeños
demonios que se infiltran disimuladamente en nuestro trabajo. Éstos, por lo
general, se deben a resistencias hacia lo nuevo y, en el caso específico de la
ronda, se pueden manifestar con un “estoy cansado”, lo que va a implicar que
algunos alumnos tiendan a sentarse en el piso, apoyarse en las paredes,
cruzarse de brazos, etc. Si no prestamos debida atención a estas
manifestaciones de los demonios, estaremos entregándoles en bandeja lo que pudo
haber sido desde la planificación una estupenda clase.
No olvidamos que dentro del teatro la ronda tiene un valor sagrado, quizá
por eso hablamos de demonios. En ronda todos nos podemos ver, no hay nadie
oculto a nuestra mirada, hay una mirada que circula y con una mirada podemos
ver a todo el grupo. Lo “sino sucede con la voz y con la escucha, hay una
circulación grupal y en la medida en que nos vamos conformando como grupo,
entre todos nos cuidamos las espaldas. La ronda puede ser utilizada como
variante en espacios poco adecuados para el trabajo, ya sea por ser reducidos o
por ser extremadamente amplios. Estos últimos, si no se los delimita bien,
pueden ser dispersantes. Obviamente el tamaño de los espacios va a depender
también del grado de entrenamiento en el trabajo de los alumnos.
89 ‑ Vóley: distribuimos al grupo en dos equipos con aproximadamente
la disposición para un partido de vóley (la misma disposición pero con la
cantidad de integrantes que el grupo tenga), creamos el “como si” hubiera una
red que los dividiera. Con el saque característico inicia un compañero tirando
la pelota hacia la otra cancha debiendo decir el nombre del compañero al que va
dirigida. En la cancha una vez recibida la pelota, se deben hacer los tres
pases, siempre enunciando el nombre del compañero que debe tocarla y luego se
pasa hacia el otro lado. Cada vez que un jugador no enuncia el nombre del
receptor se considera punto para el otro equipo o y se le da el saque.
Se puede trabajar con una pelota de verdad, con un globo o con una pelota
imaginaria. Recomendamos respetar esta progresión acorde con las características
de cada grupo.
90 ‑ Vóley cantado: es una variante del anterior, la dinámica del juego
es la misma pero se debe enunciar el nombre cantado como si fuera: ópera;
tango; rap; etc.
91 ‑ Vóley con todo el cuerpo: igual dinámica pero se le agrega
que cada toque de la pelota debe realizarse con cualquier parte del cuerpo,
exceptuando las manos. Otra opción es que no se repitan las mismas partes del
cuerpo con las que se toca la pelota.
92 ‑ La red: existe una infinita gama de juegos con ovillo. Aquí
vamos a arrojar un ejemplo para integrar o romper el hielo. Se dispone al grupo
en ronda y se provee de antemano 3 ovillos de hilo (de cualquier tipo,
preferentemente gruesos y de diferentes colores, lo más común es trabajar con
ovillos de lana).
Entonces el coordinador los reparte o se los entrega a un compañero de la
ronda o empieza él mismo. A cada ovillo se lo designa una característica
determinada, a saber: un color para el nombre de los integrantes; otro color
para enunciar un deseo o una expectativa con relación a uno, al grupo o al
taller–curso; un último para enunciar un temor, un desafío o un propósito.
Se debe llevar un orden para pasar los ovillos. Los compañeros que reciben
el ovillo, antes de enunciar la consigna deben enroscarse el hilo en alguna
parte del cuerpo y así mientras se desarrolla la actividad se va tejiendo una
red. Esta red grupal tiene la característica que necesita de todos para tener
una tensión uniforme, si uno afloja la red se vuelve débil.
Este concepto es primordial para iniciar una tarea grupal, que tiene como
objetivo la creación del “nosotros”. Este concepto, como todos los planteados
en este libro, tiene un carácter procesal, por ende, este ejercicio
consideramos que es un interesante punto de partida.
93 ‑ El reportaje: se los dispone en ronda y se le pide a cada uno que
piense cinco preguntas que le haría a alguien que no conoce. Luego, se
distribuyen en parejas y cada uno debe hacérselas a su compañero. Una vez
terminado el reportaje, de a uno pasarán y presentarán a su reporteado bajo las
siguientes características: como conductor de un programa de bailanta; como
presentador de programa de ópera; como conductor de un programa de
documentales; como conductor de un programa deportivo, etc.
94 ‑ El detective: variante del anterior. Por parejas en un tiempo de
tres minutos deben recabar la mayor cantidad de información uno del otro, para
luego pasar a presentarlo con la mayor precisión y veracidad posibles.
95 ‑ El informante: progresión del anterior. Una vez cumplidos los tres
minutos, cada uno de los integrantes de la pareja debe elegir a un tercer
compañero y contarle sólo tres datos del compañero reporteado. Éste a su vez,
con sólo esos tres datos deberá presentarlo intentando reconstruir los datos
que faltan. Su presentación no podrá ser menor de dos minutos, por lo que se
verá obligado a inventar gran parte de la información.
96 ‑ La pared: se divide el espacio de trabajo en dos partes iguales
y se le pide al grupo que se aloje en una mitad. Justo en el medio, el
coordinador dirá que existe una pared de aproximadamente un metro y medio de
alto y que va de lado a lado impidiendo el paso del grupo. La tarea consiste en
que “ayuda indispensable de por medio” el grupo sortee el obstáculo imaginario
y pueda pasar del otro lado. Los primeros son los más fáciles en pasar, pero
para que pasen los últimos se deberá apelar a la creatividad e imaginación,
para no dejar del otro lado a ningún compañero. El coordinador se podrá colocar
en un lateral de la pared a fin de avisar cuando no se está cumpliendo con la
consigna, es decir, cuando se están apoyando en la misma o cuando se están
pasando de los límites preestablecidos. Es un ejercicio de integración que pone
en juego la solidaridad y la cooperación.
La confianza
La confianza es el resultado de un largo proceso grupal que tiene como fin
crear condiciones adecuadas para que el alumno se entregue al proceso de
aprendizaje. ¿Qué implica el ámbito de la confianza? Cuando hablamos de este
tema, no nos estamos refiriendo a la necesidad de generar una amistad ni un
romance, sino que debemos aprender a respetarnos, escucharnos, conocernos con
nuestros vicios y virtudes, poder interactuar libre de prejuicios, ser
permeables a los cambios que implica el aprendizaje, es decir, asumir que nos
encontramos en un espacio donde “todos por igual” vinimos para aprender. La
confianza se debe gestar entre pares y entre cada alumno y el docente. Por
supuesto que los juegos que jerarquicen los contenidos de integración y
desinhibición promueven la confianza.
RPD. Acerca de la confianza
cuando nos referimos a este contenido, debemos valorar que así como cada
integrante del grupo debe sentir confianza frente al grupo y ante el
coordinador, también nosotros como docentes debemos priorizar la confianza
frente al grupo y a cada integrante. Pecar de desconfianza nos puede llevar a
subestimar la capacidad de aprendizaje, no respetar los tiempos individuales y
grupales o que el prejuicio no nos permita construir un diagnóstico adecuado.
Por este motivo debemos reforzar nuestra escucha, “nadie sabe más del grupo que
el grupo mismo”, dejamos sorprender y aprender conjuntamente.
Hablemos un poco de la confianza corporal. Si bien vamos a dar ejemplos de
juegos en una progresión que creemos adecuada para desarrollar este contenido,
no necesariamente se debe realizar la misma clase a clase, sino que debe
apreciarse en qué momento está el grupo para ir incorporando oportunamente
dentro del proceso estos ejemplos.
La edad de los alumnos es un dato muy importante cuando hablamos de la confianza
corporal, dado que en la niñez no existe un alto grado de inhibición, pero la
cultura y la educación nos van creando barreras de contacto con el otro. Éste
es un dato que debemos tomar en cuenta cuando realizamos la planificación. En
este tipo de trabajo es fundamental poner en juego al cuerpo, por lo que
debemos confiar en él. La confianza corporal, como todos los demás contenidos
enunciados son desarrollables, por lo tanto comencemos a trabajar:
97 ‑ Cuidar las espaldas: un compañero, parado de frente a
una Pared, a una distancia de aproximadamente 30 cm o una baldosa, se le
Pide que se deje caer hacia atrás donde lo espera para recibirlo otro
compañero, el que suavemente con sus manos abiertas amortigua la recepción y lo
lleva hacia la posición inicial. Es importante que la posición del receptor sea
con una pierna atrás y otra adelante (para lograr una base de mayor estabilidad
y fuerza), que sus manos estén a la altura de los omóplatos del compañero (para
que al recibirlo no provoque quiebres en su columna y le dé mayor seguridad).
La distancia entre las manos y la espalda del compañero se irá aumentando a
medida que se crea confianza entre la pareja. El, compañero frente a la pared
tiene sus manos abiertas a la altura del pecho y al llegar a la misma se da un
suave envión hacia atrás. A medida que van rotando los roles se puede probar
que el que realiza el vaivén, cierre los ojos (para perder la noción del
espacio). Una variante de este ejercicio es que el que realiza el vaivén llegue
a flexionar su cadera y con la ayuda del compañero, que lo sostiene desde las
axilas, sentarse en el suelo.
98 ‑ El péndulo: variante del anterior, pero reemplazamos a la pared
por un compañero. El del medio relajado pero sin perder su posición de parado
se deja caer hacia atrás y hacia delante.
99 ‑ Los cuatro puntos cardinales: cuatro compañeros colocados en los
puntos cardinales mirando hacia el centro del cuadrilátero y un compañero en el
centro que se deja caer hacia cualquier lado. Es importante que el compañero
del centro mantenga su posición de erguido, que esté relajado y que esté con
sus pies juntos bien apoyados, sin caminar. Se debe intentar que todos
transiten por la experiencia de recibir. En este ejercicio, si el grupo se
encuentra preparado, se puede aumentar el número de integrantes; es importante
que la rueda no sea de más de ocho participantes, dado que si no la distancia
entre el ejecutante y los receptores sería mucho mayor que el largo de sus
brazos.
100 ‑ Los paracaidistas: todos en ronda, tomados mano‑muñeca
de los compañeros contiguos y con una apertura de pies básica (igual distancia
entre los pies que la existente entre hombros) se les pide que estiren sus
brazos e inclinen su cuerpo hacia atrás sin quebrar la columna, sosteniéndose
por el grado de tensión de la ronda. Luego vuelven al eje y se les pide que
apoyen palma con palma aproximadamente a la altura de los hombros con los
compañeros contiguos y que trasladen el eje hacia delante sosteniéndose por la
tensión de la ronda. En una segunda fase se agrupan de a 5 ó 6 compañeros y
jugarán con estas posiciones cambiando el nivel, la cantidad de puntos de
apoyo, buscando nuevos equilibrios grupales, como paracaidistas en el aire.
101 ‑ La hamaca: dos compañeros enfrentados se toman de las manos o de
las muñecas (derecha con derecha e izquierda con izquierda), formando una
hamaca donde van a alojar a otro compañero sentado al que llevan a pasear.
102 ‑ El árbol: el ejercicio se realiza en parejas. Uno debe
colocarse en cualquier posición respetando una buena base de apoyo, el otro
debe treparse por el compañero tratando de llegar lo más alto posible. Se deben
rotar los roles sin repetir las formas. En el caso de que estemos trabajando en
el período de colectivo y simultáneo, este ejercicio de puede iniciar con una
mancha caballito (el mancha persigue y los manchados, para salvarse, deben
subirse a caballito de otro por 30 segundos, luego deben seguir corriendo o
subirse arriba de otro).
103 ‑ El bosque: empezamos con desplazamientos colectivos; cada uno en
el momento en que lo desee se detiene, fijo en una postura, los deambulantes
deben treparse sobre el que está detenido, intentando llegar lo más alto
posible, nadie puede retomar el desplazamiento si algún compañero no se trepó
sobre él. Luego, con la misma dinámica del comienzo, se les pide que cuando
algún compañero se detiene, otro debe detenerse junto a él buscando como mínimo
un punto de contacto, los otros deberán treparse a la estructura creada por
ambos.
104 ‑ El pulpo: se realiza con un compañero acostado en el piso y
otros cuatro que toman cada uno una extremidad y la masajean conjuntamente. Se
le puede pedir al que está acostado que cierre los ojos, para que disfrute del
masaje y pierda el control sobre quién masajea qué.
105 ‑ Paseo por las nubes: se le pide a un compañero que se
acueste de espaldas al piso y cierre los ojos. El resto de los compañeros se va
a disponer de la siguiente forma.
Cuatro de cada lado, uno en los pies y otro en la cabeza. A la orden del
coordinador se empieza a amasar al compañero tratando de no hacerle cosquillas
y trabajar con toda la palma de la mano (no la punta de los dedos). Una vez
amasado, se le van a cruzar los brazos a la altura del pecho y entre todos,
conservando una línea paralela al piso, se procede a levantarlo y a pasearlo,
para luego, lentamente y con mucho cuidado, dejarlo en el piso.
106 ‑ La pileta: es una variante de la hamaca pero se involucra todo
el cuerpo. Con la misma posición de la hamaca pero por parejas una al lado de
la otra de manera de hacer dos hileras enfrentadas. Los pies deben hacer tope
con el de al lado, las rodillas deben estar flexionadas, Y las cabezas
inclinadas hacia atrás, no se debe mirar al que va a saltar. Es importante que
todos los compañeros vayan formando alternativamente la red. El o los
compañeros que van a saltar, se disponen a una distancia prudencial como para
tomar carrera. A la señal del coordinador, el que va a saltar (lo va a realizar
de frente), viene corriendo y antes de llegar a la red salta para arriba y para
adelante con los brazos extendidos y las manos juntas, simulando tirarse a la
pileta. El grupo que recibe debe amortiguar con sus rodillas y brazos la caída.
Es importante la rotación de los miembros de la red como también medir la
distancia para no llevarse la red por delante, saltar antes o pasarse.
107 ‑ El salto al vacío: aparece como una variación del
anterior y es uno de los ejercicios más complicados y difíciles de realizar. La
posición del grupo que recibe es la misma, lo que varía es cómo se arroja el
compañero hacia la red. Este lo va a realizar de espaldas y elevado sobre un
practicable o mesa a la altura de las manos de los compañeros de la red. Con
los talones juntos y el cuerpo erguido, a la orden del coordinador se deja caer
con los brazos pegados al cuerpo hacia la red. Se puede realizar con los ojos
cerrados.
108 ‑ Sin parar: de a uno por vez deben pasar y comenzar a hablar de
un determinado tema; si en el transcurso del discurso varía el tema, esto no es
de mayor importancia, sino que lo que debemos tomar en cuenta es el tiempo que
cada uno logra estar hablando frente a los demás. Si es necesario, se le puede
sugerir que accione con uno o más elementos. El coordinador debe tomar el
tiempo de cada compañero y luego decírselo. El objetivo dé este juego es que
logren la mayor exposición personal frente al grupo. Este trabajo, si bien
implica la confianza, no es de confianza corporal como la progresión antes
desarrollada.
La concentración
109 ‑ El hipnotizador: el juego se realiza en parejas. Uno
debe extender su brazo y colocar la palma de su mano a noventa grados respecto
del antebrazo, el otro debe mirar la palma de la mano del compañero conservando
una distancia de 10 cm
que debe mantenerse durante todo el ejercicio. El hipnotizador moverá primero
la mano y luego se irá desplazando por todo el salón, buscando diferentes
niveles y velocidades. De esta forma obligará a su compañero a concentrarse en
la consigna. Luego cambian de roles.
110 ‑ El imán: es una variación del anterior. La estructura es la
misma, pero lo que se modifica es la zona atraída, es decir el hipnotizador al
abrir su mano “mágica” señala una zona del cuerpo del hipnotizado, éste
generará el movimiento a partir de esa zona.
Otra variante es cambiar la zona de atracción del hipnotizador. Con
una parte de su cuerpo señala otra del compañero y de esta forma se establece
el lazo de vínculo. Se debe aconsejar que las zonas señaladas deben estar
siempre a la vista, ya que si no es así, el ejercicio sería muy difícil de
realizar. Dado que sólo con una concentración muy profunda podría seguirse a
través de la sensación de calor o de descarga energética.
111 ‑ La marioneta: por parejas, uno hará de titiritero y el otro de
marioneta. El titiritero deberá ir atando hilos en las articulaciones de su
compañero u otras zonas visibles (por ejemplo: nariz, párpados, orejas, etc.),
para poder movilizarlas al tirar de los hilos. Por supuesto que estos hilos
serán imaginarios, por lo que él deberá responder siempre a la longitud del
hilo que creó. A su vez la marioneta deberá efectuar los movimientos acordes
con la tensión provocada por el titiritero al movilizar los hilos., El
titiritero debe enseñarle a realizar acciones humanas, como por ejemplo bailar
la polca, tocar un instrumento, etc. Luego, cambian de rol.
112 ‑ El retablo: este ejercicio es una progresión del anterior. Antes
del cambio de rol, los titiriteros abandonan a sus marionetas todas juntas en
un rincón y se sientan en la platea a observarlas. Cuando el coordinador
coloque una música, las marionetas lentamente deberán incorporarse y recordar
todos los movimientos antes aprendidos. Luego, pueden registrar a las otras
marionetas y relacionarse entre sí. Transcurrido este tránsito cambian de rol.
Como variante de la misma, en vez de hilos podemos jugar con títeres de
varilla, es decir tomamos al compañero de unan mano y de la nuca por detrás.
113 ‑ Mano a mano: por parejas, uno ofrece el dorso de su mano al otro,
para realizarlo debe colocar su brazo junto al cuerpo y con el codo crear un
ángulo de 90 grados. El otro debe apoyar la palma de su mano sobre el dorso de
la del compañero, entregando cierto peso. El de abajo va a ser el guía y va ir
desplazándose por el espacio llevando a su compañero. Por supuesto que el guía
debe estar muy atento a que su compañero no se choque con otros, ni con otro
obstáculo. Es recomendable realizar este ejercicio con música variada para que
produzca diferentes estímulos y el guía genere variantes en el desplazamiento
(ritmo, velocidad, planos, etc.) Luego el docente pedirá que cambien el rol
para que ambos transiten por las diferentes experiencias. Una vez explorado el
trabajo por ambos, el docente solicitará los cambios cada vez más rápido, para
evitar que se instalen en un rol, hasta que la pareja logre trabajar con los
roles alternativa y/o simultáneamente rotativos. El objetivo es que improvisen
en conjunto.
114 ‑ El espejo: por parejas, enfrentados a una distancia de
aproximadamente un metro, un compañero se mira en el espejo y el otro hará de
reflejo. Deberá tratarse de no hacer movimientos muy rápidos, que son difíciles
de seguir, como también movimientos ocultos tras la espalda. A la orden del
coordinador se realizarán cambios de roles para lograr que la pareja entre en
sintonía. Una vez realizados varios cambios, la pareja irá efectuando
independientemente los cambios sin hablar y sin acordarlos previamente, sino
que cada uno comenzará su rol según las necesidades de cada pareja en ese
momento. Lo que se intentará construir es un movimiento espontáneo hecho de a
dos a la vez. Lo que recomendamos para los integrantes es no estar sordo a lo
que propone el otro y no estar mudo en una actitud pasiva. El coordinador podrá
incentivar el trabajo proponiendo cambios de niveles y distancias, como así
también velocidades.
115 ‑ El espejo grupal: se disponen dos hileras por parejas
enfrentadas y se delimita una zona en el piso, a la que no se puede
transgredir, que hará de espejo. La estructura por parejas es similar a la
anterior, lo que se agrega son los desplazamientos laterales (derecha,
izquierda) del espejo. Como a ambos lados hay compañeros trabajando a los que
se los puede molestar (sin tocarlos) habrá que estar bien concentrados.
Recomendamos especial atención a los giros que se hacen difíciles de seguir,
como también a determinadas posiciones de la cabeza o ponerse de espaldas, que
como ya dijimos antes dificulta sobremanera el seguimiento del trabajo.
116 ‑ El espejo que atrasa: igual dinámica que “el espejo”,
pero el compañero que hace el reflejo debe realizar los movimientos un tiempo
después. Como variante de este ejercicio podemos hacer que el espejo se oponga
al que se mira. Es decir, que a su criterio desarrolle la acción opuesta. Si se
para, sentarse; si se aleja, acercarse; etc.
117 ‑ El reflejo: se distribuye al grupo por todo el salón, de manera
tal que cada compañero tenga a la vista dos compañeros, es decir, el primero se
instala frente a ellos con una mirada panorámica (ver desarrollo de mirada
panorámica en Caldeamientos).
Previamente se eligen algunos compañeros que a la orden del coordinador
empezarán el movimiento. El juego comienza con un movimiento inicial que
realizará un compañero, que se irá reflejando uno a uno a lo largo de todo el
circuito. Una vez concluido el circuito, se cambia de compañero iniciador del
movimiento.
118 ‑ El último gana: se dispone al grupo en filas en uno
de los extremos más distantes de la sala. Si el grupo es muy numeroso, se arman
varias filas, una detrás de la otra, que irán saliendo con una diferencia de
unos segundos, una de la otra. El dispositivo es idéntico a una carrera
deportiva, pero a diferencia de ésta el que va a ganar va a ser el último en
llegar. La carrera se realiza en cámara lenta, es decir, el movimiento debe ser
fluido y constante, sin cortes o detenciones, pero a la menor velocidad
posible.
Caldeamiento vocal
Lo primero que debemos atender para entrenamos vocalmente es el tema de la
respiración. Es decir, una buena respiración no sólo nos beneficiará para el
uso y manejo de la voz, sino también para cualquier actividad física. ¿Cómo
entrenar para respirar, aprovechando al máximo nuestra capacidad pulmonar?
119 ‑ Todo a pulmón: en ronda, el docente explicará cómo
es la respiración costodiafragmática de la siguiente manera: los pulmones
tienen forma piramidal y se encuentran apoyados en el único músculo transversal
del cuerpo que es el “diafragma”, que a su vez divide al pecho del estómago.
Cuando inspiramos debemos dirigir el aire que entra, hacia la zona lateral y
baja, es decir hacia las costillas flotantes. De esta manera aprovechamos al
máximo la capacidad de nuestros pulmones, ya que los llenamos desde su base
hacia arriba. Es importante que para largar el aire lo hagan en forma de soplo
suave y constante. Luego, por parejas, reiniciamos el ejercicio, pero uno de
los compañeros debe colocar sus manos sobre los hombros del otro, para evitar
que mientras éste realiza el ejercicio, no eleve sus hombros. No cargue de aire
la zona superior, evitando de esta manera tensiones innecesarias.
Colocará ambas manos sobre las costillas flotantes, para concientizar y
sensibilizar la zona a la que debe dirigirse el aire. Realizar esta operación
varias veces cambiando de roles.
120 ‑ El globo: parados todos en ronda, pies bien apoyados,
determinando entre los pies una distancia similar a la de la cadera o la
existente entre los hombros, colocamos las manos frente a la boca en posición
de rezo. Luego respiramos costodiafragmáticamente y largamos el aire en forma
constante y fluida en soplo. Este aire deberá ir separando nuestras manos, es
decir deberemos crear una sintonía perfecta entre el soplo y la apertura de las
manos, simulando que inflamos un globo. El objetivo de este ejercicio es que
con la práctica, logremos cada vez inflar globos más grandes. Del simple globo
de cumpleaños a la piñata. Como dijimos anteriormente, este ejercicio va a ser
operativo en la medida en que el ritmo sea constante y no variable porque sólo
así lograremos ampliar nuestra capacidad pulmonar. Dado que este ejercicio
requiere de mucha práctica es recomendable que el docente lo enseñe en clase,
pero que el alumno lo incorpore a su entrenamiento cotidiano. Como variante de
estos ejercicios para la práctica hogareña también podemos realizar:
la vela: colocamos una vela encendida a la distancia de nuestro brazo
extendido. Con nuestro soplo debemos lograr mover la llama en forma constante,
hasta que se acabe el aire, luego volver a realizar una respiración
costodiafragmática y alejar la vela 10 cm . El objetivo del ejercicio es, en distancias
cada vez más largas, lograr mantener la inclinación de la llama constante.
La bombilla: colocar en un vaso transparente una bombilla y llenar la mitad
de su contenido con agua. El objetivo de este ejercicio consiste en soplar por
la bombilla para lograr burbujas de igual tamaño durante el mayor tiempo
posible.
121 ‑ El lenguado: en circulo, el docente invitará a los integrantes a
explorar las posibilidades de su lengua. Además de entrenar lo vocal,
particularmente la articulación, estaremos trabajando también la desinhibición,
ya que nuestra lengua se encuentra siempre íntimamente escondida y ahora la
sacamos a jugar. Los ejercicios se realizan varias veces y les pedimos que
saquen la lengua afuera e intenten con la punta tocarse el mentón, lo mismo para
tocar la punta de la nariz; lo mismo, pero para tocarse de a una por vez las
orejas; dibujen círculos con la punta de la lengua (distantes y próximos a la
boca); escriban palabras en el aire con la lengua (imprenta y cursiva);
exploren con la lengua la cavidad bucal; realicen un círculo cuyo perímetro sea
el espacio existente entre dientes y labios; realicen rulos con la lengua
(dentro y fuera de la boca) tomando como eje la línea media, tanto horizontal
como vertical; prueben máxima tensión y relajación total.
122 ‑ Cara y ceca: por parejas. Uno acostado boca arriba y el otro
sentado en su cabecera El que está acostado cierra los ojos y el sentado
comenzará a masajearle la cara de la siguiente manera: primero divide la cara
con una línea imaginaria en forma vertical. De esta forma la cara quedará
seccionada en dos zonas iguales. Partimos del centro a la periferia,
finalizando cada movimiento en la zona pre‑auricular. Estos movimientos deben
ser suaves, superficiales (dado que la zona muscular es muy Fina) y siempre en
forma circular. Se trabaja por sectores: frente, pómulos y pera. Podemos
incluir también las orejas. Una vez completado e:¡ masaje se cambia de rol.
Luego procedemos a construir con mucho cuidado y respeto diferentes máscaras
sobre la cara del compañero quien una vez finalizada cada máscara, deberá
sostenerla durante unos instantes y después se relajará.
123 ‑ Contracara: en círculo, cada uno irá movilizando la musculatura de
su cara y masajeándola si es necesario, para entrar en calor y relajarla.
Luego, en parejas, se enfrentarán y de a uno por vez construirán con su propia
cara una máscara, que mostrarán durante unos segundos a su compañero para que
éste la imite. Después cambian los roles y así sucesivamente.
124 ‑ Mascarada: en círculo, todos en simultáneo realizan diferentes
máscaras. Luego, se les solicitará que limiten la máscara a un sector
específico de la cara, por ejemplo: mitad izquierda; mitad derecha; del labio
superior hacia abajo; de la nariz para arriba; sólo ojos; sólo cejas; ángulo
superior derecho; etc.
Una vez transitada esta experiencia varias veces deben elegir una de las
máscaras que cada tino realizó y con esa probar: largar el aire, luego de la
toma costodiafragmática; emitir sonidos (graves, agudos, diferentes velocidades
y volúmenes); emitir palabras; relacionarse con los otros.
125 ‑ Dando aliento: bien parados, con un buen apoyo,
comenzamos relajando el cuello y los hombros haciendo leves rotaciones hacia un
lado y el otro. Luego movilizamos la cara ablandándola (ver ejercicios
específicos). Tomamos aire intentando llevarlo a la zona costodiafragmática,
que largaremos lentamente colocando la boca en forma de o, bien redonda (de
esta manera calentamos las cuerdas vocales). Realizamos esta operación como
mínimo 5 veces. Después repetimos la operación con las otras vocales. Las
inspiraciones se deben realizar Por nariz y las espiraciones por la boca. En
forma lenta, pausada y consciente. Sin tensionar la zona de la garganta.
126 ‑ La goma de mascar: Con la boca cerrada comenzamos a
masticar una goma de mascar imaginaria trasladándola por todo el interior de la
boca, a esta masticación se le agrega el sonido de una M, tratando de llevar la
vibración a la zona alta de la cabeza y soltando lentamente el aire por la
nariz. De esta manera lo que calentamos son los resonadores.
127 ‑ Mimantra: este ejercicio siempre debe realizarse después de un
caldeamiento fonal. Masticar la
M. Luego emitirla anteponiéndola a una vocal, por ejemplo:
MAAAAAA, manteniendo la intensidad del aire. Continuar con todas las vocales.
El trabajo de caldeamiento vocal sirve también para “ablandar” las palabras de
los textos a trabajar. Es decir, luego de realizase este ejercicio, podemos
comenzar a trabajarlo con palabras sueltas y luego con un texto escrito.
128 ‑ El traductor: se colocarán en dos hileras enfrentados en la mayor
distancia que dé el espacio. El docente se colocará en el lateral de una línea
intermedia y leerá un texto lentamente y en voz alta. Los de la derecha deberán
traducir rápidamente el texto a su compañero de enfrente, como si éste no
llegara a escuchar. Para hacerlo utilizará una articulación exagerada como así
también la gesticulación con todo su cuerpo. Luego cambian los roles.
La broma: se divide al grupo en dos. Cada subgrupo debe elegir una
broma a contar. Luego se enfrentarán cada uno con un compañero del otro
subgrupo y a la orden del coordinador deberán contarla omitiendo el sonido. Es
decir gestualidad y articulación exagerada. Luego invierten los roles. En un
segundo paso cada subgrupo se reunirá y reconstruirá la broma para contarla en
voz alta a los otros. De esta manera se constatará si fue comprendida.
El mensajero: igual dinámica que en el ejercicio del traductor, con
la variante de que el grupo que recibe debe a su vez retransmitir este mensaje
a un compañero imaginario que se encuentra a una distancia aún mayor. Por lo
que deberá aumentar la visibilidad del gesto.
129 ‑ Sonomandos: este ejercicio es una variante del imán, en el que
por parejas, enfrentados a una distancia que se irá modificando a través del
ejercicio, uno debe movilizar al otro por intermedio del sonido emitido por la
boca. Con el sonido se deben ir probando diferentes volúmenes y duraciones. Es
importante que el sonido siempre esté emitido hacia un punto determinado y que
no sea general. Luego se deben rotar los roles.
130 ‑ Trabalalenguas: el coordinador previamente debe
repartir el material, donde cada uno reciba por lo menos un trabalenguas.
Luego, reunidos por parejas los deben practicar. Para mostrarlo existen dos
posibilidades de acuerdo con el grado de desinhibición del grupo: en ronda; en
forma individual; a modo de ejemplo:
Al
arzobispo de Constantinopla,
lo quieren
desarzobisconstantinopolizar.
El que lo
desarzobisconstantinopolizara,
buen desarzobisconstantinoplizador
será.
El cielo está engarambintintangulado.
¿Quién lo engarambintintanguló?
¡Quién lo desengarambintintangulara!
Un cielo desenganrambintintangulado nos
mostrará.
Alda ata la lata alta,
la lata alta Alda la ata
Como Alda ata la lata alta
La lata alta está atada.
Toto trota
y tropa trata;
Trata
tropa y trota Toto.
131 ‑ Mini trabalenguas: como variante del ejercicio
anterior, les podemos pedir a los integrantes del grupo que memoricen una
pequeña oración y que la repitan lo más rápidamente posible exagerando la
articulación. A modo de ejemplo: caruhé cuarenta; compré pocas copas; tres
tristes tigres.
Como progresión del mismo podemos solicitarles que mientras dicen
ininterrumpidamente esta frase, desarrollen alguna actividad simple. Como por
ejemplo: acomodar cajas; doblar ropa; armar estatuas con un grupo de
compañeros; etc.
132 ‑ Relato gráfico: El docente entregará a cada alumno
una tarjeta. Estas tarjetas las confeccionará utilizando la técnica del
collage, es decir recortando de revistas y periódicos palabras en diferente
formato, tamaño y color. Con las mismas creará frases. Cada alumno deberá leer
el texto de la tarjeta para interpretarlo de la siguiente manera:
interpretación libre; interpretación por contraste de tamaños; interpretación
por contraste de colores; interpretación por tipología de letra; interpretación
por ubicación en el espacio.
133 ‑ Director personal: por parejas, uno coloca a pocos
centímetros de la boca del otro el dedo índice en forma vertical. El primero
debe decir un texto ya aprendido de memoria siguiendo el dedo del compañero,
sin desplazarse por el espacio. El director jugará alejando y acercando el dedo
lentamente en un comienzo; cuando su compañero ya estableció el código, éste
podrá subir y bajar su dedo, cambiar las velocidades y los ritmos, como así
también realizar dibujos en el aire con el dedo para que el compañero lo
acompañe con el texto. Luego cambian los roles.
134 ‑ Diseño sonoro: en colectivo y simultáneo cada uno
creará para sí un diseño espacial que incluya: diferentes tipos de
desplazamientos (correr, saltar, salticar, caminar, arrastrarse, etc.);
diferentes direcciones y sentidos; diferentes velocidades; diferentes niveles.
Una vez realizado el diseño, lo deben repetir hasta memorizarlo. Concluida
esta etapa, se le agrega una canción o poesía que debe iniciarse junto con el
movimiento y concluir al finalizar el recorrido. En la tercera etapa del
ejercicio se les pedirá que seleccionen del diseño algún trayecto que lo
realizarán creando un personaje o la formalización de un estado anímico.
Luego se reúnen de a 4, aproximadamente, y cada uno mostrará a su grupo su
secuencia. Una vez reconocidas las 4 secuencias, se comenzará a diseñar un
colectivo. Para esto deben elegir: cómo disponerse en el espacio; cómo
intercalar o superponer fragmentos de cada secuencia; crear silencios y/o
diálogos; ajustar las velocidades, ritmos o energías (sólo si es necesario).
Una vez armado deben mostrar al resto las nuevas estructuras creadas a
partir de los diferentes diseños personales. Lo importante en este caso es que
el resultado nos muestre una unidad, un todo.
135 ‑ Más allá del horizonte: en colectivo y simultáneo, se
dividen por parejas, cada uno de los miembros de la pareja debe instalarse en
el opuesto más lejano de su compañero y mantener una conversación, sin gritar,
ni utilizar la mímica. Es importante destacar que este ejercicio tiene como
objeto desarrollar volumen, cuerpo de la voz y proyección.
136 ‑ El juglar: se les pide a los alumnos que para esta clase traigan
una poesía cada uno. En grupos de tres o cuatro personas, cada uno deberá leer
su poema, luego juntos tendrán que destacar cuál es el tema, de qué se está
hablando, cuál es la rítmica que utiliza el autor, cuáles les parecen que son las
palabras más importantes y dónde están los silencios. Con respecto a los
silencios, deben señalar la duración de los mismos, dado que una coma, un punto
y coma o un punto y aparte no responden a silencios iguales cuando leemos.
Luego de intentar rehacer la lectura, con estos datos deben explorar la
expresividad de la misma (texturas, imágenes, color, ritmo, etc.). Después
pasarán de a uno por vez a leerla para todo el grupo. Como variante de este
ejercicio se les puede proponer que realicen el mismo procedimiento con textos
narrativos e informativos Es recomendable que los textos sean en castellano, ya
que en las traducciones suele perderse la rítmica propuesta por el autor.
RPD. Acerca del caldeamiento vocal: es
importante tener en cuenta que como todos los contenidos anteriores el trabajo
vocal debe ser progresivo. En el caso de este manual proponemos caldeamientos
vocales, dado que consideramos que ante dificultades específicas, tanto
anatómicas como fisiológicas, es atinente que el caso sea derivado a un
especialista. La falta de conocimiento específico puede traer graves
consecuencias para el alumno. Dentro del tema de caldeamiento vocal, como en
todas las otras áreas de trabajo teatral, coexisten dos instancias: La técnica
y la creativa. Nosotros consideramos priorizar didácticamente lo técnico por
sobre lo expresivo dado que sí es posible brindar herramientas técnicas y
desarrollar aptitudes para luego con éstas estimular la creatividad grupal e
individual. Consideramos importante iniciar esta tarea con el trabajo sobre la
respiración, ya que el aire es la materia prima y medio del sonido. Luego, los
temas siguientes de trabajo pueden ser: articulación (gestual, labial, de la
lengua), fonación, pronunciación, proyección (volumen y potencia), texturas, resonadores,
etc. El docente evaluará qué priorizar acode con el diagnóstico grupal.
La relajación
Cuando hablamos de relajación nos estamos refiriendo a una tonicidad
muscular adecuada para el trabajo que pretendemos realizar.
Existen dos clasificaciones diferentes para la relajación.
La activa: ésta
responde a lo que ya hemos mencionado como los caldeamientos, ejercicios de
disponibilidad, desplazamientos, etc.
La pasiva: esta
responde al cuerpo en quietud o en mínimos movimientos, donde los ejercicios van
a focalizar la atención en la profundización de la respiración, del peso, del
volumen, del tacto, de las imágenes introspectivas, como así también de la
imaginación. Este tipo de ejercicios puede ser conducido por el docente,
autoconducidos en forma individual, guiados entre compañeros u orientados con
temas musicales.
RPD. Acerca de la relajación: en la
relajación activa, como venimos viendo, el sujeto encuentra la relajación justa
y necesaria para el trabajo en la acción. Es su cuerpo en conflicto el que va a
encontrar el equilibrio tensional necesario para desarrollar el trabajo. A su
vez, el trabajo y la interacción conflictiva con el entorno y con el otro lo
modificarán. Como podemos apreciar el “estado” óptimo no puede ser definido de
antemano, sino que el sujeto lo descubrirá en la acción. Ahora bien, es
importante destacar que para nosotros no existe conocimiento previo del estado
o emoción de una situación dramática determinada, por lo que insistimos en que
ésta se descubrirá en el proceso de trabajo. La experiencia nos ha demostrado
que cuando se aborda una situación dramática pretendiendo conocer de antemano
el estado al que debe llegar determinado rol o personaje en una escena dada,
coincidentemente se “buscará” el grado de tensión necesario a priori.
Esta variable puede darse a través de ejercicios de relajación pasiva o, en
el peor de los casos, por pura racionalidad, lo que en la jerga teatral
denominamos “darse manija” (esto es autoestimularse a través de conceptos,
analogías o mimesis física del estado buscado). La resultante en estos casos
suele aparecer como actores laxos, voz baja y poco articulada, distanciamiento
del otro, etc. para el primer caso. En el segundo vemos que por lo general los
actores están excesivamente tensos, voz estrangulada, rígidos corporalmente y
sobre todo muy distantes de su compañero y de la posibilidad de improvisar,
dado que están muy ocupados por mantener el estado.
Lo importante para el tratamiento de este tema es conocer y confiar en la
sabiduría del cuerpo. Entonces, en el caso de los procesos de enseñanza
aprendizaje debemos focalizar nuestra atención en el entrenamiento del alumno
en la acción‑reacción, en la adaptación, lo cual los estimulará para las
respuestas creativas, que al fin de cuentas es nuestro objetivo.
El teatro es un juego reglado, no es teoría del juego.
Del objeto real al objeto imaginario
137 ‑ Así se usa: dispuestos en ronda, sentados, se coloca en el centro
una cantidad mayor que el número de participantes, de objetos varios. De a uno
por vez pasarán al centro, tomarán un elemento y lo utilizarán con su uso
específico. Otra variante es que luego de que todos utilizaron una vez cada
objeto, se reinicia la ronda dándole otra utilidad posible. Otra variante más
es que cada participante deberá combinar la utilización de dos o más objetos.
138 ‑ Así lo hago yo: se le solicita a cada alumno que traiga de su casa una secuencia
de acciones cotidianas y los objetos respectivos. En la clase, cada alumno
pasará y mostrará su secuencia intentando respetar los tiempos reales. Las
secuencias más comunes son: el desayuno; el viaje en colectivo; la llegada al
trabajo; irse a dormir, cepillado de dientes.
139 ‑ Del otro lado: una vez desarrolladas las
secuencias anteriores, deberán repetir la secuencia pero esta vez no como
sujetos de la misma sino como objetos. Es decir, a modo de ejemplo, si en el
desayuno utilizaron: una radio, un diario y un café. Deberán realizar y
respetar el orden y el funcionamiento de la radio (hacer y funcionar
radiofónicamente), el diario (denotando qué se leyó y el orden de importancia y
tamaño de la noticia, chiste o publicidad), el café (su temperatura, origen,
color, aroma, etc.).
140 ‑ A diario: dispuestos en ronda, se le entrega una hoja de diario
a cada integrante del grupo y sin romper el papel, comienzan la construcción
del objeto para luego mostrarlo y/o usarlo. Se le pide al grupo que construya
lo siguiente: vestuario: cualquier objeto de ornamentación o prenda de vestir;
utilería: cualquier objeto que sirva para usar como accesorio de una acción;
cualquier otro objeto o familias de objetos que se les ocurran.
141 ‑ Transformación de objeto: dividimos la sala en dos zonas. En
la zona 1 colocaremos diferentes objetos, es importante que sean de diferente
tamaño, peso, color y cualquier otra característica. En la zona 2 se sienta el
grupo. De a uno deberán pasar, recorrer los objetos, darse tiempo para
observarlos y realizar la elección de uno. A partir de este momento de cómo se
acerca, lo toma, se contacta, es decir de cómo se relaciona con el objeto lo
transformará en otro. Dándole de esta forma otra utilidad que la que comúnmente
tiene. Por ejemplo: veo un zapato, lo levanto, llevándomelo a la oreja digo
“hola” Con lo cual lo estaría convirtiendo en un teléfono.
RPD. Acerca del objeto imaginario: existen
dos metodologías diferentes que plantean el trabajo con el objeto imaginario.
Una nos habla de las imágenes sensoriales, las mismas son composiciones a
priofi, es decir me concentro en un objeto conocido, lo evalúo hasta el último
detalle, a partir de mi memoria sensorial, memoria que proviene de los sentidos
(peso, tamaño, olor, color, textura, etc.). Cuando logré esta composición,
entonces comienzo a utilizarlo. Un error común que suele suceder con los
ejercicios de sensorialidad es que tanto me conecto con mi memoria, que me
alejo del presente y cuando en el aquí y ahora debo hacer uso del objeto lo
pierdo. Por el contrario la otra metodología conocida como el Método de las
acciones físicas, investigada por el maestro Raúl Serrano, nos propone que el
objeto se creará a partir del accionar del sujeto con el mismo, en ese momento
y lugar determinados. Es decir, que el objeto imaginario aparece a partir de
esa relación activa entre sujeto y objeto, ambos van a ser modificados y por
ende, creados.
La improvisación
Cuando nos referimos a la improvisación en cualquiera de las otras áreas
del arte estamos hablando de un proceso superador de la formación, es decir un
músico puede improvisar luego de haber adquirido los suficientes conocimientos
de la música, pero en el caso del teatro, esto suele ser a la inversa, ya que
tomamos a la improvisación no sólo como instancia para la creación, sino por el
contrario, como instancia didáctica dentro del proceso de aprendizaje.
Improvisar es explorar en acción.
Suele ocurrir que el alumno pleno de ansiedad tome a la improvisación como
resultado, se cargue de tensiones cual noche de estreno y quiera tener con su
ojo dominador todo bajo control. Pues bien, este ejemplo nos sirve como
contraejemplo, la improvisación es “siempre” búsqueda. Si bien existen dos
formas para la improvisación, una, la que comúnmente se denomina ensayo, que es
improvisar en una estructura mucho más acotada, que tiende por un lado a la
repetición y por el otro a una búsqueda permanente, que será lo que permita que
el espectáculo se mantenga vivo. Y otra que es la que implementaremos en este
libro, que tiene como función conocer, dominar y valorar el arte de la
actuación.
JUGUEMOS A ACTUAR
Improvisación grupal
Este tipo de ejercicios suele sernos muy útil en la primera etapa de este
proceso, ya que al estar todos en escena la sensación de exhibición es baja,
por lo tanto el alumno se expresará con mayor libertad. Esta etapa se denomina
dramática, dado que no hay público por este motivo esta ejercitación se
realizará en colectivo y simultáneo.
142 ‑ El viaje en barco: en esta clase de improvisaciones el
coordinador narrará desde afuera una situación determinada. Ésta debe incluir
un espacio, momento del día y una serie de aconteceres o circunstancias que
irán complejizando la situación. Un dato importante es que cada alumno optará
con libertad y sin premeditación el rol que vaya a cumplir. No es necesario que
el coordinador narre todas las circunstancias de antemano, sino que las irá
agregando a medida que la improvisación evolucione. En el caso en que el
trabajo se neutralice a Sí mismo o que por algún motivo se esté boicoteando el
ejercicio, el Coordinador, que ha estado despierto durante todo el desarrollo,
irá creciendo propuestas que reaviven el trabajo y lo tomen o mantengan
dramático. A estas consignas las denominaremos “de ajuste”.
Ejemplo de narración.
Luego de un caldeamiento muy activo que finaliza con todos en el piso, el
coordinador comienza a contarles que: “... Es de noche, se encuentran en un
barco, por algún motivo están todos durmiendo en el piso. Se comienzan a
escuchar los sonidos del amanecer, la frescura de las gotas de mar nos salpica
la cara, se humedecen los pies. El cuerpo está cada vez más mojado. Está entrando
agua en el barco, si no la sacan se hunde...” (cada uno se pondrá en acción
desde el rol que le surja en ese momento).
Ejemplos de circunstancias: no hay botes salvavidas; toda la tripulación se
fue en un bote; se aproxima otro barco; una embarazada comienza a parir;
tormenta con olas gigantes; en el agua hay tiburones; etc.
Otras temáticas a dramatizar pueden ser: el altillo de los abuelos; la
fábrica abandonada; perdidos en la isla; aterrizaje forzoso; la feria de
antigüedades persa; encerrados en un museo de arte egipcio.
143 ‑ Improvisación muda: también se encuentra dentro de las
de colectivo y simultáneo, pero en este caso no se puede emitir ni palabra ni
sonido alguno. La comunicación se realiza solamente a través de gestos. Esto
desencadenará en la investigación de las posibilidades expresivas del propio
cuerpo, como también hacer todo lo posible para ser claro con los mensajes que
enviamos y saber comprender los mensajes que recibimos. Se debe evitar el
“dígalo con mímica”, se debe desarrollar la escucha, la paciencia, la
observación. Ejemplos posibles: sala de espera de la guardia de un hospital;
escape de gas en la oficina; turbulencias en vuelo; toma de rehenes en un
aeropuerto; inexperto conductor de colectivo.
144 ‑ Lupa situacional: ésta es una etapa intermedia entre
las improvisaciones grupales y las subgrupales. La misma consiste en que el
coordinador que va siguiendo atentamente el desarrollo de la situación
dramática propone un stop de la situación general y focaliza una situación determinada
entre dos o más compañeros a los que consignará que sigan desarrollando la
situación que venían jugando. El resto queda detenido en stop. Luego mediante
un nuevo stop congelará la situación recortada anteriormente para después
continuar en forma conjunta y volver a recortar. La idea de este juego es que
todos pasen por una situación recortada de interacción con otros.
145 ‑ Juego de roles: para empezar, le pedimos al grupo
que piense en un lugar donde se encuentra mucha gente interactuando a la vez,
por ejemplo: una fábrica; la escuela; una feria; un barco; un hotel; un
supermercado; un hospital; un barrio.
Una vez sugeridos los lugares se
selecciona uno por votación. Supongamos que se elija la escuela, vamos a pensar
y a anotar los roles que se juegan en la escuela: director/a; vice;
secretaria/o; maestros de grado; maestros especiales; profesor/a de teatro;
portero/a; miembros de la
Cooperadora ; alumnos; otros.
Entonces se procede al reparto de los roles y funciones. Una vez hecho el
reparto, se arma el lugar elegido. Realizado el armado, se comienza a
interactuar, dejando que surjan situaciones de juego espontáneo. Por supuesto
que el juego de roles se puede ir complejizando, pero para empezar, ésta es la
manera más sintética y fácil de acceder.
Improvisación subgrupal
De acuerdo con la cantidad de participantes del grupo podemos dividir al
mismo en pequeñas agrupaciones de 4
a 6 integrantes. Proponemos esta cantidad para que no
queden demasiado expuestos y para que puedan relacionarse e interactuar todos.
Es importante destacar que en estos ejercicios cobra real importancia el
público.
RPD. Acerca del público: el
público es el que sostiene con la mirada y la atención lo que están haciendo el
resto de los compañeros. Esta función de sostén no sólo convierte a la
situación en teatral, sino que también da seguridad y contiene. Por eso en esta
primera etapa, si bien pretendemos un público activo, éste no debe ser crítico,
es decir, no debe señalar errores o aciertos, ni alternativas que en nombre
propio se hubiese tomado. Ser público es también parte del período de
aprendizaje. Mirando se aprende. Es conveniente que el coordinador otorgue al
público tareas técnicas para el desarrollo del trabajo de los compañeros, como
acomodar la escena, manejo de la luz y el sonido, vestuario, utilería, etc. Es
importante que los roles técnicos no sean fijos y que todos los transiten
todos. De esta forma estaremos trabajando también contenidos actitudinales como
la solidaridad y la cooperación, permitiendo también que conozcan las
diferentes áreas del arte teatral. Muchas veces nos encontramos con alumnos a
los que les seduce el teatro, pero llegado el momento de actuar no se animan,
por timidez, inseguridad, etc. Es por eso que permitirles la participación
activa desde otra área puede abrirles una puerta para desarrollar su propio
deseo.
146 ‑ Teatro de la espontaneidad: es una instancia muy fácil y muy
antigua de hacer teatro, de alguna manera dio origen al psicodrama, pero no nos
vamos a detener en la aplicación de lo teatral en lo terapéutico. Aunque si
tomamos la palabra terapéutico desde su etimología, donde la reconocemos como
“ayuda”, comprendemos que todo trabajo teatral es terapéutico. Dado que
facilita el autoconocimiento, la desinhibición de nuestros bloqueos, nos
posibilita la inteffelación con los otros, el conocimiento y desarrollo de
nuestra expresión y creatividad, etc. Con este trabajo jugamos con la
posibilidad de construir memorias, de contar historias, de conocemos un poco
más.
Es recomendable recurrir a un ritual de apertura, como por ejemplo encender
velas (según la calidad tardan entre una hora y media o dos en consumirse,
también la relación del consumo varía sí están o no cerca de una ventana). Otra
posibilidad es cantar una canción que todos aprendan para iniciar el ritual y/o
delimitar el espacio con una tela, arena, o cercarlo con los elementos que
dispongamos. Lo importante en este caso, es que todos los participantes se
desempeñen en ese rol, el de participante. Este trabajo no cumple su cometido
si tenemos espectadores o críticos, todos y cada uno debe sentir desde el
inicio que su rol es fundamental para que se desarrolle la tarea, por lo cual
debe iniciarla e iniciarse en la misma.
Luego de armado el espacio nos disponemos a: realizar una ronda cantada y
bailada por todos simultáneamente; sugerir un caldeamiento específico para
desinhibirse (mover un poco el esqueleto, sacudirse un o la calle de encima,
etc.); calentar el aparato fonal con una ronda de ecos y su repercusión en el
cuerpo.
La disposición del grupo se realiza
generalmente en forma circular y sentados Los roles que se desempeñan son: uno
hace de director o coordinador de escena, que generalmente es fijo; otro hace
de autor (el 1 cuenta la historia), es rotativo; otros cumplirán la función de
actor, éstos serán seleccionados por el autor.
Si contamos con elementos de vestuario, escenografía, luz y sonidos
desempeñarán estos roles técnicos, que a su vez también serán seleccionados por
el autor.
Entonces sucede que alguien cuenta una historia inventada, algo le pasó, un
sueño, algo que leyó, algo que le contaron...
A partir de la historia contada siempre podemos deducir los elementos de la
estructura narrativa. Para facilitar la tarea, al director‑coordinador de
escena le ofrecemos este listado de preguntas, las cuales funcionarán como guía
para la estructuración del relato y que éste pueda desarrollarse lo más
fielmente posible al original para su posterior representación.
¿Dónde
pasa? El Lugar.
¿Qué pasa? El argumento.
¿A quién
le pasa? El
protagonista.
¿Quiénes
intervienen? Otros roles y
funciones.
¿Cuándo
pasa? Lo referido
al tiempo.
¿Qué cosas
había? Lo referido a
la escenografía.
Una vez que se contó la historia, se le
pregunta al autor qué compañero de la ronda puede desempeñar cada rol, tanto
los personajes se nombraron u objetos que aparecían en la historia. Armado el
reparto y sabiendo el argumento recontado por el director‑coordinador, procede
a su armado, para su posterior representación. En una sesión de trabajo se
puede contar más de una historia. Para concluir se pide a todos que construyan
un ritual de cierre.
147 ‑ Tema libre: se le pide a cada subgrupo que en un tiempo no mayor
que 5 minutos, organice una situación, distribuya los roles y organice los
elementos de utilería que va a utilizar como también de vestuario Luego cada
grupo pasará a improvisar.
148 ‑ Por tarjetas: previamente el coordinador organiza una serie de
tarjetas por tamaño o color a las que les asignan un valor para el juego, a
saber: amarillas: espacios posibles (plaza, el correo, un ascensor, la playa,
etc.); rojas: 4 roles posibles (una bruja, un comisario, un perro y un
vendedor), estos 4 roles deben estar sí o sí, no pueden faltar. Esto no quita
que si son más de cuatro en el grupo, se agreguen otros roles por cuenta de
ellos; verdes: un acontecimiento (robo, incendio, declaración de amor, sordera
repentina, hechizo, lluvia de barro, herencia, etc.); azules: una frase, que
debe decir en diferentes momentos cada integrante del grupo (“Lo que mata es la
humedad”, “Yo no soy de Escorpio”, “Y vos me lo decís”, “Los patacones nunca
fueron moneda fuerte”, etc.).
Cada subgrupo debe elegir una tarjeta de cada color y organizar en no más
de 5 minutos, con esos datos, la situación a improvisar.
149 ‑ Por oficios: a cada subgrupo se le otorga un oficio determininado
(panaderos, albañiles, porteros, peluqueros, carteros, paseadores de perros,
modistas, etc.). En este caso debemos prestar especial atención a no proponer
roles que estén excesivamente caricaturizados por la televisión, ya que los
remitirán a situaciones estancas y de poca creatividad, como por ejemplo
policías, ladrones, detectives, etc. Luego, en no más de 5 minutos, deben
organizar lo necesario e improvisar una situación.
150 ‑ Rompiendo verbalidades: se le pide a cada grupo que
organice una situación en un tiempo determinado con tema libre. Cuando ya están
listos para improvisar se les pide que la desarrollen hablando únicamente en
lituano antiguo. Aclarando que las palabras que desconocen en lituano antiguo
las pueden inventar.
151 ‑ Actores u objetos: se le pide a cada grupo que
organice una situación a improvisar en un tiempo determinado, pero en este caso
sólo dos del grupo pueden actuar, los restantes deben ocupar un lugar
específico en la escena como objeto que se debe usar en algún momento (silla,
lámpara de pie, teléfono, secador de pelo, máquina de boletos, parquímetro,
buzón, etc.).
A medida que transcurre la improvisación y en el momento en que los
actuantes quieran, deben colocarse al lado de los compañeros que hacen de
objeto e imitarlos de igual manera; una vez hecha la fiel copia, reemplazan al
compañero y éste sigue la situación que venía desarrollándose. Los cambios se
pueden realizar cuantas veces se quiera, pero se debe respetar el desarrollo de
la situación. Es importante que todos transiten por todos los roles.
152 ‑ Cambio de rol: organizan la situación y la
improvisan, durante el desarrollo de la misma el coordinador da un golpe de
palmas, en ese momento cada uno continúa con el rol que venía ocupando el
compañero de su derecha. Se debe respetar el sexo del compañero al que le tocó
reemplazar.
153 ‑ Improvisación a partir de una foto: (ver en Fotos “¿se puede construir
una historia a partir de una foto?”) Se puede tomar como inicio el desarrollo
del ejercicio citado. En este caso las fotos son sólo puntos de partida con el
objetivo de promocionar la acción. El origen de las fotos puede ser: de
diarios, revistas, del grupo, familiares, antiguas, etc., que las puede
proporcionar el grupo o el docente. A diferencia del ejercicio con fotos a las
que se llega a partir del stop, en este caso se les reparte a cada subgrupo una
foto. La misma la deben construir intentando ser lo más fiel posible. En
primera instancia deben improvisar toda la situación previa que culminó en esa
foto. Luego se les pide que improvisen qué sucedió después. Este ejercicio se
puede desarrollar de la siguiente manera, se le indica al curso que para la
próxima clase deberán presentar estas tres instancias como una ...sola
improvisación integrada, para lo cual podrán traer nuevos elementos, tanto de
vestuario, música o utilería, que favorezcan el nuevo desarrollo del trabajo.
El baúl mágico: este baúl puede ser reemplazado por un armario,
cajas, bolsas, ropero, etc. Lo importante en este caso es que exista. Ahora que
estamos traba ando en el contenido de improvisación nos trabajando damos cuenta
de la necesidad del vestuario y la utilería para recrear la tarea y desarrollar
las posibilidades creativas de los participantes. Por lo tanto este baúl debe
contener todo elemento que pueda ser utilizado en el trabajo, preferentemente
evitar vidrio, porcelana u otros materiales que puedan romperse con facilidad o
sean peligrosos a la hora de trabajar con ellos. ¿Cómo se llena el baúl? El
docente debe incentivar al grupo para que traiga de su casa todos estos
elementos. Éstos pueden ser de descarte o en desuso, no hace falta comprar nada
para el baúl. Otro dato importante es que el baúl es una herramienta de trabajo
y no un juntadero de basura, el grupo debe valorizar este elemento y así
cuidarlo, mantenerlo limpio y evitar la rotura de los elementos. Dado que la
experiencia nos ha demostrado que cuando alguien trae un elemento y éste a la
clase siguiente desapareció, está roto o tirado en un rincón, ese individuo no
volverá a traer nada más.
Estos pequeños detalles son en muchos
casos alertas de la decadencia de un grupo, por esto el docente debe estar
alerta, cuidar lo que nos rodea es también cuidarnos. También es importante
fortalecer a partir del baúl los lazos solidarios entre los integrantes, es
decir, todo lo que hay en el baúl es para ser usado por cualquiera con la única
responsabilidad de guardarlo en las mismas condiciones en que lo encontró, la
prioridad en el uso tiene que ver con el orden en que lo necesitarán. En
algunas ocasiones se puede designar como rol rotativo al encargado del cuidado
de la utilería
154 ‑ Sin moverse: una vez divididos en subgrupos se le pide que con
tema libre armen una improvisación. Al momento de pasarla, el coordinador les
pedirá que adopten una actitud corporal para no modificarla a lo largo de la
misma (es decir congelados sin expresión en el rostro y sin gestos), que
desarrollen sólo con la voz el trabajo que se propusieron.
155 ‑ Lentamente: el coordinador pide al grupo que arme una
improvisación con tema libre. Al momento de pasar pedirá a cada subgrupo que la
realicen en forma lenta, tratando de sintonizarse entre todos para que tengan
la misma lentitud de realización de la acción. Es decir, el mismo ritmo.
156 ‑ Rápidamente: el mecanismo es similar al ejercicio anterior, pero
esta vez lo que cambia es la velocidad. El ritmo debe ser veloz, rápido y este
tiempo en el que se desarrolla la acción no debe impedir una correcta dicción o
justificar caídas o choques.
Exdra: la
“Expresión Dramática” es conocida y aplicada en muchos países europeos,
principalmente en España. Su metodología es muy compleja y merece más espacio
del que le vamos a brindar aquí, dónde sólo haremos referencia a ella como la
incentivación para crear por medio de diferentes estímulos situaciones
dramáticas.
157 ‑ Titulares: se divide al grupo en sub‑grupos y se le entrega a
cada uno de ellos una cantidad de títulos previamente seleccionados por el
coordinador (títulos de noticias, publicidades, etc., de diarios y revistas
recortados y pegados sobre una hoja en blanco para evitar la distracción con lo
escrito del otro lado). La cantidad de títulos no debe exceder a la totalidad
de, integrantes de cada subgrupo. Se le pide que a esos titulares les den un
orden y armen una historia. Transcurrido el tiempo del armado de la historia,
se procede a contarla. Una vez contadas las historias se da un tiempo para
armar la dramatización, en la que deben participar todos y respetar la historia
que se contó. Luego se presentan todas las dramatizaciones.
158 ‑ Imágenes: la metodología es similar a la anterior, pero en vez
de titulares se les da a cada subgrupo una cantidad de imágenes, de cualquier
tipo, tamaño y color. Cada subgrupo deberá encontrar una relación con éstas a
través de una historia, para luego contarla. Una vez contadas las historias de
todos, se procede a dramatizar. Una variante de este ejercicio es que se elija
una historia entre todos y se la represente, para ver las distintas
posibilidades dramáticas de un texto narrativo. Otra variante es que podemos
proveerlos de estímulos mixtos: imágenes y títulos.
159 ‑ Formas: una variante más sofisticada es la de dar como
estimulo figuras de distintas formas y colores, no necesariamente geométricas.
La metodología es la misma que en los ejercicios anteriores: A) armar la
historia y contarla; B) dramatizarla.
160 ‑ Sonoras: tomando como disparador el ejercicio de las historias
para ser escuchadas luego se le pide al grupo escucha que la represente.
161 ‑ Música de fondo: se le da a cada subgrupo un casette
con un tema musical sin letra, que preferentemente proponga imágenes. Lo deben
escuchar y luego imaginarse el guión de una película que tendrá este tema como
música de fondo. Cuentan la historia y la dramatizan.
162 ‑ La poesía: se le da a cada subgrupo un papel con una serie de
preguntas a las que debe responder y anotar de manera tal de ir construyendo
una poesía, para luego dramatizarla. Las preguntas son:
¿Quién es? Responder en singular o plural, en forma
realista, fantástica o sobrenatural, de manera que podamos identificar uno o
más protagonistas de la historia.
¿Cómo es? Responder de manera tal que nos aporte datos
para componer el o los personajes, dando información sobre aspectos físicos,
psíquicos y/o sociales.
¿Qué hace? Responder ligado a la acción, es decir, si
está pensar do, que en su accionar de pensar nos cuente en acciones de qué se
trata.
¿En dónde? Responder no necesariamente con un lugar real,
no olvidamos de que es poesía.
Frase loca:
también llamada frase en contra sentido a lo que se viene desarrollando, que
rompa con la lógica del discurso.
A modo de ejemplo: una vieja sin un diente barre hormigas en lo alto de
una higuera; las ratas caminan por la luna.
Por supuesto que es muy probable que los resultados de las construcciones
en forma de poesía, requieran de una representación no realista.
Como variante al mismo se pueden agregar otras preguntas.
RPD. Acerca de las convenciones: las
convenciones son pautas preestablecidas que todos acordamos dar como verdad
para poder desarrollar la tarea. Debemos tener en cuenta que el teatro es “pura
convención”. La actriz que personifica a Julieta, en la obra de Shakespeare, no
muere en todas las funciones, sin embargo si ella desarrolla bien su papel
sufriremos en esa escena y es bastante probable que también lloremos, “como si”
en realidad hubiese muerto. Como así tampoco las heridas de Treplev en La Gaviota son verdaderas, ni
Arkadina es su madre real, pero si esta convención tácita no se hubiera
instalado entre actores y público, el teatro no existiría. Por esto mismo en
nuestro trabajo debemos acordar determinadas convenciones.
El espacio escénico: para poder crear con mayor
facilidad este espacio es recomendable que lo circunscribamos desde un primer
momento. Si contamos con un escenario, éste puede ser el espacio, pero si el
trabajo se desarrolla en un aula o salón sería conveniente delimitarlo con una
raya en el piso o con una luz que focalice únicamente esa zona o de cualquier
otra forma.
Las entradas a escena: éstas deben realizarse por los
laterales, en el caso en que se pueda, es preferible colocar un biombo, pata o
arlequín que sugiera el espacio exterior. Éstos también pueden recortar el
espacio y crear diferentes ambientes.
La cuarta pared: el uso de la cuarta pared se viene desarrollando en
el teatro desde hace más de un siglo. Éste determina un espacio cerrado, como
si los actores estuvieran actuando encerrados en un ambiente, sólo que por
alguna mágica razón la pared que limita con el público es transparente. Hecho
que los personajes desconocen. Cuando un personaje se comunica directamente con
el público se dice que “rompió la cuarta pare&'. Este acto es común en las
comedias o en los dramas que incorporan alguna escena de humor, donde por lo
común aparece el “aparte”, que es la desviación de la atención de un actor
hacia el público. Este acto da una participación diferente al público. Por esta
razón éste es un recurso común en lo que se denomina teatro participativo. Por
ejemplo el actor entra a escena empuñando un arma y dice “arriba las manos”,
luego de que sus compañeros de escena lo hacen, mira al público y les hace
algún gesto o comentario respecto de que ellos también son asaltados.
Las espaldas: con respecto al uso de la cuarta pared habíamos dicho
que los personajes la desconocen, pero no los actores, por ende en el
desarrollo de la escena éstos cuidarán de no dar la espalda al público, ya que
si no lo hacen, los espectadores se perderán gran parte de los acontecimientos
que allí ocurren y la voz del actor corre grandes riesgos de perderse entre los
tramoyistas y jamás llegar a oídos de quienes gentilmente se acercaron al
teatro. Para fomentar este trabajo todos los objetos de la escena se dispondrán
de manera tal que el actor, al utilizarlos, no se vea obligado a dar la
espalda. Un ejemplo pictórico como “La última cena” nos enseña gráficamente
como disponer una mesa para que lo que suceda este al alcance de la vista de
todos.
Uso de objetos: como estuvimos viendo en todos los ejercicios
enunciados anteriormente, los objetos que se utilizan en escena no siempre son
reales, ni haría falta que lo sean. Por lo tanto el actor a partir de su
trabajo los creará, no sólo como existencia sino que les dará cualidades. Por ejemplo:
un personaje entra a escena luego de un largo viaje portando su valija cargada
de recuerdos, no debemos herniar al actor en cada función sino que él a partir
de su cuerpo simulará el peso de esta valija. Otro ejemplo de convención
importante es el uso de muebles que simulan ser pesados y macizos cuando en
realidad están construidos con cartón o cualquier otro elemento liviano, pero
si el actor olvida esta convención y se apoya con fuerza sobre una mesa en esas
condiciones lo más probable es que termine en el piso y el público aburrido se
retire de la sala. También suele ocurrir con el uso de las puertas imaginarias,
que parecen cobrar vida a lo largo de la escena y sin que los actores lo
adviertan se desplazan, de esta forma un actor entra por una puerta y cuando
decide salir resulta que esta se encuentra a 20 cm . Todos estos elementos
parecen nimios, pero en el desarrollo de un trabajo comprobaremos que la
atención del público, vaya a saberse por qué desgraciado motivo, se centrará en
estos elementos y no en otros, por eso “respetemos las convenciones y
ayudémoslos a entrar en la ficción”.
163 ‑ Con rima: se le pide a los grupos que armen una improvisación
en forma libre y antes de pasar a presentarlas por subgrupos, se les pide que
tengan en cuenta que dichas improvisaciones deben tener rima, es decir que la
última parte de su parlamento debe rimar.
164 ‑ De estilos: cada grupo arma por separado una improvisación con
tema libre, el coordinador pedirá a cada subgrupo que antes de realizarla le
impriman un estilo, que debe teñir todo el trabajo. Por ejemplo: cómica; de
terror; mal doblada; melodramática; dibujos animados; de suspenso; ópera;
película muda.
165 ‑ Con elementos: el coordinador entregará a cada
subgrupo uno o varios elementos a los que el grupo deberá:
Explorar y buscar una o más funciones posibles, ya sean propias de 61 o de
los objetos o ajenos a su uso “normal”.
Con tema libre armar una improvisación. Pasar a mostrar el trabajo.
166 ‑ El noticiero: la estructura de este ejercicio es la siguiente: en
primer plano dos periodistas sentados mirando al público; detrás de ellos y a
sus laterales se encuentran dos sub grupos, uno a la derecha y el otro a la
izquierda. Los periodistas, de a uno por vez, irán relatando noticias de
cualquier tipo. No pueden informar más de tres por turno. Al concluir cada
noticia el periodista dirá “vamos a exteriores”, de esta forma habilitará al
grupo de la derecha, que entonces representará el suceso. Ahora cuando al
finalizar la noticia diga “vamos al lugar del hecho”, entonces estará
habilitando al grupo de la izquierda.
Una variante de este ejercicio es que el periodista diga “vamos a la
tanda” y relate las publicidades. Entonces, ambos grupos se juntarán y las
dramatizarán.
Éste es un ejercicio de pura adaptación, por lo que no es necesario que las
noticias o las publicidades estén escritas o previamente pensadas. En el caso
en que el coordinador registre como muy interesante algunas de las
dramatizaciones las puede recortar para profundizar en otro momento. Un dato
importante es que no se le debe dar tiempo previo a los grupos para que
verbalicen la organización de la dramatización.
Improvisaciones por parejas
167 ‑ Sin fin “clásico”: un integrante del grupo queda en el
espacio escénico y el resto se retira. A partir de ahora, cualquier compañero
que lo desee ingresa al mismo, proponiendo desde su accionar una situación,
espacio determinado y vínculo. El primero debe adaptarse a la propuesta que
trae el segundo e improvisan. En cualquier momento entra un tercer compañero
con una propuesta nueva, entonces el primero, debe resolver su salida y el
segundo adaptarse a la nueva propuesta. Dentro de esta mecánica, siempre habrá
dos en escena.
168 ‑ Sin fin con objetos: la misma mecánica que el anterior,
pero esta vez cada compañero deberá entrar a escena con un objeto que utilizará
en la misma.
169 ‑ Sin fin con transformación de objeto: la misma
mecánica del anterior, pero en escena siempre habrá un mismo objeto que quien
entre debe transformar desde su accionar en otro elemento. Por ejemplo: una
silla que se puede transformar en un trono, un trineo, una casilla telefónica,
un bebé, etc.
170 ‑ Sin fin con idioma inventado: igual mecánica que el anterior,
pero esta vez el que entra propone un idioma inventado. Por las tonalidades,
por la musicalidad, las pausas y silencios, la articulación, la fonética, etc.,
el que ya estaba se debe adaptar al idioma propuesto.
171 ‑ Sin fin con status: mecánica similar a los anteriores,
pero el que entra debe proponer un status determinado. Cuando hablamos de
status, significamos tres categorías diferentes a saber. superior, inferior o
igual con respecto a las relaciones de poder. Éstas pueden ser entre padres e
hijos, jefes y empleados, ladrones y policías, etc. Es importante que estas
relaciones se manifiesten siempre a partir de la acción, la cual no es
discutible, sino por el contrario, es modificadora. Es importante que en las
improvisaciones con trabajo de status no se queden fijados en un solo status,
sino que por el contrario todos puedan transitar los tres niveles.
172 ‑ El danzado: pasa una pareja, y el coordinador pone una música
determinada que ellos deben bailar juntos. La música se corta de golpe y a
partir de ese momento comienzan a desarrollar una situación.
173 ‑ Cambio de épocas: se les pide a las parejas que
inventen una improvisación con tema libre y que la representen. Una vez
concluida la ronda de presentaciones se les pide que vuelvan a realizar la
improvisación pero el coordinador les cambiará de época, por ejemplo: época de
las cavernas; en la colonia; gauchesca de dos siglos pasados; egipcia; del
futuro, en el 3005; tangueada; lejano oeste texano; campiña inglesa.
174 ‑ Con circunstancias: a cada pareja se le pide que arme
una improvisación y luego que pase a representarla. En el desarrollo de la
misma el coordinador propondrá algunas circunstancias determinadas que
modifiquen la situación. Es importante que estas circunstancias que introduce
el coordinador modifiquen la situación sin que esta cambie radicalmente. Por
ejemplo: alguien puede estar escuchándolos; se precipita un terremoto; uno
huele mal; urgente necesidad de ir al baño; empieza a haber goteras; se siente
olor a quemado; alguien pide auxilio en algún lugar cercano.
175 ‑ Por espacio: se le da a cada pareja una tarjeta que determina el
espacio en el que se debe desarrollar la situación, se acuerda un tiempo igual
para todas las parejas para que armen la improvisación y transcurrido el mismo
se pasa a representar.
176 ‑ A oscuras: cada pareja deberá armar una improvisación, que
cuando deba representar se realizará a oscuras. Solo tendrán valor las'
palabras, los sonidos y los tonos o volumen en que lo representen.
177 ‑ Tres espacios: se le pide a la pareja que organice
una improvisación con tema libre, mientras el resto del grupo diseñará y
delimitará tres espacios diferentes. Por ejemplo: el dormitorio, el baño, el
balcón. Luego la pareja deberá jugar la situación planteada adaptándose a cada
espacio y justificando desde la acción la necesidad del tránsito de un espacio
al otro.
178 ‑ Secuencias desordenadas: se le pide a cada pareja que
organice una situación con tres secuencias que respondan a introducción, nudo y
desenlace. La muestran, luego deberán reorganizarla modificando el orden de las
secuencias, pero sin perder coherencia.
179 ‑ Personajes: se reparte a cada integrante del grupo una tarjeta en
la cual figura un personaje determinado. Los personajes pueden ser de
historieta, históricos, prototipos, etc. Luego, sin saber el personaje asignado
a cada uno se arman las parejas. Una vez distribuidos deben, conociendo el
personaje del compañero organizar una improvisación y mostrarla.
180 ‑ Turismo: cada pareja trae planteada su improvisación, llegado
el momento de pasarla, se le indica el lugar en el que se desarrollará. Por
ejemplo: en la selva; en el desierto; en el medio del mar; en una
manifestación; en un recital de Ricky Martin; en un sótano; en un ascensor;
etc.
RPD. Acerca de improvisar la
improvisación: de alguna manera queremos poner de manifiesto que si
bien el inicio de la improvisación requiere de determinadas pautas (para
facilitar el trabajo), esto no quiere decir que cualquier pauta o un mayor
número de pautas optimicen los resultados. ¿Qué elegir? Como dijimos
anteriormente no todos los datos van a sernos útiles al improvisar, dado que en
el momento de la. acción el suceder inmediato nos supera y prevalece por sobre
la información adquirida. Aquí y ahora versus información previa. Para,
improvisar la improvisación ésta debe siempre suceder en el aquí y ahora. Soy
Yo en esta situación determinada, en este momento, con estas circunstancias
dadas, con los siguientes datos.
¿Quién soy? Para
determinar el sujeto de la acción, qué papel juego o qué rol desempeño en el
inicio de esta situación determinada. ¿Dónde
estoy? Para determinar el entorno, como lugar conflictivo donde se
desarrolla la acción. ¿Qué quiero?
Que implica el para qué entro a escena, qué busco.
Por esta razón consideramos que el exceso de datos nos obligará a:
proyectar y planificar la acción; prejuzgar mi rol, el del otro, la situación;
buscar la resolución y no el tránsito; olvidamos de que estamos improvisando.
Lo interesante del Teatro es que éste siempre es un hecho vivo, que se
desarrolla con actores vivos en constante situación de improvisación, de
búsqueda.
Estos datos son importantes tanto para el alumno en el momento de plantear
una improvisación, como para el docente en el momento de evaluarla.
Improvisaciones pautadas
181 ‑ Con entorno dado: a cada pareja se le determina un
entorno en el que se desarrollará la acción. Ellos deberán plantearse el resto
de los datos.
Algunos entornos posibles: al borde de un precipicio; en un
colectivo; en la piscina de una fiesta; en un refugio antiaéreo.
182 ‑ Con circunstancias dadas: (ver ejercicios: El viaje en Barco
y Con Circunstancias). Se le pide a cada pareja que construya una improvisación
de algunas de las siguientes circunstancias: dado que los persigue la policía;
dado que están atados por las manos; dado que han bebido demasiado; dado que
llueve torrencialmente; dado que me mordió una serpiente; dado que afuera esta
inundado; dado que amanece; dado que llevo la herencia en mi bolsillo; dado que
soy rengo; dado que mi hermano no llega.
183 ‑ A partir de una relación: el único dato que tiene la pareja
para plantear la improvisación es el vínculo que los relaciona. Por ejemplo:
gemelos; amantes; íntimos amigos; padrino y ahijado; jefe‑empleado; capo mafia‑novato;
maestro‑alumno; detective‑fugitivo; estrella de TV‑personal trainer; modelo‑peluquera;
cuñados.
184 ‑ Familias de objetos: el coordinador determina quién
traerá para la próxima clase cada uno de los siguientes objetos: fósforos,
encendedores, tres velas, una linterna y tres sahumerios; delantal de cocina,
dos cucharas, un cucharón, dos vasos, un colador; dos pelucas, tres ruleros, un
peine, un cepillo, una gorra de pelo; un delantal blanco, una jeringa, un
estetoscopio, dos frascos de medicinas; un sobre de semillas, una palita, dos
macetas, una regadera, un par de botas de agua.
Estos objetos están ordenados por familias, es decir, el coordinador, por
supuesto que puede proponer otros grupos de objetos. Con todos los objetos en
clase, se agruparán por familias tanto los objetos como los sujetos que los
trajeron. Cada subgrupo deberá plantear una improvisación en la que intervengan
todos y cada uno de los objetos. Luego se muestran los trabajos.
En una segunda etapa se construirá una nueva improvisación con un
representante de cada familia y su correspondiente objeto. Luego muestran.
Improvisación con texto
185 ‑ Breviario: cada pareja recibe una tarjeta con un texto de cuatro
frases. Ellos deben estructurar una improvisación en la que en algún momento se
incluya ese texto. El resto de los compañeros que observen la escena deben
descubrir cual es el texto. Es importante que estos textos no signifiquen
demasiado como para programar el trabajo. Es decir que puedan ser incluidos
fácilmente dentro de la estructura de cualquier situación. Por ejemplo:
Texto Nº 1
|
Texto Nº 2
|
- ¿A qué
hora dijo que venía?
|
- Pero,
¿vos me querés a mí?
|
- A es
de las siete
|
- Claro
que te quiero
|
- ¿Qué
le habrá pasado?
|
- Y,
¿por qué no me lo decís?
|
-¿Querés
que lo llame por teléfono?
|
- ¿Cómo
querés que te lo diga?
|
Texto Nº 3
|
Texto Nº 4
|
- ¿Dónde
lo pusiste?
|
- Es la
última vez que vengo
|
- Entre
las medias
|
- No te
quejes. Si te gusta.
|
- No
está
|
- Pero
nadie me avisa de nada
|
-
Buscalo bien
|
- Leé el
diario y callate
|
186 ‑ Minimalista: es una variante del ejercicio anterior, con la
diferencia que el texto que recibió cada pareja a través de la tarjeta, deberá
ser repetido por lo menos 4 veces dentro de la escena. Nunca en forma continua.
187 ‑ El tarjetón: es una variante del ejercicio “el breviario”, pero a
la tarjeta recibida, la pareja que la utilizó debe agregarle 4 textos más, que
hayan aparecido en el propio trabajo. Con estos 8 textos en el tarjetón, otra
pareja deberá improvisar una situación nueva. Así sucesivamente, el tarjetón
irá incrementando de a 4 líneas el texto y pasando por diferentes parejas.
188 ‑ El inconcluso: se le da a cada pareja una tarjeta
con 4 textos inconclusos que ellos deberán introducir en la escena
correlativamente completándolos. Por ejemplo:
Texto Nº 1
|
Texto Nº 2
|
- No te
dije que...
|
- Ya me
cansaste con...
|
- Sí,
pero yo pensé...
|
-
Siempre...
|
- A vos
nunca...
|
- Ahora
resulta...
|
- No
será que...
|
-
Mejor...
|
Texto Nº 3
|
Texto Nº 4
|
-
Vamos...
|
- Tengo
todo...
|
- Con...
|
-
Estás...
|
- Vos...
|
- No...
|
-
Confiá...
|
-
Dios...
|
189 ‑ Tarjeta secreta: cada uno de los integrantes de la
pareja recibe una tarjeta con dos textos. Ninguno debe mostrar su tarjeta al
compañero. Durante la improvisación deberán usar esas frases en cualquier
orden, la cantidad de veces que quieran. Es importante que las improvisaciones
nunca arranquen con esos textos. Por ejemplo: salga de aquí; váyase; vuelva;
ordene todo; dame el dinero que me debés; ¿por qué me traicionaste?; ¿qué sabés
de ese asunto?; ¿cuántos vienen?; ¡no abras!; callate; hoy me duele la cabeza;
olés a ajo.
190 ‑ Desgrabadas: se le pide a la pareja que con cualquiera de los
ejemplos anteriores mientras realiza la improvisación la grabe. Luego deberán
desgrabarla (como tarea para el hogar) y aprenderse el texto de memoria, para
después re‑trabajarla. Es importante que cuando se transcriba el texto se le
realice una limpieza quitando los textos que se repiten o las situaciones sin
sentido.
RPD. Acerca de la dinámica: queremos
explicitar que hay una dinámica de trabajo grupal que va desde el trabajo en
grandes grupos, pasando por los grupos medianos hasta llegar al trabajo en
parejas. Esto no quita que en la primera parte de la clase el caldeamiento se
realice en colectivo y simultáneo. A medida que avanzamos en el campo de lo
dramático necesitamos ir ajustando el instrumento, como también por parte del
coordinador afinar la mirada sobre el que trabaja. Por eso ponemos como punto
de llegada el trabajo en parejas, dado que no es recomendable el trabajo
individual en esta instancia. ¿Qué pasa con las parejas? Es aconsejable
promover a la rotación de parejas. Es decir: que no trabajen siempre los
mismos, que prueben trabajar con distintos compañeros. No debemos perder de
vista y planteamos qué sucede cuando nadie quiere trabajar con un compañero o
cuando todos quieren trabajar con el mismo.
191 ‑ El absurdo: comenzamos este trabajo en ronda donde cada uno tiene
una hoja y algo para escribir. El primer juego que hacemos se llama “cadáver
exquisito”, que era una de las dinámicas que utilizaban los escritores
surrealistas para producir escritura. El juego consiste en que cada uno
responda en el papel con una frase de no más de dos renglones a cada pregunta
realizada por el coordinador y que doble el Papel de manera tal de que no se
vea lo escrito. A una señal del coordinador (todos juntos) pasan el papel
recientemente escrito hacia su derecha, el que lo recibe vuelve a realizar el
mismo procedimiento y así, sucesivamente hasta agotar las preguntas o la ronda.
Una vez que todos escribieron alguna frase “cualquiera” en las hojas, se
procede a lo siguiente: desarrollarlo y leerlo para sí; corregirlo (es decir
pasarlo todo al genero masculino o femenino según corresponda y agregarle lo
necesario que pudiera faltar como enlace entre frase y frase); lectura final de
las producciones.
Luego se forman parejas, cada una elige uno de los textos o decide trabajar
con los dos y realiza una improvisación, en la cual deberán aparecer sí o sí
los textos seleccionados.
Este tipo de ejercicio si bien es un poco complicado lo podemos usar como
introductorio al lenguaje del absurdo o para romper las clásicas formas de
representación realista‑naturalista. Vamos a ver ahora algunas de las preguntas
posibles que puede usar el coordinador: ¿por qué te despertaste tan temprano?;
¿para qué querías verme?; ¿qué haces ahí escondido?; por favor contáme la
verdad; ¿qué tenés ahí?; ¿qué te gustaría que me ponga?
192 ‑ Textualmente hablando: cada pareja recibe un texto, ya sea
éste narrativo o poético (poesía, canción, cuento, etc.) con este material
deberá: leerlo; extraer la situación dramática posible, que no incluya más de
dos sujetos en escena; elaboración de los textos posibles para esa situación
determinada; realizar la improvisación.
Lo más probable es que estos textos no sean los definitivos, es decir,
luego de la primera pasada, la pareja tendrá que ajustarlos a las necesidades
textuales que surgieron en el trabajo mismo. Este proceso se realizará entre
cuatro a cinco veces, pero una vez determinado el texto, los participantes
deberán respetarlo, sin modificarlo durante la escena. Es importante que esta
construcción textual nunca sea explicativa del suceso, dado que esto sólo
impedirá la búsqueda creativa por parte de los actuantes y los obligará a
desaparecer tras los textos. Recordemos siempre que el texto es “sólo” un elemento
más y no la primera figura.
193 ‑ A continuación: cada pareja recibe un pasaje de una
escena de autor dramático, ellos no conocen el origen de este texto, es decir
éste se encuentra descontextuado. Ellos deben improvisarla e ir completándola,
para luego fijar los textos producidos en la improvisación. Una vez concluida
la escena se les da el texto origen para que lo lean y se encuentren con las
similitudes y diferencias en cuanto a la resolución de la escena.
194 ‑ El texto dramático: se le señala a cada pareja una
escena predeterminada de un texto dramático, el cual deberá leer completo
previamente, para comprender el contexto de la escena. Ellos deberán organizar
los roles, producir la escenografía y utilería, aprenderse el texto de memoria.
Luego podrán utilizar las preguntas planteadas en RPD Acerca de improvisar la
improvisación, para favorecer la comprensión estructural de la escena. Con
todos estos elementos están listos para iniciar la búsqueda “in situ” y a
disfrutar de la improvisación.
RPD. Acerca del trabajo con texto
dramático: dadas las características de nuestro trabajo, en esta
producción la propuesta será jugar. Jugamos con todo el cuerpo, con todo
nuestro ser. Con lo voluntario y lo involuntario, pero como la única posible
objetivación y organización se nos presenta sólo en el terreno de lo
voluntario, nos moveremos dentro de este circuito. El texto, por ende, será
siempre una información proveniente del exterior. Va a modificar, sin lugar a
duda nuestro trabajo, pero como ya dijimos anteriormente, no lo va a dominar.
No es el texto el que juega, somos nosotros, en la interacción con los
compañeros, los que jugamos, creamos y recreamos una situación dramática que
entre otros elementos tiene al texto. El texto siempre es un pretexto para el subtexto.
Son las reglas del juego y los límites de la cancha. Como venimos viendo en el
desarrollo del tema de la improvisación cuanto más clara sea la estructura que
contiene a la escena, más fácil nos resultará investigarla. Es decir, al
contrario de lo que se supone comúnmente, en el caso de la actuación, la
estructura nos da libertad de acción. Sólo somos creativos en un contexto
limitado, la falta de límite nos conduce a una búsqueda infinita que no se
puede transgredir.
Aproximación al personaje
195 ‑ Hibridando: vamos a construir un híbrido (para más, información
ver “Binomio fantástico en Gramática de la Fantasía ” de Gianni Rodari o Procesos de
Hibridación para generar textos en libros sobre dramaturgia). Un híbrido
consiste en la unión de dos elementos, que generan un tercero que tiene como
resultado características de los dos generadores. Esta elección se hace a
voluntad del creador y se debe sustentar la creación en un discurso coherente y
racional. De estas uniones pueden aparecer cosas maravillosas para jugar, por
ejemplo:
Una gallina y un elefante dan igual a un gallifante que tiene cuerpo de
gallina, dos patas cortitas y pequeñas de elefante, como también la cola. No
lleva alas y tiene una cabecita de elefante sin trompa con pico y cresta de gallina.
Un balde y un diario dan igual a un baldeario que es diario transparente y
cilíndrico con hojas de agua, que a medida que se agitan las hojas se puede
cambiar de sección. Es un contenedor de noticias. En la zona de la base se
encuentran los chistes y el horóscopo.
La idea de hibridar, en el caso de este ejercicio, nos sirve para estimular
la creatividad en cuanto a la creación de personajes, los cuales siempre parten
de mí, los produzco con mi cuerpo, pero me permiten jugar posturas, actitudes,
tonos de voz, energías, ritmos alejados de los habituales en mí. El ejercicio
en sí sería:
Se le reparte a cada uno de los integrantes una tarjeta en blanco, en la
cual deberán anotar un objeto y depositar la tarjeta en una bolsa en común.
Luego, de a uno por vez, extraen una tarjeta. Distribuidos por todo el salón y
en forma individual cada uno trabajará la composición de este híbrido que
estará compuesto del objeto de la tarjeta más él con sus propias
características. Tras un tiempo previamente estipulado, se formará una ronda de
presentación de los híbridos, donde cada uno a su vez mostrará su creación. El
resto de los compañeros adivinará con que objeto trabajó. Una variante posible,
si el grupo no es numeroso, consiste en que luego de conocer todos los personajes,
el grupo le determine a cada uno: oficio o profesión; nacionalidad; edad;
alguna característica de personalidad (pegajoso, roñoso, torpe, gentil,
histérico, grosero, etc.).
Cada uno en forma individual organizará una situación dramática en la que
su personaje estará en acción, tomando en cuenta todas estas nuevas
características. Luego se mostrarán los trabajos.
196 ‑ Zoomorfosis: comenzamos la tarea con un caldeamiento que incluya
articulaciones, tensión y distensión. Focalizamos la atención en la columna,
sus posibilidades de movimiento, los ritmos posibles. La trabajamos apoyada en
el piso, en la pared, en el otro. Zonas de apoyo, zonas libres. A partir de
este caldeamiento vamos buscando a un animal; como vemos la elección no es
puramente racional, ya que debe ser el movimiento, el ritmo, la tensión las que
sugieran al animal que irán trabajando. Una vez que cada uno investigó durante
un tiempo no menor de 15 minutos a su animal (sus desplazamientos, su ritmo, su
actitud frente a los demás) el coordinador, que será quien conduzca esta
investigación, podrá sugerir que: cacen para comen; busquen refugio donde
dormir; se relacionen con animales de la misma especie pero de sexo opuesto;
estén alertas frente a un posible ataque; etc.
Esta guía debe contribuir al desarrollo de la búsqueda para que la misma no
se acote en lo formalmente definitorio de una especie, sino que sea el cuerpo
el que la investigue. Luego, lentamente irán buscando la posición bípeda de
cada animal; el mismo deberá humanizarse, sin perder sus características
animales. Se les sugerirá que se saluden, se persigan, etc. Una vez
personalizados, comenzaremos a improvisar con los mismos. Un ejemplo posible
es: por grupos, o todo el grupo según la cantidad de integrantes, se instalarán
en la sala de espera de un aeropuerto, que por motivos climáticos no tiene
salidas de aviones. Cada uno deberá encontrar una urgencia por la cual debe
tomar ese avión. Hace horas que esperan cuando se les anuncia que sólo hay tres
plazas disponibles para el único vuelo que saldrá esta semana.
197 ‑ El objeto influyente: se coloca en el centro de la ronda
el baúl mágico. Cada uno debe pasar, observar los elementos y elegir uno. Una
vez finalizada esta operación por todos, deberán investigarlo, si es vestuario
vestirse, si es un elemento de utilería encontrar cómo portarlo, de esta manera
comienza un desplazamiento en el que lo más importante será llamar la atención
de los otros a partir del objeto y su uso. “Gracias a él soy quien soy”. En
este caso el objeto funcionará como modificador de la conducta. Deben registrar
la actitud de: cómo usarlo; cómo lucirlo; cómo seducir a partir del objeto; lo
importante que es para cada uno.
Luego y a partir del trabajo buscarán un rol para desarrollar, es decir:
¿quién soy?; ¿qué relación tengo con los demás?; ¿qué sonidos o palabras
emito?; ¿cómo me muevo?, ¿con qué cadencia, ritmo, tono?
A partir de estas características se eligen por parejas para comenzar a
improvisar.
198 ‑ El personaje oculto: el coordinador, de antemano, traerá
una cantidad de tarjetas donde cada una indica un personaje determinado, las
series de tarjetas se puede clasificar como: personajes de historietas; dibujos
animados; personajes públicos; personajes históricos; personajes a partir de
características físicas.
Una vez seleccionada la serie, el coordinador procede a pegar en la espalda
de cada integrante una tarjeta‑personaje sin que éste sepa cuál es. El juego
consiste en transitar el espacio, buscando información acerca de mi personaje
oculto. La forma de adquirir la información es realizando a mis compañeros
preguntas que puedan responder por sí o por no (una pregunta por compañero).
Cuando la respuesta es sí, debe componer esa característica. De esta manera
a medida que avance el juego se irán relacionando con los compañeros desde la
composición.
199 ‑ El acontecimiento: el coordinador pedirá al grupo que
de una clase a otra elija y componga a un personaje. La elección es libre. A la
otra clase deberá traerlo compuesto, con todo lo que requiera de vestuario y
accesorios a utilizar. Una vez que están todos listos, el coordinador los hace
salir del salón de clase y les plantea un entorno determinado. El juego
consiste en mantener el personaje que cada alumno se planteó en este entorno.
Todos deben progresivamente ir relacionándose entre sí. Una vez concluido el
juego, cada participante deberá contar que características seleccionó para
componer su personaje y entre todos chequear qué cosas se mantuvieron o
desviaron en la acción. A modo de ejemplos de entornos determinados van los
siguientes: cumpleaños de la abuela; exposición de cuadros de nuevas
tendencias; antesala del infierno; ruta desértica; basurero; megadisco.
200 ‑ El ciclo: el coordinador pedirá al grupo que en forma‑libre
elija y componga un personaje, tomando como base las ejercitaciones anteriores
y las preguntas para estructurar su composición. Transcurrido un tiempo el
coordinador pedirá que al personaje lo contextualicen en: la niñez; la
adolescencia; la adultez; el momento actual; la vejez.
201 ‑ Personaje colectivo: todos juntos desplazándose por el
salón caminando normalmente. El coordinador les pide que:
Compongan, por ejemplo, una renguera. Luego que todos lo hacen, el
coordinador elige una, que los demás imitarán.
Sumen a la renguera una mirada soñadora. Lo hacen. Se elige una, todos la
imitan.
Con la misma metodología se puede sumar: una risa siniestra más una panza
prominente más un tic con las manos más una velocidad al andar más una cadencia
al hablar.
202 ‑ Sostenidos y apretados: se le pide al grupo que realice la
mayor cantidad posible de bollitos de papel de diario en distintas medidas.
Luego por parejas acumularán gran cantidad de bollitos, una vez instalados en
el espacio se les pide que a la consigna de sostenidos, uno deberá colocar
sobre su compañero, de a uno, bollitos de papel. Éste deberá desplazarse sin
que se le caigan. A medida que demuestre que puede sostenerlo, el compañero le
agregará otros en diferentes zonas del cuerpo. Una vez logrado este proceso el
andante deberá reproducir la última caminata, pero ya sin los bollitos. Luego
cambian los roles. Apretados: repite la misma estructura, pero esta vez
colocará los bollitos en las inflexiones de las articulaciones. Luego los
quitará y el compañero reproducirá el desplazamiento. Luego cambian los roles. Mixto:
el compañero colocará los bollitos, algunos para ser sostenidos, otros para ser
apretados. Luego los quitará y el compañero reproducirá el último
desplazamiento al que le podrá agregar sonido. Cambio de los roles.
Cuando ambos hayan concluido estas tres secuencias deberán elegir un
personaje de los compuestos por cada uno. Con los mismos organizarán una
improvisación.
203 ‑ De remate: cada uno deberá traer compuesto de su casa un
personaje partiendo de alguna de las ejercitaciones antes señaladas. Comenzamos
la clase paseando los personajes por el salón. En un momento determinado el
coordinador les pide que armen una fila. Mientras el coordinador define un
circuito que deberán transitar, en un extremo del mismo hay una pila de objetos
(es muy importante variar los tamaños, debe haber objetos muy pequeños y otros
muy grandes o muy pesados), cada uno al llegar a la pila deberá tomar un objeto
al azar y pasearlo por el circuito mostrándolo y ofertándolo para el remate. En
la segunda pasada, recién pueden incorporar la voz, que no podrá ser más de dos
palabras, que las repetirá cuantas veces quiera y como quiera. El objeto del
texto es favorecer la oferta del producto. En este sin fin de personajes lo que
buscamos es que se sostenga o se enriquezca el personaje en diferentes
situaciones.
204 ‑ Formateados: dentro de las posibilidades de construir un
personaje a partir de las formas, si nos remitimos al ejemplo: “Abiertos y
cerrados”, podemos pedirle al grupo que con esta dinámica de abrir y cerrar
zonas componga de la siguiente manera: a) que abra una zona del sector alto del
cuerpo (de la cintura para arriba) y que cierre una zona del sector bajo. Que
se desplace; b) que abra una zona del sector derecho (tomar a la columna como
límite) y que cierre una zona del sector izquierdo. Desplazarse; combinar a) y
b). Que se desplace.
Una vez probado varias veces cada punto, cada uno debe elegir uno de los
personajes, comenzar a transitar el espacio relacionándose con los otros.
Incorporarle sonido, forma de hablar y de expresarse. Luego, por parejas
deben armar una improvisación.
205 ‑ Los siameses: por parejas deben buscar una zona de unión común a
ambos. Por ejemplo: hombro con hombro y cadera con cadera, abrazados por la
espalda y pegada pierna derecha de uno con pierna izquierda del otro. De esta
manera construirán un personaje que tendrá un solo lado izquierdo y un solo
lado derecho. También deben sintonizar los movimientos, ritmos, discurso,
tonicidad muscular, etc., ya que son uno solo, un siamés. Una vez construidos
los siameses se agruparán de a cuatro (dos siameses) y construirán una
improvisación para luego mostrarla.
RPD. Acerca de la construcción del
personaje: para empezar podemos diferenciar entre rol que significa una
conducta en relación con una función (soy Yo en una determinada situación), y
personaje que requiere de composición, es aún más complejo. Como coordinadores
debemos observar las conductas cristalizadas o clisés que se repiten una y otra
vez, tanto en los roles como en los personajes (ritmos, tonos de voz,
composiciones físicas, etc.). Por esta razón proponemos diferentes variantes de
abordaje para la construcción de un personaje. Porque cada persona tendrá una
tendencia particular, tanto sea para el proceso de construcción, como en las
características del resultado. El coordinador deberá ayudar a superar los
anquilosamientos para permitir el crecimiento. Nuestra tarea es permitir que
reconozcan el abanico de posibilidades, acompañarlos en la sorpresa de encontrarse
haciendo algo nuevo y ayudarlos a que valoren la importancia del cambio de
conducta. Nunca violentar el cambio porque de esta forma no le permitiremos la
apropiación del aprendizaje. Cuanto menos conductas fijas tengamos como
respuesta a un estímulo, tendremos mayor posibilidad de adaptación a las
circunstancias.
APUNTES
El encuadre
Como su nombre lo indica es el marco de contención de la especificidad. En
todo proceso sistemático de enseñanza‑aprendizaje, el encuadre adquiere un
lugar preeminente, ya que sin éste, los contenidos, los objetivos y las
actividades no encontrarían un orden y una dirección. ¿De qué hablamos cuando
hablamos de encuadre?; ¿quiénes son mis alumnos?; ¿qué vienen a aprender?; ¿qué
quiero enseñar?; ¿dónde se va a producir este proceso?; ¿con cuánto tiempo
contamos?; etc.
Éstas son algunas de las preguntas que debemos hacemos para reconocer el
encuadre. Por eso, como ya dijimos, el encuadre es lo que nos da seguridad de
estar trabajando en nuestro campo y no en otro. Por este motivo el encuadre es
siempre un acuerdo entre ambas partes; todos debemos conocerlo y consensuarlo.
En el caso de la
Educación Estatal , a modo de ejemplo, podríamos decir que un
posible recorrido sería: el primer encuadre lo dictará el Poder Ejecutivo, éste
lo trasladará al Ministerio de Educación, éste, a su vez a las respectivas
Gobernaciones, que a su vez lo pasarán a las Direcciones Educativas
(Provinciales y Municipales), éstas a las Instituciones de Formación, éstas a
los maestros del área y éstos, a su vez, a sus alumnos. Cabe aclarar que en
cada instancia por la que va pasando el encuadre, se re‑trabaja y ajusta de
acuerdo con las necesidades, características y posibilidades específicas.
Ahora, cuando nos planteamos un proceso de enseñanza‑aprendizaje que no
dependa de las instancias gubernamentales, el encuadre estará fijado por la
dirección de la
Institución o por el conjunto de los docentes que en ella
participan.
Supongamos que la actividad que desarrollo la realizo en forma totalmente
independiente, el encuadre también debe existir. Por lo general trabajamos
acorde con un encuadre, sólo que en muchas oportunidades no somos conscientes
del mismo, por lo que se nos dificulta la tarea de operar con él. Como vemos,
el encuadre lo que en definitiva nos da, es una cosmovisión.
En el caso específico de la relación Arte‑Educación, podemos hablar de tres
tipos de encuadre, los mismos son: educación por el arte, educación mediante o
a través del arte y educación para el arte.
Educación por el arte: se trata de utilizar las
actividades artísticas para desarrollar las cualidades personales, sin tratar
de formar profesionales de un área. La Educación por el arte enriquece a la persona
tanto en su conocimiento como en su desarrollo, teniendo como recurso a las
actividades artísticas, no sólo en cuanto a la especificidad de los contenidos,
sino también a socialización de lo grupal y el trabajo sobre cierto tipo de
valores (cooperación, compañerismo, solidaridad, etc.). Éste es un elemento
esencial para el desarrollo de la educación personalizada, es decir, utilizar
las potencialidades artísticas del sujeto para la incorporación o aprendizaje
de contenidos de otra área.
Educación mediante o a través del arte: esta forma consiste en utilizar una
obra de arte, que de por sí educa (de cualquier tipo: pictórica, ballet,
música, teatro, etc.), para que a través del análisis de su contexto podamos
confrontar con nuestra tabla de valores.
Educación para el arte: es la formación de artistas de una
especificidad determinada.
Entendamos que la elección de un
encuadre determinado, va a depender de la relación entre necesidades y
posibilidades. Esta aclaración se debe a que nos encontramos con innumerables
trabajos, que responden al encuadre de educación por el arte dirigidos a la etapa
de la niñez y la adolescencia y donde la omisión de la adultez parece hablar de
una innecesariedad al respecto. Disertar sobre la necesidad de la recreación,
el aprendizaje del trabajo en grupo y el poner en práctica el uso de valores
tales como la solidaridad y la cooperación, como el desarrollo y la confianza
en sí mismo en los aspectos creativos en la adultez, nos llevaría aun
desarrollo mayor y nos alejaría del punto que estamos tratando. Pero, tomemos
el dato de que las grandes empresas contratan hoy a especialistas que capacitan
a sus empleados, con las técnicas y dentro del encuadre de educación por el
arte, bajo el nombre de: training, capacitación empresarial, especialización en
ventas, atención al cliente, etc.
Una actividad no hace al encuadre, el encuadre hace a la actividad. De esta
manera un mismo ejercicio o juego, se puede practicar en cualquiera de los tres
encuadres; lo que sí se va a modificar es: la finalidad, la profundización y la
evaluación.
Proyecto
El proyecto es un plan de acción. Es lo primero que se nos solicita cuando
vamos al encuentro de un trabajo, por lo que es recomendable conocer
previamente la institución, con sus características y finalidades, para tener a
priori un proyecto en mano. El proyecto es siempre una estructura que
responderá al propio encuadre de trabajo, el cual se verá modificado en el
intercambio con el encuadre propuesto por la Institución. Es
decir, el primer proyecto es el que presento, es lo que yo oferto. Las formas
de presentación pueden ser como un desarrollo teórico, en el que se debe
fundamentar lo presentado o como un gráfico.
Ejemplo de desarrollo teórico: nombre de la Institución ; nombre
del curso, taller o asignatura; nombre del profesor; régimen temporal
(duración: cuatrimestral, anual, etc.); periodicidad (clases por semana); carga
horaria; marco teórico o fundamentación (el para qué); objetivos generales;
planificación: (plan general de trabajo y/o clase tentativa); requerimientos
técnicos: (tipo de espacio, equipo de audio, etc.); criterios de evaluación;
fecha; observaciones; firma del autor del proyecto.
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Recordemos que por lo general los proyectos se reciben en una misma fecha,
en gran cantidad y todos destinados a una sola persona , por lo cual debemos
tener en cuenta no sólo la coherencia y lógica de los contenidos, sino también
valorar la forma del mismo, ya que como veremos más adelante, la forma también
habla de nosotros.
Todo proyecto es una carta de presentación, por lo cual la prolijidad y los
detalles atractivos deben ser tenidos muy en cuenta. Consideremos que cuando
estamos presentando un proyecto, lo que estamos realizando es una inversión,
dado que los resultados esperados pueden cosecharse años más tarde. Por este
motivo insistimos en la forma de la presentación, dado que el mismo debe lograr
que quede en el lugar al que fue dirigido y sobretodo que ocupe un espacio en
la memoria de quien lo recibió. Quizá no le sea necesario hoy, pero nunca
sabemos cuándo requerirá del mismo. Por estos motivos, no debemos dejamos ganar
por la ansiedad, ya que desconocemos el grado de urgencia o necesidad o
presupuesto con que cuenta el lugar donde lo presentamos.
Cuando nos planteamos dónde presentar nuestro proyecto, bien podemos
dirigimos a los espacios ya creados para el mismo. Por ejemplo: dentro de la
escuela un taller curricular. Pero también como docentes y artistas que somos
podemos sembrar la necesidad, es decir generar en el otro la necesidad, el
interés y la inquietud de disponer o crear un nuevo espacio. Esta creatividad
nos va a ser fundamental especialmente en épocas de saturación del mercado
convencional y donde la oferta de talleres es mayor a la demanda de los mismos.
Una ayudita para los amigos: las escuelas disponen de espacios alternativos
que suelen quedar vacantes por lo general por falta de propuesta. Por ejemplo:
comúnmente los días sábados la escuela no tiene actividad y las cooperadoras
siempre están escasas de recursos; si asociamos estos dos planteos estamos
creando un nuevo “nicho” de trabajo, ya que podemos dar talleres para los
alumnos o para los padres o diseñar una propuesta para la actividad compartida
de padres e hijos. De esta forma estamos creando una actividad para el espacio
no formal, que puede existir o no dentro de la institución.
Otra posibilidad son los centros barriales. Seguramente el barrio dispone
de talleres privados que ofrecen clases de teatro con diferentes
características y precios, pero qué pasa si convocamos a los vecinos para
trabajar juntos sobre alguna problemática barrial o para organizar un evento
conjunto en un espacio común o si decidimos contar entre todos la historia del
barrio y tantas otras ideas que a vos se te van a ocurrir. Lo importante en
este caso es informarte y documentarte, es decir, la creatividad en la
propuesta no debe restar valor a las características de tu trabajo.
Como última ayudita te sugerimos que recorras clubes, countries, centros de
jubilados, sindicatos, ligas, etc. Todo espacio en el que las personas se
reúnen es apto para que presentes tu propuesta.
Generalmente el proyecto se presenta en mano y debemos intentar que llegue
a las manos indicadas. No está mal confirmar telefónicamente si el indicado lo
recibió. En el caso de que seamos nosotros quienes entregamos personalmente un
proyecto, consideremos que debemos acompañarlo de una buena presentación
personal, que nuestra actitud debe ser siempre abierta y positiva. Debemos dar
seguridad a quien nos recibe, de nuestra capacidad, pero cuidándonos de la
soberbia o la altanería. El proyecto como ya dijimos anteriormente es para
compartir y está abierto a modificaciones razonables.
Otra presentación posible de un proyecto, en el que el docente recurre a la
creatividad, al uso de la imagen y a la síntesis, es el Siguiente modelo.
¿Quiénes somos?: donde
contaremos nuestra historia, experiencia y capacitación. Ésta debe ser breve y
concisa. Debe estar ordenada cronológicamente de la actualidad hacia el pasado.
En este espacio podemos agregar fotos del o de las personas que presentan el
proyecto.
¿Qué hacemos?: aquí
desarrollaremos la especificidad y características de nuestra tarea. Se pueden
incluir fotos de experiencias anteriores, donde aparezcan los docentes en
actividad con el grupo etario para el que se presente el proyecto.
¿Qué ofrecernos?: espacio
para la formulación de nuestro servicio. Planes de clase, distribución horaria,
organización por edades, elementos, y/o recursos materiales con los que
operamos, formas de evaluación, etc. Aquí podemos incorporar gráficos y tablas
que faciliten la lectura y comprensión.
El docente debe poseer. conocimientos científicos que sirvan de fundamento
a su tarea y le permitan una adecuada selección y aplicación de técnicas de
enseñanza y evaluación, coherentes con la escala de valores asumida. Susana
Avolio de Col.[5]
Pedagogía
La pedagogía es la ciencia que estudia a la educación, por ende es el
encuadre teórico de toda didáctica. Ahora, quién se atrevería a decir que la
pedagogía no es también un arte. Es el mágico encuentro entre “el querer saber”
y “saber algo más”. Entre el que desea saber y el que se. supone que sabe. Es,
“un delirio compartido y pautado”, parafraseando a la Prof. Beatriz
Mosquera[6]
La pedagogía se encuentra en permanente desarrollo, cada época la ha tocado
y modificado y cada época se ha visto tocada y modificada por la nueva
pedagogía. Es el resabio de una cultura, es “el cómo” se debe transmitir para
permanecer. Si bien este tema merece otro nivel de profundización, no es éste
atinente dentro del campo en el que se desarrolla nuestro trabajo. Sólo a fin
de acordar algunos puntos, es importante destacar que la pedagogía atiende las
diferentes especificidades de la educación. Dentro del campo del teatro esta se
denomina Pedagogía Teatral, la cual se encuentra en un estado de pre‑ciencia
dado que no hay un amplio desarrollo teórico con aval científico.
Muchos de los trabajos que encontrarnos Sobre teatro, suelen referirse en
su mayoría a obras de literatura dramática o a biografías o relatos de experiencias
vividas, ya sea en el plano artístico o pedagógico. Recién en el siglo pasado
el maestro Stanislavski comenzó a reflexionar sobre la actividad en la
formación del actor. No podemos negar que en cualquier librería especializada
vamos a encontrar trabajos teóricos de diferentes maestros, sólo que por lo
general ninguno de ellos se ha dedicado a elaborar conceptos respecto de una
pedagogía, pero a su vez tampoco la han ignorado. Esto implica que toda
didáctica nos referencia a la pedagogía que la enmarca, por esa razón luego de
una lectura exhaustiva, lograremos, en el mejor de los casos, inferir concepto
tos al respecto. En la actualidad contamos en la Argentina con “Tesis
sobre Stanislavski” del maestro Raúl Serrano, el cual desarrolla con profundidad
y con criterio científico el tema de la Pedagogía Teatral.
Quizá, en el marco de este libro, sólo nos sea importante reconocerla y
diferenciarla de la didáctica, que es la herramienta del proceso de enseñanza‑aprendizaje.
Didáctica
Como dijimos anteriormente, la didáctica es una herramienta con la cual se
construye el soporte técnico del aprendizaje. Es decir, es una serie de
principios, normas y técnicas con lo cual podríamos también definirla como la
metodología del aprendizaje. Tomemos en cuenta que para que una metodología
resulte eficaz es necesario saber quién la aplica, para qué la aplica, por qué
la aplica y qué transmite con este método.
La didáctica requiere de precisión conceptual, es técnica, no valora ni
califica los conceptos que transmite, quien requiere de una referencia
implícita o explícita a una tabla de valores es la pedagogía.
Ahora bien, los elementos de la didáctica son: planeamiento; conducción
(tema que desarrollaremos en el siguiente capítulo); evaluación.
PLANEAMIENTO
Todo plan debe ser hipótesis de trabajo, flexible y orientador de la
acción.
El planeamiento debe ser coherente, estar encuadrado y ajustado a la
realidad donde se va a operar (ver Encuadre). Es decir, es la posibilidad de
proyectar una acción futura, conectando las necesidades con los recursos con
los que se cuenta.
Planificación didáctica: es la que elabora el docente en función de la
tarea, para un espacio‑tiempo determinado. Existen diferentes tipos de
planificación: programa (centrado en los contenidos); planificación anual;
planificación por unidad didáctica; plan de clase; elementos de la
planificación; objetivos; contenidos: actividades; recursos; evaluación.
Objetivos
Son las metas a alcanzar por parte de los alumnos, son los cambios de
conducta esperados; siempre deben estar formulados en términos de conducta
fácilmente observable. No debemos confundimos con los resultados, que éstos son
los cambios de conducta logrados. No siempre objetivos y resultados de
aprendizaje coinciden; puede que planifiquemos varios objetivos y obtengamos
sólo algunos resultados. También puede darse a la inversa, es decir, que
obtengamos resultados no planificados.
Como dijimos anteriormente los objetivos de aprendizaje son el cambio de
conducta que se espera del alumno, el propósito del docente es la actividad que
éste realiza para que el alumno logre el objetivo.
Los objetivos se clasifican en: generales (deben operar por lo menos
durante un año); específicos (operan dentro de una unidad didáctica);
operacionales (dentro de una clase).
Para que el proceso de enseñanza aprendizaje sea completo y eficaz, debe
involucrar las tres áreas de la conducta. De este modo, los clasificarnos en
objetivos: cognoscitivos o intelectuales (obtener, interpretar, analizar y
sintetizar información); psicomotrices o procedimentales (habilidades,
destrezas, y hábitos). afectivo‑volitivos o actitudinales (actitud, valoración,
voluntad).
Contenidos
Es el medio por el cual se van a nutrir los objetivos para poder
realizarse. Dicha realización se cumple a través de las actividades.
Nunca debemos omitir, a la hora de planificar, la enunciación de los
contenidos que vamos a trabajar, ya que éstos van a determinar la o las
actividades atinentes a fin de cumplir con la meta propuesta. Podemos
determinar los contenidos con la pregunta: ¿qué enseñar?
No debemos confundir el concepto de contenido con el de actividades, que de
por sí se encuentran interrelacionados, pero son conceptos diferentes. Un
contenido puede incluir varias actividades para su desarrollo. Vale decir, un
contenido son los datos, conceptos y principios que el alumno manejará en el
transcurso de la actividad; son en definitiva el objeto de apropiación. Los
contenidos son parte de un todo que es la unidad didáctica, por lo tanto deben
estar graduados, jerarquizados y organizados de manera tal que permitan la
optimización del proceso de enseñanza aprendizaje. A modo de ejemplo, una forma
posible de graduarlos sería: de lo simple a lo complejo; de lo cercano a lo
lejano; de lo conocido a lo desconocido.
Si tomamos en cuenta el concepto de “lo conocido a lo desconocido”, éste
nos pautará una clase de vínculo particular con el alumno. Si planteo esta
relación, tomando al alumno, como un poseedor de saber previo, y planifico la
actividad valorando e involucrando su saber, es muy probable que: se logre una
mayor y más rápida apropiación del aprendizaje; se logre autonomía de recursos;
se desarrolle la creatividad personal.
El docente se instale en el rol de acompañante del proceso y no en el rol
de único poseedor del saben
Por todos estos motivos, se nos hace fundamental que, al momento de
planificar, el docente no se instale sólo en el dominio de los contenidos a
trabajar, sino que planifique para este grupo determinado (ver Diagnóstico).
Actividades
Existen dos tipos de actividades, por un lado las que desarrolla el
docente, éstas son las previas, durante y posteriores a la clase (ver capítulo siguiente) y las que
realizan los alumnos.
Actividades del alumno: las actividades son los juegos,
ejercicios y tareas que el docente consignará para que realicen los alumnos a
fin de lograr los objetivos propuestos y correspondientes a los contenidos
planteados. Dado que la denominación de actividad parece remitirse
exclusivamente al ámbito psicomotriz, no debemos olvidar que las actividades
deben responder a las tres instancias de la conducta.
Recursos
Son todos los medios con los cuales el docente cuenta o debe procurar
contar para el desarrollo de las actividades; éstos pueden ser provistos por
él, los alumnos y/o la institución. Los mismos pueden ser elementos o
materiales. Por ejemplo: espacio físico de trabajo; escenario o espacio
escénico; baúl mágico; iluminación; mobiliarios para utilería (cubos, sillas,
etc.); equipo de sonido; materiales de la plástica en general, etc.; poemas,
canciones, trabalenguas, etc.; materiales generados por el propio docente (el
tarjetón, etc.).
Evaluación
La evaluación es un corte transversal y arbitrario del proceso de enseñanza‑aprendizaje,
en el que se determina la relación entre los cambios de conducta logrados,
respecto de los cambios de conducta esperados. Evaluar es, entonces, apreciar
la totalidad del sujeto, no es clasificar, ni calificar. No es una etapa más,
porque el educador evalúa constantemente los resultados obtenidos, ni tampoco
es la última acción educadora, porque aunque aparezca al final de la labor, es
la que permite ajustar toda la tarea
futura.
Tomemos en cuenta que cuando estamos
hablando del proceso de enseñanza‑aprendizaje, nos podemos estar refiriendo a:
una clase; una unidad didáctica; la planificación anual.
En cada una de ellas estaremos siempre evaluando el proceso de los alumnos
en la misma, por lo que concluimos que lo que se evalúa son los procesos, las
conductas y los comportamientos y no a las personas.
Un dato importante a tener en cuenta, es que la evaluación debe ser siempre
cooperativa, dado que cuando permitimos:
La autoevaluación, lo que estamos abriendo es el paso a la apropiación del
aprendizaje.
La evaluación de los compañeros, ésta nos permite ejercitar la precisión y
la valoración del trabajo ajeno. Muchas veces resulta para el alumno más fácil
escuchar a un par, que registrar el mismo concepto por parte del docente.
La evaluación de otros docentes tiene como fin alentar la objetividad en el
docente a cargo del grupo. También nosotros debemos ejercitar la apertura en la
escucha, respecto de la opinión de un colega, para no caer en la atracción y el
rechazo entre el docente y el alumno.
Es fundamental que cuando realizamos la evaluación nos encontremos
abiertos, para no evaluar bajo la influencia de prejuicios. Como dijimos
anteriormente en “RPD. Acerca del
público”, es conveniente que en una primera etapa las evaluaciones las
realice el docente, porque si bien se pretende un público activo y
participativo, debemos entender que aún no domina el lenguaje técnico y
probablemente no haya incorporado el procedimiento objetivo de evaluación. Dado
que el público, en este caso, no debe ser crítico, es decir no debe señalar
errores ni aciertos, ni alternativas que en nombre propio se hubiese tomado.
Por lo general cuando no dominamos el sistema de evaluación recurrimos a una
valoración ética o estética. Definiendo con un “lindo o feo”, “bueno o malo”.
En el transcurso del proceso, los alumnos, emulando la forma de evaluación del
docente y el trabajo desarrollado en forma individual, irán construyendo
criterios acertados de evaluar los trabajos de los compañeros. Un concepto que
debemos transmitir, desarrollar y profundizar con nuestros alumnos es que la
observación es parte fundamental en el proceso de enseñanza‑aprendizaje, dado
que les permite crear un espacio de reflexión y elaboración a partir de la
experiencia práctica del otro. Mirando también aprendo.
Anteriormente hablamos de la evaluación como una actividad constante, vale
la aclaración, dado que en nuestras observaciones detectamos ésta como un
problema habitual Es decir, si tomamos el ejemplo negativo y vemos que el
docente hace el último día de clase una excelente evaluación, profunda y exhaustiva
respecto del proceso de cada alumno, ésta, por más brillante que sea, dejará al
alumno en un confuso abandono, ya que sus posibilidades de probar, investigar y
modificar se han agotado, sólo se queda con el fracaso, es decir lo que no pudo
ser. Por este motivo la evaluación debe servir para que el alumno tenga la
oportunidad real y material de probar la modificación de conducta durante el
proceso. Ahora bien, no pensemos que un proceso va a lograr todas las
modificaciones de conducta, recordemos que sólo nos referimos a los objetivos
planteados y que no todos los alumnos realizarán el mismo proceso.
Concluyamos: la evaluación es. constante para brindarle al alumno
la capacidad de modificación de aptitudes y actitudes y para el docente te para
modificar las actividades en función de este grupo trabajando para este
objetivo.
Ojo de buen cubero: es necesario que el docente tenga una mirada
ajustada, que pueda puntualizar en cada alumno y detectar cuál es la dificultad
precisa de cada uno. Para eso debe agudizar su mirada. La mejor forma de
hacerlo es la práctica, la cual no se desarrolla casualmente, sino que en los
comienzos es conveniente llevar un registro escrito para que, con tranquilidad
y fuera del ámbito de la clase, leerlo, repasarlo y relacionarlo. Esta
racionalización de la evaluación es necesaria para generar el hábito y la
habilidad. Otra actividad que el docente puede realizar para agudizar su mirada
es detenerse en la observación de docentes con mayor experiencia.
La información nos llega a los docentes por tres vías: conducida: ésos son los datos que solicitamos. Puede ser por
medio de cuestionarios, charlas, ejercicios (por ejemplo: El reportaje), etc.; espontánea: son los datos que nos
transmiten los alumnos, sin que éstos hayan sido requeridos. Puede ser por
medio de explicaciones, comentarios, preguntas, opiniones de temas diversos.
Otros datos los podemos llegar a leer a través del uso del lenguaje, formas de
vestir, relación con los pares, actitud física, etc. La información por vía espontánea
debe ser usada para orientar la observación y no para emitir un juicio
definitivo; mixta: cuando el
docente hace una pregunta amplia, vaga y que se presta para contestarla con el
criterio propio de cada alumno. Un ejemplo de ésta es el autoinforme o la
narración de un hecho o trabajo.
Herramientas para recabar información: autoinforme; la observación;
pruebas.
El autoinforme se pide al comienzo del ciclo, ya sea para obtener
información objetiva: datos personales, experiencia de formación anteriores,
dificultades físicas que impidan el desarrollo de una actividad específica, uso
de medicamentos crónicos, etc. Así también nos sirve para obtener información
de ésa que no se ve durante el desarrollo de, una clase, los hábitos no
detectables (por ejemplo: lecturas, inquietudes, hobbies, etc.). Datos que nos
sirven para realizar un test proyectivo, el cual permite la realización de un
pronóstico.
También podemos solicitarles una fotografía, para poder asociar más
rápidamente cara y nombre e historia personal.
La observación es el instrumento por excelencia del docente, debe referirse
siempre a los objetivos propuestos, involucrando las tres áreas de la conducta.
La misma debe ser tanto grupal como individual y en el transcurso del
proceso ir afinando la mirada individual.
Los alumnos, a lo largo de las observaciones del docente, aprenden a
jerarquizar la mirada sobre los puntos trabajados y a neutralizar lo no
atinente.
La prueba se puede dividir en tres tipos, a saber: escrita, oral o de
actuación.
Tanto la escrita como la oral, si bien no son las más convenientes, se
pueden utilizar en un ámbito de educación sistemática que así nos exija.
La prueba de actuación consiste en poner un determinado conocimiento en
acto, en movimiento. Es decir, operar con él a través de un juego, un
ejercicio, una dramatización, una improvisación, una escena, etc.
¿Cómo llega al alumno la información evaluativa?
Evaluación (de etapa, de unidad didáctica, de ciclo completo): el
docente debe determinar y acordar con los alumnos una fecha designada para
realizar la evaluación correspondiente. En ésta se trabajaran los procesos
individuales con respecto a los objetivos propuestos para ese bloque
específico. También se puede incluir en este corte una evaluación del proceso
grupal. Si bien las modalidades son diversas por lo general se organiza de la
siguiente manera: autoevaluación; evaluación de los compañeros; evaluación del
docente.
Devolución: la misma tiene como característica el ser in situ, es
decir, se realiza al finalizar un ejercicio, dramatización, improvisación o
escena. En la misma se evalúan los objetivos operacionales. Recordemos que los
mismos son los alcances propuestos para un ejercicio determinado respecto de
los contenidos que estamos trabajando. No nos olvidemos que las evaluaciones
deben responder a las tres áreas de la conducta, por lo que una devolución debe
incluir tanto valores como conceptos.
La autoevaluación: es una herramienta que posee el alumno para
capitalizar y analizar su proceso. Existen por los menos dos tipos distintos.
En la evaluación de unidad didáctica: en este espacio se debe permitir
que el alumno repase su proceso, donde pueda incluir preguntas con respecto del
mismo, examinar su relación con los otros y con el docente, hablar de sus
temores y deseos. Que pueda describir lo que lo sorprendió y lo que lo aburrió.
Que se permita expresar sus dudas.
En la devolución in situ: en este caso es fundamental
orientar al alumno para que sea específico respecto del acto realizado.
El espacio de la autoevaluación no debe ser uniforme para todos, ya que es
importante que el docente estimule a la reflexión a aquellos que presentan
mayores dificultades al respecto y que oriente a aquellos que por excesiva
racionalidad encuentran en el espacio de reflexión un lugar de extrema
comodidad y refugio para no hacer. Suele ocurrir que la autoevaluación abandone
sus objetivos y se transforme en un espacio de justificación; como bien
sabemos, esta modalidad inhibe cualquier tipo de proceso de aprendizaje, por lo
tanto debemos estar alerta para que esto no ocurra.
Lo que debemos lograr con la autoevaluación es que el alumno se apropie del
proceso y sea protagonista de su aprendizaje.
PRONÓSTICO Y DIAGNÓSTICO
El pronóstico, como su nombre lo indica, es una tesis de posibilidades, un
anteproyecto, es decir es la posibilidad de proyectar acciones bajo variables
determinadas (el factor tiempo, tipo y características grupales, cualidades
espaciales, etc.). Por esto, el pronóstico se realiza en diferentes etapas, que
nos dará la posibilidad de generar diferentes planes.
Realizamos un pronóstico: previo a la realización del proyecto a presentar;
luego del intercambio con el representante institucional. Diseño de
planificación del período de trabajo; luego del diagnóstico. Ajuste. Pronóstico
final o diseño de la planificación.
El diagnóstico es la primera evaluación que realizamos ya en conocimiento y
en contacto con el grupo. Éste tiene como objeto ajustar el plan de trabajo a
la realidad de este grupo determinado. Si bien el docente evalúa
constantemente, el período que le dedicará a esta evaluación específica no debe
exceder las primeras clases. No existe un tiempo exacto dado que dependerá de
la carga horaria y de la cantidad de integrantes de cada grupo.
Ahora bien, considerando que este trabajo no es particular, ni personal,
sino que tiene por objeto lo grupal o las características generales, lo que
debemos observar para evaluar en el diagnóstico es: características generales;
cantidad de participantes; sexo; edad; experiencia previa; referencias
personales; grados de relación; cómo interactúan; cómo se relacionan; aparición
de liderazgos; cómo se relacionan con la autoridad; competencia.
Grados de comprensión: registro; escucha; aceptación de consigas; atención‑dispersión;
desarrollo de consignas.
Grados de compromiso: cooperación; solidaridad; expectativas;
disponibilidad; respeto.
Modalidades
Para realizar un diagnóstico podemos operar con un diálogo particiativo,
donde permitiremos que cada uno al presentarse hable de sí o inducir su
participación por medio de preguntas, lo cual nos favorecerá el registro del
grado de atención, escucha y respeto al otro; el grado de esinhibición y
escuchar sus expectativas. Otra actividad son los ejercicios específicos, es
decir, es el espacio en que los observamos en acto (ver en el manual, juegos a
tal efecto). También nos es muy útil la lectura detenida, comparativa y
asociativa del autoinforme (ver evaluación).
No olvidamos que el diagnóstico es una fase de la evaluación, por ende es
muy importante llevar un riguroso registro escrito, para trabajar con él fuera
del ámbito de la clase. No nos podemos dar el lujo de confiar en nuestra
memoria. Como profesionales que somos o que pretendemos ser, recordemos que el
diagnóstico es de suma utilidad para el docente. Un buen diagnóstico nos
agilizará y optimizará nuestra tarea futura.
MODELOS DE PLANEAMIENTO
A continuación daremos una serie de ejemplos de planeamiento. Los mismos
cumplen un rol de modelo, es decir, conociendo los elementos que intervienen,
podemos diseñar la misma de diferentes formas. En ocasiones la institución en
la que emprenderemos nuestro trabajo nos propondrá un modelo específico, en ese
caso sólo debemos traducir nuestra elaboración a la modalidad propuesta.
Veamos algunos modelos: programa; estructura; encabezamiento;
fundamentación o marco teórico; expectativas de logro u objetivos generales;
unidades didácticas; contenidos de cada unidad didáctica; pautas generales de
evaluación; bibliografía obligatoria y recomendada o general y específica.
Modelo de programa
Encabezado
Institución: (nombre de la institución); materia o asignatura: (nombre de
la misma); curso, división, turno; horario: (días y horas cátedra asignadas);
cantidad de clases: (aproximación del número de clases programadas para el
desarrollo de este programa); docente: (nombre y apellido del docente a cargo);
período de cursada: (especificar, si es anual, en qué año se dicta, si es
cuatrimestral, a qué cuatrimestre nos estamos refiriendo)
Fundamento o marco teórico
A partir de la respuesta a la pregunta “¿qué le aporta esta materia al
alumno?”, desarrollaremos la fundamentación de nuestra tarea. También podemos
hacer referencia al aporte conceptual de nuestra materia. En algunos casos
sugerimos agregar, si nuestro trabajo lo requiere, métodos, modos, técnicas y
medios para el desarrollo del proceso de enseñanza‑aprendizaje. Es fundamental
en este espacio ser sintético y claro, no hace falta explicar la materia, ni
todo su desarrollo.
Objetivos generales
En este espacio incluiremos los fines últimos de nuestra labor, los cuales
deben abarcar las tres áreas de la conducta. No debemos olvidamos que estos
objetivos, como su nombre lo indica, tienen un mayor nivel de generalización y
deben operar durante todo el ciclo. La forma de enunciación debe ser que el
alumno logre: conocer, reconocer, focalizar, comprender, analizar, implementar,
distinguir, etc. (objetivos cognoscitivos o intelectuales); desarrollar,
producir, transitar, transformar, reconocer, vivenciar, ejercitar, entrenar,
construir, etc. (objetivos psicomotrices o procedimentales); valorar, respetar,
cuidar, apreciar, integrar, tomar conciencia, aceptar, cooperar, etc.
(objetivos afectivovolitivos o actitudinales).
En todos los casos los verbos deben ser presentados en infinitivo.
Unidades didácticas
Cada una de ellas posee un eje unificador y un conjunto de elementos
estructurados entorno del mismo. Son el esqueleto de la planificación. Éstas
siempre deben ser correlativas y de complejidad creciente. Cada una de ellas
posee objetivos específicos, siempre incluyendo las tres áreas de la conducta,
y el conjunto progresivo de contenidos a trabajar. Las mismas se pueden señalar
con un número o un nombre. Por ejemplo: Unidad 1 y/o Integración.
Contenidos de cada unidad didáctica
En el planteo de los contenidos de cada unidad didáctica debemos respetar
dos conceptos fundamentales, a saber: deben ser “lógicos” y “funcionales”.
Cuando hablamos de lógicos, lo que queremos enunciar es que deben tener
coherencia procesal. Si nuestro objetivo es que el alumno logre conocer las
operaciones matemáticas, comenzaremos con el contenido de la suma, luego con la
resta, después la multiplicación, para concluir con la división. En el caso
específico del aprendizaje teatral si queremos desarrollar la unidad didáctica
“Integración” el planteo de contenidos será: disponibilidad (psicofísica);
registro (grupal, del otro, de uno mismo, de la modalidad de la clase, etc.);
confianza (consigo mismo, con el otro, con el docente); desinhibición (de la
expresión).
Ahora, el aspecto funcional de los contenidos se refiere a que los mismos
se planteen en función de ese grupo, tanto desde su perfil, como de su etapa
evolutiva. Estos datos los extraeremos del diagnóstico grupal.
Pautas generales de evaluación
Debemos definir cómo y cuándo evaluaremos.
Bibliografía
Existen dos tipos de bibliografía, una es la que utiliza el docente y la
otra la que debe leer el alumno durante el ciclo lectivo. Ambas deben estar
especificadas.
PLANIFICACIÓN ANUAL
Estructura: encabezamiento; tabla.
Modelo de planificación anual
Encabezamiento
Éste es similar al del programa, sólo que le agregamos al mismo los
objetivos generales. Algunos datos como el nombre del docente, el período del
ciclo o la materia pueden incluirse al pie de página a modo de cierre de la
presentación. También es recomendable firmar las planificaciones.
Tabla
Ésta tiene como característica que debe ser de doble entrada. Una tabla de
doble entrada implica que puede ser leída y/o completada tanto en forma
vertical como horizontal.
En forma vertical se colocarán progresivamente las unidades didácticas. Con
número y su nombre correspondiente. Al cierre de cada unidad se trazará una
línea se paradora entre unidades de manera horizontal.
En forma horizontal se colocarán: unidades; objetivos específicos;
contenidos; actividades del alumno; actividades del docente; recursos; tiempo
(número de clases presupuestadas para cada unidad).
Ejemplo de tabla a escala:
Unidades
|
Objetivos específicos
|
Contenidos
|
Actividades del alumno
|
Actividades del docente
|
Recursos
|
Tiempo
|
1
|
|
|
|
|
|
|
2
|
|
|
|
|
|
|
3
|
|
|
|
|
|
|
Los elementos que se enuncian en la tabla a escala en forma horizontal
deben incluirse siempre, por el contrario el ejemplo nos presenta, en forma
vertical, tres unidades, éstas sólo se exponen como modelo, dado que la
cantidad de unidades didácticas propuestas en la planificación dependerá del
criterio de cada docente.
No se asusten, para completar esta tabla no es necesario especificar todos
los contenidos y todas las actividades que desarrollaremos en el curso, sólo
propondremos algunos a modo de ejemplo o guía. Éstos se profundizarán aún más
en la planificación por unidad didáctica y recién debemos ser exactos en su
descripción en el plan de clase, que veremos a continuación.
PLAN DE CLASE
Estructura: nombre de la unidad en la que se encuentra esta
clase; número de clase; objetivos operacionales (es decir operarán sólo para
esta clase); contenidos específicos; actividades del. alumno; recursos
(incorporar los recursos no es obligatorio, pero hacerlo nos facilitará la
organización de la clase. En ocasiones, determinado ejercicio puede precisar de
materiales que no son de uso frecuente, por ende, tenerlo planificado nos
recordará solicitarlo al alumno o llevarlo o nosotros).
Como vemos, la planificación de clase es una especie de diario de trabajo,
donde nuestra labor será detallar y enfatizar la tarea específica que
desarrollaremos ese día.
Cómo armar una clase y no morir en el intento
Existe un formato clásico para armar una clase, que consta de tres partes,
a saber: pretarea; tarea; cierre.
La pretarea: esta instancia es la introducción al encuentro. Ésta,
a su vez, consta de dos etapas.
Primer momento del encuentro: ingreso a la sala, cierre de
conversaciones no atinentes, predisponer la vestimenta para el trabajo,
formular inquietudes de una clase anterior, chequear la asistencia, etc.
Segundo momento del encuentro: es el caldeamiento propiamente
dicho. Recordemos que éste, si bien tiene como objetivo predisponemos psicofísicamente
a la tarea, en una buena planificación debe ser coherente con las actividades
(desarrollo del contenido) que se trabajarán luego. (Ver caldeamientos).
La tarea: ésta se desarrolla por medio de actividades que
realizan los alumnos, tendientes a experimentar, desarrollar y profundizar un
contenido determinado. Éste es el espacio para la apropiación de los mismos a
través de la vivencia y el tránsito. Recordemos que los contenidos,
didácticamente se elaborarán gradualmente. Por ende, estas tres fases se pueden
dar a lo largo de varios encuentros. Si dividimos la clase en tres partes, el
tiempo designado a la tarea de ser superior a la mitad del tiempo restante.
El cierre: éste es el espacio de síntesis de la clase. En el
mismo, que debe estar planificado con anterioridad, se evalúa el proceso de los
alumnos y el proceso de la clase. Es el ámbito para la reflexión, el
cuestionamiento y el debate. Éste es terreno fértil para propiciar la
adquisición de los contenidos de manera intelectual. Dadas las características
de aprendizaje, ya planteadas para esta actividad, el tiempo estipulado para el
cierre, no debe exceder al pautado para el caldeamiento.
Veamos ahora las que pertenecen a la instancia del docente: presentación
de: sí mismo, del proyecto, del grupo, del encuadre, de las formas de evaluar,
de la institución, etc; realizar un diagnóstico del grupo a fin de poder tener
la mayor cantidad de datos posibles para que a la hora de planificar ésta esté
lo más ajustada a la realidad grupal; planificar, para la duración del taller,
por unidades y por clases; conducir el aprendizaje creando un clima adecuado de
trabajo. El mismo requerirá de respeto por cada uno; respeto de los procesos
individuales; confianza en el trabajo, consigo mismo y con el grupo; etc.;
incentivar al aprendizaje y al compromiso con el mismo; consignar las
actividades; evaluar (grupo, trabajo y proceso).
La actividad del docente se realiza siempre más allá de sus objetivos. Él
actúa constantemente desde su presencia.
No debemos olvidamos, que la función del maestro es ponerse al servicio del
alumno, es decir debe detectar sus necesidades para estimularlo y orientarlo,
nunca debe instalarse en el rol del transmisor de datos. Debemos recordar que
en el proceso de enseñanza‑aprendizaje, los protagonistas del mismo son los
alumnos y no el docente.
Extraído
de
Colección: El País Teatral
Serie: Estudio
Instituto Nacional del Teatro
Santa Fe 1235 – Buenos Aires -
Argentina
ISBN 987-9433-16-5
[2] Raúl Serrano, “Tesis sobre Stanislavski”, en U educación del actor, Ed. Col.
Escenología, México, 1996.
[3] Raúl Serrano, “Tesis sobre Stanislavski”, en La educación del actor, Ed. Col.
Escenología, México, 1996.
[6] Profesora de la cátedra de Pedagogía General Didáctica
Especial en la carrera de Pedagogía Teatral perteneciente a la ENAD , dependiente del IUNA.
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